LA MÁQUINA DEL PENSAR
De Silvia Beatriz Carvallo
Recorre ideas sueltas atando
las que dicen algo a mi vida.
Mientras las voy anidando.
Y como si supiera bordar
me quedo mirando
los dibujos y figuras
que mi pensar disparado
dibuja y respira.
Construyo solitarios con palabras
usando naipes marcados por la vida.
Invento figuras con colores
robados a la paleta
que guardo memoriosa
y llena de sueños compartidos
en mi celosa maleta.
Muchos de ellos olvidados
sin rencor.
Todo lo que puedo pensar
en el tiempo de un semáforo.
Todo lo que se puede imaginar
mientras manejo entre árboles.
Todo lo que puedo sentir
mientras miro las nubes
dibujando formas raras
en el horizonte entre sierras.
La máquina del pensar
solo descansa un ratito.
Mientras suspiro de goce
en caminos de mi tierra
entre el verde, verde azulito
y el morado altanero
de las lejanas alturas
que bordean mi sendero.
El orden no altera el producto,
pensar algo en un ratito,
repensar y pensar en bruto
sin poner ningún filtro.
A veces me asusta y digo:
mejor no pensar en nada.
Pero pensar lindo
da gusto y sigo.
Pensar de a ratos en algo
que se te cruza de golpe.
Desarmar nudos de olvidos.
Destrabar brotes perdidos
enredados en las quejas,
pegajosas y resentidas,
de rencores
como rejas.
Pensar en otras venturas
y desventuras,
prendidas en rumores
de recuerdos,
como manojos suspendidos
en hilitos de memorias,
que enhebramos
con puntadas cuidadosas,
entre pliegues y paños suaves
con las luces preferidas.
Son pajaritos entre flores
las ideas tan livianas.
No se esfuman fácilmente
tampoco perfuman con ganas.
Solo dan color y luces
como hilitos livianos
enredados entre gajos
de una vida ya lejana.
Pensando en hilitos y luces,
momentitos de tu vida.
Recortes o hilachas de sueños
entre pisadas perdidas.
Pasos, poses, gestos, voces,
dedicadas al viento suelto.
Por ahí van solitarias.
Por allá van suspendidas.
Autora: Silvia Beatriz CarvalloImagen: R. E. Ch.
1 DE MAYO DÍA DE SAN JOSÉ OBRERO
San José Obrero, el carpintero de Nazaret, que con su trabajo remedió las necesidades de María y de Jesús e inició al Hijo de Dios en los trabajos de los hombres. Por esta razón, en este día, en el que se celebra la fiesta del trabajo en muchas partes del mundo, los obreros cristianos honran a san José como modelo y patrono suyo.
Malania.
Imagen y texto de la red.
AMOR Y COMIDA
LA IMPORTANCIA DE APRENDER A COCINAR
Cuando terminé mi carrera de Profesora para la Enseñanza Primaria, (Maestra de Grado), comencé a trabajar al año siguiente. Era soltera y vivía con mis padres. Pero a los cuatro años, tuve que escoger y decidirme por alguna escuela lejos de mi casa si quería continuar trabajando. Los cargos se distribuían de acuerdo al Padrón de Valoración y una colega me desplazó. Un primo, hijo del hermano de mi madre, con voluntad incondicional, me acompañó a cada una de las escuelas que me habían ofrecido, fueron tres pero todas estaban en el campo. Como no tenía vehículo lo único que me quedaba era vivir toda la semana en un lugar cercano a la escuela, y a mi casa podría ir solo los fines de semana.
Elegí una escuela en una zona rural llamada Fachinal, porque una tía, esposa del hermano mayor de mi madre, vivía enfrente con una hija soltera. Mi tío ya había fallecido. Ellas no querían dar pensión a nadie porque se pasaban todo el día trabajando con plantaciones y animales (vacas y cabras) y no les daba tiempo para otra cosa. Además ambas eran muy buenas pero muy tercas. Preferían estar solas, levantarse cuando salía el sol y se iban a dormir ni bien entraba la noche. Una vida diferente a la de la ciudad.
Yo no sabía cocinar y mi compañera con la que compartiríamos la casa del docente, -de madera, sin luz eléctrica ni agua potable-, tampoco sabía y no le gustaba hacerlo, menos aún para las dos. Por lo tanto se me complicó el tema de la comida. Mi colega se ofreció a limpiar la casa, lavar la ropa y toda otra actividad doméstica pero menos cocinar.
Al principio contratamos a una señorita, hija de la enfermera del lugar, para la tarea, pero la comida no se parecía en nada a la que preparaba mi madre. Un día nos ofreció papas (patatas) crudas, otro día la carne quemada, muy salada, muy picante, etc. Nada era sabroso. Había que buscar una solución urgente.
El primer fin de semana en casa, conté a mi madre lo sucedido y decidí pedirle que me enseñe.
– Pero la cocina no es fácil, hay que dedicar tiempo y tener paciencia, dijo.
Entonces tomé un cuaderno y un bolígrafo, la senté a mi madre a mi lado y comencé a escribir paso a paso las recetas, primero los ingredientes y luego la forma de preparar las diferentes comidas para los cinco días de la semana. Pero hubo un inconveniente: mi madre no usaba balanza, todo lo hacía a ojo, y la única indicación que me dio fue usar la palma de la mano y medir con puñados por ejemplo el arroz, los fideos para la sopa, etc. Tuve que apelar a mi imaginación y habilidad y de a poco me fui internando con gusto y mucha dedicación al nuevo mundo culinario.
Las recetas fueron aumentando a medida que iba a la casa de mis padres los fines de semana. Mi hermana mayor me ayudaba a veces con algunas de comidas que había aprendido a hacer en la Escuela Profesional de Mujeres, cuando estudiaba. Conservaba en muy buen estado un cuaderno con recetas que no prestaba a nadie. Pero fue una gran ayuda para salir de lo repetitivo que en un momento podría llegar a cansar. Comer siempre lo mismo, cansa y hace perder el apetito.
Así aprendí a preparar desde una sencilla sopa hasta los más exquisitos canelones de verdura y otros rellenos. Por suerte todo eso duró poco más de un año cuando se presentó a la escuela el Director que había sido designado por Concurso de Antecedentes y Oposición y desplazó a mi colega, la que tuvo que ir a atender su grado, y también trajo a su esposa que me desplazó a mí. Así es la docencia, mientras no fui titular, siempre existía esa posibilidad de ser desplazado del cargo. No sé cómo se habrán arreglado con la cocina porque mi compañera pidió su traslado, (ella sí podía porque era titular) en cambio yo tuve que esperar otras suplencias.
Volví a casa de mis padres y aprendí a cocinar más aún, ya con el pretexto de que si me pasara otra vez el ir al campo, necesitaba reforzar mis conocimientos culinarios.
Al año siguiente fui designada a trabajar con un Director, que por suerte manejaba el tema cocina como si fuera un chef profesional. Con él aprendí a elaborar entre otros platos, la polenta guisada, algo que hasta hoy día lo hago y a mi hijo menor le encanta. Tomé tanto amor a la tarea de preparar comidas que las casas que tienen delivery pierden plata conmigo, aunque para suerte de ellas muchas personas lo prefieren.
Pero igual, de tanto querer preparar comida casera, nunca se termina aprendiendo del todo. Como anécdota: Una vez casada, mi suegro se quedó a almorzar. Quise lucirme con ñoquis caseros de mandioca -también llamada yuca-. Tanta cantidad preparé que comimos lo mismo como tres días seguidos. No tenía idea de las cantidades. Eso sí, la salsa alcanzó solo para ese día, por suerte, porque no me gusta la salsa recalentada ya que puede caer mal. Si bien, en casa no se tira nada de comida porque lo reciclo, lo importante es que nadie se queja.
Hoy día prefiero preparar postres, tortas y panes dulces. Alguna vez lo he hecho para ayudar a una cuñada que lo vendía. Aprendí mucho con ella.
El trabajo en la cocina, sirve de complemento ya sea para comer sano y rico, o para aportar a la economía hogareña. A mí hasta me ha servido como terapia anti estrés.
Muchas madres no enseñan a cocinar a sus hijas o hijos, por falta de paciencia, por miedo a que se lastimen con algún utensilio de cocina, que se quemen, o simplemente porque no quieren que pierdan tiempo en eso y se dediquen al estudio (esto último decía mi madre). Pero creo que es importante enseñarles aunque sea lo básico para que sepan desenvolverse en caso de necesitarlo. Es por eso que sugiero a las madres a que no le quiten a sus hijos la posibilidad de aprender a cocinar, sobre todo si ellos demuestran tener interés por hacerlo.
ESO SÍ, LA COMIDA HECHA CON AMOR, ES SABROSA Y SIEMPRE SALE MEJOR.Malania Nashki.
ESTALLANDO RECUERDOS
En la desnudez de mis pensamientoscomo una hoja en blanco al vientobusqué en tus palabras aliento.Sentada frente al marel frescor del amaneceracarició mi rostroy sin permiso se filtróen la profundidad de mi cuerpo.Límpido el cielo anunciabaun día espléndido.Entre el norte y el surcambió el paisajeen beneficio de otras especies.Las hojas plateadasy el olor a malva frescase han quedado atrásjunto a salvias y albahacas.Los bosques de algarrobos y lapachosse han sumido en silencioen otra noche azabache.Los peñascos espejeaban al sol nacienteque, enardecido por el albateñía el paisaje.Seco el pastizal reflejabaque la lluvia estaba en falta.Transcurría el díazigzagueaban las horasmientras las aguasen duelo se batíanentrelazando sonidosde unos viejos poemasperfil en canto a mis oídos.Malania
Imagenes de R. E. S. y M. A.EL BARCO PIRATA
Poco promete este nuevo día,
que se levanta pálido.
El astro rey muy tímido
nos regala su débil resplandor.
El mar de azul verdoso,
y de a ratos, plateado,
lanza en sus onduladas olas
pequeños destellos
bajo la luz del sol
que de pronto se despereza
y alumbra con todo su esplendor.
Y es ahí donde te veo.
Las gaviotas planean sobre las olas
buscando algún pez desprevenido.
Muy a lo lejos se ve un barco.
Es el barco pirata que une dos puertos
y a su regreso me indica las once,
hora de ir a preparar el almuerzo.Malania
Imagen R. E. S.
TE PARECE MUY SABIO
De GARABATOS:
Para Elsa
Te parece muy bueno
Recargar pilas
Y mover los muebles
Y tirar cosas muy viejas
Y pintar lugares
Escondidos y tapados por recuerdos.
Te parece muy sabio
Rescatar del olvido
Eso q nadie quiere
Y dejar al aire
Tomando luz de sol
Aquello q nos ha dolido
Ayer y siempre.
Te parece muy fácil
Por momentos
hurgar en la memoria
Pero se resiste el arcano
Con los mezclados recuerdos
A dejar salir al aire
Lo q guarda en su seno.
Cuesta revolver silencios
Y sumar pensamientos
Y dar nueva fuerza
A la memoria
Y que no te quedes
Y que no se te prenda
la pavada
Y que no te duermas.
Tantas veces quieres
No pensar y te dices
Para qué tanto pienso
y pienso
Si es mejor el olvido
Pero te obligas
Y te esfuerzas
Y te niegas a borrar lo vivido.
Pero tienta el silencio
La quietud de la mente
Y pide insistente
Que deje colgados
Sin cerrar pensamientos
Sin dar vueltas o revueltas
Sin Criticar lo dicho y lo hecho
O lo no dicho o lo no hecho.
Y el no me importa se instala
Y la tontería te abruma
Y te angustia de veras
no decir ese algo
Eso q tanto quisiste
Enhebrar con palabras
dulces
Y alguna metáfora.
Y entonces de pronto
Una voz te sacude
De adentro te habla
Y te dice …
reacciona!
Y de nuevo te escribes
Y te llamas alerta
Y te dices las cosas.
Y te largas afuera
Y te sueltas un rato
Y respiras más libre
Ya está
Lo soltaste
A vivir sin mochila
Andar más liviana.Autora: Silvia Beatriz Carvallo
Imagen: R. E. S.
LA RAMA SECA
Hablan entre sí las hojas
de un regalo de Maesa,en atisbo de su infinitose contagian el brilloen verde amarillentonada las acongojani el silbido del viento
que barre las nubes
quedando casi sin aliento.Doce meses y más díasde aquel amanecer de abrilque se llevó nuestra armonía
con el tren que ese mismo día
dejó sus huellas
en nubes negras de vapor.La misma rama secaen monótono movimientose estremece con el cantode gorriones soñolientos.No quiere el exiliolucha en deseo de vidale queda savia todavíay las flores silvestres lo percibenen cada amanecer igual o diferente.Yo también deseo vida,dijo Maesa entre bostezosy al primer rayo del sol naciente.La congoja de la rama secano la conmueve para nada,en ese lunes de dormidos duendesperegrinos de acerasllenos de aburrimiento.MalaniaImagen M. J. T.ECLOSIÓN ROSA
Los canes estragaban los jardines.
Pero no sabían que allí estaba él, diligente, intrépido, perspicaz.
Era como un nimio, todo lo quería perfecto.
Algo ocurrió de repente y comenzó a flaquear. No sabía si mirar por la ventana y espantar a los pájaros o cuidar los jardines y correr a los perros. No percibía en su mente qué cosa era lo que mejor convenía.
No quería forzar sus pensamientos.
Entonces decidido juntó hojas con frases y palabras, las disecó, las colocó en un mortero y las dejó reposar hasta el día siguiente. Cuándo despertó, se dirigió al mortero con la idea de renovar su inspiración, quizás allí encontraría la poesía perfecta o el mejor de los poemas. Pero lo único que logró fue sacar a cucharadas letras sueltas.
Esperó al amanecer del otro día y emprendió una caminata. Antes sus ojos, estaban intactos los jardines. Los canes lo saludaban agitando sus colas y jadeantes le sacaban sus lenguas.
Decididos se armaron en carrera y confluyeron en un atajo bordeado de rosas blancas, rojas y rosadas. Los pequeños animales detuvieron su marcha y olfatearon uno a uno los capullos en eclosión.
El nimio desde ese momento se convirtió en amigo de los perros.
Quizás los canes le ayudarán a inspirarse a escribir poemas y poesías.Malania
Imagen de la red
DESEO LATENTE
Si pudiera ser ellapara contemplarte en la nocheo en horas de siestapara peinar tus cabellosreflejar tu miraday aliviar tus angustiasdecirte que eres únicoque cada línea de tiempono marca vejezsolo traza huellaque indica experiencia.Si pudiera ser ellala que advierte tormentasy alerta ante la lluviapara que no te haga dañoy puedas descansar ocultoen tu lecho al vientobajo nubes grisestras campos desiertosllenos de silencios.Quisiera ser ellala poderosa lunadel brillo de tus ojos, espejode tu sonrisa el reflejo,porque tú has sidoy sigues siendo mi sol.Malania
Imagen: Lua T.
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CERRO DE SIETE COLORES
El Cerro de los Siete Colores está ubicado sobre la Ruta Nacional 52 que se dirige al Paso de Jama, frontera entre Argentina y Chile, a la vera del pueblo de Purmamarca, provincia de Jujuy. Es un pueblo primitivo cuyo trazado urbano se hizo en torno a la iglesia principal, Santa Rosa de Lima. Fue declarado Sitio Histórico Nacional. Y es por eso que las viviendas y locales de venta, conservan sus formas primitivas.
“Purma”, significa campo sin sembrar o campo en el desierto y “marca”, significa pueblo. De allí el significado de “Pueblo de Tierra Virgen” o “Pueblo del Desierto”
El Cerro, atractivo turístico, está conformado por sedimentos marinos, lacustres y fluviales que fueron depositándose en la zona durante siglos.
Su color rosado está compuesto por arcilla roja, fango y arena.
El color blanquecino, por piedra caliza o calcárea, cualitas de color blanco.
Los colores pardos, marrones y morados, compuestos por plomo y carbonato de calcio.
El rojo, por hierro y arcilla.
El color verde, compuesto por filitas, pizarras de óxido de cobre.
El color pardo terroso, por roca con manganeso.
Y el color amarillo mostaza por areniscas calcáreas con azufre.
Toda esta compleja composición data de millones de años.
Una de las versiones de la leyenda sobre el Cerro de los Siete Colores se la puede escuchar aquí:Malania
Imagen propia