ELINA
Desde el ventanal de cristales rasguñados
su corazón se acelera virando su peluda cola
mientras los estridentes pájaros
con sus malabares
la inducen a dar saltos en el aire.
De la bandada sobresale uno
el de color tostado
de cabeza nevada y cuerpo dorado
Juega a las escondidas y ella enloquece
él le arroja flores de lapacho rosa
y ella las besa acariciándolas
al compás de la llama roja
de su corazón exaltado.
Entonces recuerda:
Él la despertaba todos los días
se le había hecho costumbre
darse besos madrugados
con o sin razón, a plena lumbre.
Pero una mañana extraña
él se quedó dormido, o tal vez no
y ella lo esperó
durante todo el día, la noche, al otro día
y sucesivamente hasta hoy lo espera
pero nadie le dice qué ha sucedido
adónde fueron sus vuelos
dónde anclaron sus besos
quizás en el viento
o tal vez en algún mar del mismo universo.
Hoy día trata de aplacar sus penas
La humedad de la lluvia
y los tibios rayos del sol
le brindan sustento.
MalaniaImagen: M. J. T.
UNA SEÑAL
El pequeño búho escuchó que alguien dijo:
– La vida es como un viaje.
Quiso volar hacia el sol, lo había visto hacía apenas unos minutos antes.
Miró al cielo para emprender su viaje y vivir la vida, pero se encontró con una nube gris que anunciaba tormenta y lluvia.
Inclinó su cabeza como buscando al sol. Volvió a girar pero el astro rey se escondió. Entonces el búho pensó:
– seguramente es una señal de la vida, no es el momento de emprender vuelo.
Y desistió del intento de abrir sus alas y volar.
Debemos estar siempre atentos a las circunstancias y a las señales que se nos presentan.
Muchas veces por ir contra ellas, nos va mal y no logramos nuestro objetivo.
Hay que darle “Tiempo al tiempo” y las cosas se van acomodando para bien.Malania
Imágenes de la red y propia.
LA INTRUSA
Era una gata triste que caminaba por los tejados y dormía bajo la luz de la luna con un gato vestido de azabache y sol. Él la llamaba con maullidos alegres y ella se sentía feliz. Una de esas noches blancas sin luna él no asistió a la cita. Ella deambuló sola por las calles del barrio hasta que encontró un lugar para dar a luz a dos hermosos gatitos.
Las dos gatas de la vivienda la recibieron sin mimos, indiferentes, como si fuera algo natural permitir la entrada a una intrusa, que llegó para tener a sus crías en el altillo de la casa.
Un día de lluvia apareció el gato azabache ojos de sol y se la llevó junto a los gatitos. A los pocos días, un ruiseñor anunció la visita con su canto. Ella volvió como si esa fuera la casa que tuvo siempre, pero no como visita, vino a quedarse. Temerosa, se acerca a comer y a tomar agua. No pide mimos ni ronronea como las otras dos. Pero se la ve bien, al menos tiene techo y comida. De sus hijos no se supo nada más.Malania
Imagen: M. J. T.
EL SUEÑO DE MAHARAJÁ
En una noche oscura y fríaHuma sentía el respirar de los gorrionesa través de la ventanilla de cristales empañadosen un bosque de almendrosrodeado por un prado de margaritas silvestresa orillas de un caudaloso río.Las olas subían por la rocay luego resbalabanfluyendo por ambos ladospulimentando una piedra.Las olas eran largas y profundaspero sin espuma que rompieraen sus crestas redondeadas.Las gotas de lluviase pegaban unas contra otrascon gratuita violenciacomo la que causaría el marsi estallara en espuma blanca.En un profundo y embriagador sueñolos rayos descarriados iluminaban su sonrisa.Se dio vuelta, se volvió un ovilloy como caracol, durmió plácidamentehasta el primer trino de una calandrialuego de una noche de lluvia tormentosa.MalaniaImágenes: M. J. T.UN HOY DIFERENTE
Bajo un cielo inquietocon síntomas ocasionalesdel regreso de buenos pronósticos,soportando el parpadeo pasional de Venuscon vientos cálidos en el mismísimo invierno,se cerró la lluvia en su pompa vitraly la mala mañana desapareció
empalagada por el beso de las mariposas.Texto: Malania
Fotografía: gentileza J. H.AROMA A BOSQUE
Se le enrojeció la piel
por la resolana cálida.
Sentado sobre una roca
se quedó contemplando
el agua transparente de la cascada,
en contraste con la laguna calma,
por el escaso caudal a falta de lluvia
que se ha puesto amarronada.
El espectáculo vibrante
de las hojas de los árboles
que bailoteaban con el viento,
lucía diferentes tonos verdes
con algunas incandescentes.
La luz del pasado mediodía
invadía el límpido cielo.
Las nubes desaparecieron.
El característico olor a bosque
inundaba las horas de la siesta
junto al canto de las cigarras.
Y el hombre pensativo
seguía disfrutando
del repiqueteo de la cascada.Malania
Imagen: N. R.
MISTERIO GATUNO
Muchas veces cuando son pequeños los llevan de regalo. Las personas, casi siempre niños, los reciben con entusiasmo, pero no se dan cuenta que necesitan no solo agua y comida sino también cuidados especiales como ser desparasitados y vacunados. Una visita para tener atención veterinaria es importante. Muchos no lo hacen, no los cuidan o los dejan abandonados. Los gatos y cualquier otra mascota, no son juguetes, son seres vivientes. También necesitan mimos y mucho cariño.
Majute tiene dos gatas (castradas para evitar reproducción sin límites). Hace unos meses apareció en el patio de su casa una gata gris, con la panza enorme. Se dio cuenta que estaba a punto de tener hijos entonces le preparó una caja con trapos sobre una mesada bajo techo, pero ella se las ingenió y por un pequeño hueco se subió al cielo raso. Allí tuvo dos gatitos. A los pocos días, se los pudo bajar y acomodar en la caja. Pero ellos buscaron otro lugar bajo una chapas que están recostadas sobre el miro esperando a ser colocadas en la parte trasera de la casa. Cuando ya podían comer solos, apareció un gato negro y estuvo con la madre hasta la noche. Al día siguiente, luego de una torrencial lluvia, no estaban más ni los gatitos ni la madre, tampoco el gato negro. Hasta ahora no se sabe si alguien entró por los muros y se los llevó o ellos salieron por un hueco pequeño que hay cerca del portón de entrada al garaje. Misterio de gatos.Malania
Imagen M. J. T.
Gata negra Michona: gentileza de V. D. S.
A ALZAR LAS VOCES
Lloran las nubes
en un otoño frío
y el sol oculto.Descansa el día.
En la noche y el ocaso
la luna brilla.Pero ella no se anima.
Tirada en su cama
la encontré llorando.
Afuera,
cesó la lluvia;
adentro,
la inundan sus lágrimas
mojando su almohada.
No es rosa, pero es gris.
No es blanco, pero es negro.
Así es el temperamento
del hombre que la acompaña.
Pero ¿realmente la acompaña?
La zarandea, la lastima.
Propina insultos,
golpea puertas,
y también a ella.
Eso no es vida
eso es violencia.
¿Por qué no lo deja?
Porque ella lo ama.
Porque hay factores
que a él la atan.
Nunca trabajó fuera de la casa
siempre la tuvo como esclava.
No tiene familia directa.
No se anima a dejarlo
porque la amenaza.
Necesitan ayuda, ella y él,
pero nadie se anima
a intervenir en esta historia cruel.
¿Qué hacer en estos casos?
Apelar a la conciencia,
para que se guarden
las manos en los bolsillos
de los pantalones y los sacos,
que se muerdan la lengua
antes de emitir palabras
que insultan y destratan,
y podría seguir enumerando
muchas acciones más.
Pero, ¿Esto sirve para frenar la violencia de género?
Recordemos: no solo la sufren las mujeres,
no hay diferencia de sexo ni de edad.
La violencia se instaló en la sociedad
y si no ponemos de nuestra parte
aunque sea algo de nosotros,
nunca se la podrá erradicar.
Hay que alzar voces aquí y allá.Malania
25 de Noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra las Mujeres.
COTIDIANEIDAD
Para viajar en transporte público desde el barrio donde vivo al centro de la ciudad, hay que hacer combinación en una estación de transferencia. Entre los dos colectivos se tarda aproximadamente 40 minutos. Sumando la espera, en total serían 50 minutos, no más. A veces prefiero y elijo este medio por el horario conveniente a mis necesidades.
Durante el viaje siempre hay alguien quejoso a más no poder, mientras otras personas ni se enteran de nada porque se tapan los oídos con música que suena a través de pequeños auriculares.
– Ayer llovió tanto que no pude salir de casa. Hubiera preferido que saliera el sol antes de que cayera tanta agua. La lluvia entorpece mi trabajo porque no puedo salir a vender por la calle- dijo una mujer llamada Teresa.
– Sí, pero ya hacía falta agua para las plantas- dijo la otra que estaba sentada al lado, Rina.
– Está bien, pero si no vendo no gano dinero necesario para comprar la comida.
– Y qué haríamos si no lloviese nunca- preguntó la otra.
– Tendría que llover solo por las noches- respondió.
– ¡Mirá vos! Como si pudiéramos planificar el tiempo y acomodar a nuestro gusto y antojo.
– No, pero sí- dijo Teresa.
– Mirá, creo que tenemos que ser agradecidos por lo que tenemos. Hay lugares que sufren la falta de agua y nunca escuché que se quejen.
– Seguramente hablaste con cada uno de ellos por eso sabes tanto- respondió con tono irónico.
– Contigo no se puede hablar porque si no te quejás de una cosa, te quejás de otra.
No sé cómo te aguanta tu marido.
– Si tuviese marido no estaría trabajando así, vendiendo en la calle.
– ¿Y por qué no? Yo tengo marido y también salgo a trabajar.
Una jovencita que iba sentada en el asiento detrás de las mujeres, se levantó y enojada les dijo:
– A ver si se callan un poco, yo tengo un examen y necesito aprovechar el tiempo para leer.
Las mujeres la miraron y sin hacer caso, siguieron discutiendo sobre qué estaba bien y qué no.
A todo esto se metió un hombre mayor, defendiendo a la muchacha.
– ¡Señoras! ¿A quién les importa los temas que ustedes están discutiendo? ¿Por qué mejor no se bajan y se sientan en una plaza para hablar de lo que quieran?
Teresa, que estaba muy ofuscada con todos y hasta consigo mismo, dijo:
– Mire señor, usted mejor no se meta. ¿O es que la señorita le interesa y por eso la defiende? Dijo refiriéndose a la estudiante.
El colectivo se detuvo y muchos pasajeros descendieron, entre ellos Teresa y la estudiante.
Rina y el hombre continuaron viaje sin emitir palabra.
Esta vez fue leve la discusión. Pero he escuchado y visto cómo hay gente irrespetuosa, a la que no le importa nada. Sobre todo a los que no respetan las filas para ascender al colectivo. Madres que mandan a sus hijos que empujen a la gente para subir antes que todos y les reserven asientos. En fin, los avivados de siempre y los mal educados o mal aprendidos, como mejor quieran interpretarlo, hay por todas partes.
¿Dónde han quedado nuestros valores?Malania
Imagen: de la red
HAY DÍAS Y DÍAS
A veces los días están pasados por agua, ya sea por una fuerte lluvia o por una simple llovizna. O están bajo el poder de un tornado o de una brisa suave que apenas mueve las hojas de los árboles.
Pero también la vida corre, como si fuera agua de arroyo o de río. Sus horas pueden pasar tan rápido, aparejadas con un sofocante estrés, o quizás pasen lentamente como la más perfecta calma.
Muchas veces los vientos son tan fuertes que nos obligan a correr hasta el cansancio. Pero también hay días en que estamos envueltos en una fragante y suave brisa ideal para el descanso, tan necesario en estos días.
Lo importante es saber priorizar y organizar nuestro tiempo, siempre que sea posible, de tal manera que no caigamos en un estado de nerviosismo, que, además de ser perjudicial para nuestra salud, es contagiosa, porque ponemos mal a los que componen nuestro entorno.Malania
Imagen: L. N. M.