• Poemas

    EN VILO

    Montada sobre un sepulcral silencio,
    una madrugada,
    después otra, después otra más
    y así sucesivamente…
    se acoplaron el día y la noche
    con un aire de  vil crueldad
    vagando por las orillas
    del abierto ventanal
    sin una letra, ni una palabra
    ni una frase de amistad,
    menos una de amor
    siquiera pintada con cal.
    Pero a sus ruegos
    de un mejor destino
    acudió sin desatino
    un duende angelical.
    La despertó a las tres
    invitándola a navegar
    por el mar de las gaviotas.
    Concurrieron las marmotas
    con dulces de toda clase,
    con flores en la alfombra
    y aromando el universo
    en cada mano una rosa.
    Malania
    Imagen propia
  • General

    ASÍ ESTÁ…

    Cegado en su quietud
    sin ánimo de proeza
    dormita bajo el alpendre
    el  guardián prodigioso,
    junto a su amo rabioso
    porque sufre en la pobreza.
    Y no es que le falte comida
    ni tampoco las monedas.
    Lo que le falta es cariño
    a quién decir “te quiero”
    y tener a quién amar
    para poderla besar
    en madrugadas de invierno.
    Sin amor vive hace tiempo
    y su mascota lo siente
    cuando lo escucha llorar
    en madrugadas de soledad
    o cuando ve el sol poniente.

    Malania

    Imagen: J. G. T.

  • Poemas

    FIESTA DE COLORES

    En borracho amanecer,
    cantan los grillos.
    Refinados, en armonía
    con mariposas en vuelo
    pintan el cielo de amarillo.
    Amarillo acaramelado
    naranja amarronado.
    Y matizan el horizonte
    con celeste azulado
    y un rojo apasionado.
    Y por si fuera poco
    el vuelo de golondrinas
    vibra en V de Violeta
    entre turquesa y dorado.
    Sin quedar atrás,
    los horneros juntan barro
    mientras el carpintero
    coquetea con el viento
    desde la copa de un árbol.

    Malania Imagen: N. G.

  • Minicuentos

    EL VIAJE DE LA CEBOLLA

    Miguel es un productor y vendedor de frutas y verduras. Vive desde que nació en la localidad de Olegario Víctor Andrade, de la provincia de Misiones en el Litoral de la República Argentina. Estudió y obtuvo el título terciario en una Escuela Agrónoma cercana a su lugar de origen, pero no quiso continuar estudios universitarios. Prefirió quedarse para ayudar a sus padres en tareas de la chacra y así aprendió a cuidar y a querer cada una de las plantas y los productos que cosecha. Pero la superficie del terreno que trabajan no es de gran extensión, por lo que a veces es necesario reponer algunos comprando del Mercado Central. Su padre ya no vive y su madre es de edad avanzada por lo que el trabajo lo realizan Miguel, su esposa y un ayudante.
    Cada semana llevan sus productos en camioneta, a la Feria de un lugar llamado Santa Helena.
    Todo fue aumentando su costo, pero algunos productos subieron hasta el doble, como las cebollas.
    Me acerqué al cajón de las blancas y de las coloradas. Casi todas diminutas y algunas con pequeños brotes verdes en señal de que deberían ser usadas para una nueva planta.
    Le pregunté por qué traía esas para vender.
    – Son más económicas –me respondió.
    Y la esposa agregó: – Hay una en particular que la traigo y la llevo en un rincón del cajón y así por varios fines de semana, viaja de ida y de vuelta porque nadie la quiere. Parece estar podrida pero no lo está.
    Entonces le pedí que me la vendiera.  Me la dio y no me quiso cobrar por ella.
    Llegué a casa y no me animé a utilizarla en la comida ya que no sabía si estaba buena o no. En cambio María, la chica que me ayuda con la limpieza en casa, a la que le relaté lo sucedido, me pidió para llevarla.
    Viajó la cebolla, esta vez en colectivo, envuelta tímidamente en un papel de diario y una bolsita de polietileno para evitar que soltara olor en el bolso de María. Llegó a su casa para la hora de cocinar y no dudó en cortar la cebolla por la mitad. No estaba podrida, tenía brotes muy verdes, por lo que María utilizó el pedazo superior para preparar el almuerzo y la otra parte dejó en agua por dos días.
    Como ese día no trabajaba fuera de la casa, procedió a preparar la tierra y colocar el pedazo de cebolla en tierra fértil junto a otras plantas de verdes hortalizas. Seguramente en breve, dará una nueva planta y nuevos bulbos comestibles.
    Ahora, la cebolla viajera, está plantada en la localidad de Candelaria, de la misma provincia y país, lugar donde vive María.

    Malania

    Imagen: R. M. T.

  • Haikus

    ROJAS Y BRILLANTES

    Haikus

    No es amapola
    tampoco campanilla.
    Se sabe hermosa.

    Por tanto elogio
    ruborizada la flor
    hace una venia.

    Las Amaryllis
    preciosas y brillantes.
    Fulgor de espejo.

    Malania

    Imagen: M. P.


  • General

    MARIPOSA MIMETIZADA

    Quizás no debió ser y no fue,
    un desencuentro fortuito con lo desconocido.
    Fue cuando la  oscuridad abolió
    el juego del eclipse fallido.
    Y la inundación canceló
    los desfiles del aniversario.
    Pero… ¿aniversario de qué?
    ¿Del primer aleteo de una mariposa?
    delicada y fina como el cristal
    transparente como lencería de noche
    con movimientos casi fantasmales
    mimetizándose entre las flores
    aleteando en la verde pradera.
    Y alguien inventó, quizás el universo,
    el día del aleteo maravilloso
    entre los dedos de la mágica naturaleza
    para que podamos gozar
    de la belleza de su vuelo
    aunque no haya juegos de eclipses
    desencuentros fortuitos
    ni desfiles de aniversario.

    Malania.

    Imagen: R. E. Ch.



  • General,  Sueños

    PANAL DE AVISPAS

    He encontrado un panal de avispas en el hall de mi casa pero antes lo había soñado.
    ¿Qué significa soñar con avispas y otros insectos?

    Soñar con insectos puede representar pequeños obstáculos a superar. Se suele tratar de pequeños problemas o preocupaciones, que son necesarios eliminar, para que no se conviertan en algo mayor.
    Por otra parte, los insectos en los sueños simbolizan la sensibilidad y la exactitud.
    A veces los insectos en los sueños se interpretan como mensajeros divinos. Quizás lo que están diciendo es la necesidad de replantear valores y principios, para poner en orden nuestra vida.
    Soñar con insectos puede también ser una promesa de ganancias financieras o la resolución de un misterio

    Encontrar un panal de avispas en casa es considerado un buen augurio en países como China y Tailandia, puesto que hace un llamado de atención para vivir armoniosamente en comunidad y tener una buena relación sincera, larga y duradera con los que te rodean.

    También, tener un panal de avispas en casa indica que debes tener una visión mayor de la cosas, es decir, observar con más detenimiento lo que está pasando a tu alrededor  y analizar cada aspecto profundamente, desechando lo negativo.
    Es necesario aprender a tomar buenas decisiones en todos los ámbitos de tu vida.
    Encontrar un panal de avispas en la casa es de buena suerte, porque ellas representan el valor y la energía vital que debes tener para salir vencedor de la situación que estás viviendo, porque las avispas son animales de poder.
    No te alarmes al ver un panal de avispas porque estos increíbles animales son espíritus protectores y se instalaron allí para traer a tu hogar y a quienes lo habitan, protección y tranquilidad. Por eso, no debes destruir su panal, de lo contrario, puede traer energías negativas y malas vibras.
    Las avispas también polinizan flores y cumplen un papel clave para el medio ambiente matando y comiendo otros insectos considerados pestes.
    El significado de avispas en casa generalmente es positivo, porque las avispas representan un nuevo comienzo, así como también desarrollo, trabajo en equipo, inteligencia y eficiencia. Sin embargo, en algunas civilizaciones este insecto está relacionado con las energías negativas.

    Información tomada de la red.

    Imagen de la red

    Imagen propia

  • Cuentos

    LA PERRA CHOLITA

    Lejos del invierno gris los días previos al de Navidad, y también al Nuevo Año, el hemisferio se cubría de un calor, no solo diurno sino también nocturno, sofocante e interminable.
    Los fuegos artificiales aturdían a cualquier hora del día pero más cuando caía la noche.
    El día de fiesta se cubría de luces por el aire, como si festejar con pirotecnia era la única manera de recibir a esas fechas con el agregado de abundante comida y bebida sobre todo en hogares más pudientes económicamente.
    Uno de esos días, no recuerdo exactamente cuándo, mientras el viento conjugaba a su manera algún verbo, los estruendos terminaron y las luces se apagaron, el silencio fue interrumpido por ladridos de perros, algunos extraviados en el espacio y el tiempo.
    Al amanecer,-mi padre siempre se levantaba muy temprano-, encendió la cocina a leña y se dispuso a preparar el mate como lo hacía todos los días. Pero esa mañana fue diferente. A sus buenos y sanos oídos llegaba el gemido de un animal que desde la ventana de la cocina no podía distinguir bien qué tipo de animal era, aunque supuso que era un perro. Y no se equivocó porque al acercarse y levantar las ramas del árbol lleno de flores color naranja, de esas que son las preferidas por mariposas y colibríes, vio a la perra pequeña que estaba acurrucada contra el tronco de la planta. Lo miró muy asustada y quiso disparar pero una de sus patas estaba lastimada y no pudo hacerlo. Mi padre le acercó agua y comida, y la dejó, pensando que se iría luego a buscar su hogar. Pero al rato vio como la perrita color canela caminaba renga hacia la casa. Su mirada con un inigualable brillo y su movediza cola eran signos de agradecimiento por la atención recibida.
    Nadie nunca la buscó. Desde ese día fue la fiel mascota y su compañera de caminatas. Mi padre recorría una legua desde la casa del pueblo hasta el campo donde trabajaba prácticamente de sol a sol.  Ambos compartían el almuerzo y alguna que otra galleta que comían a deshora.
    Un día Miguel, -mi padre- tuvo que viajar a la ciudad para realizar un trabajo en casa de su hermana Julia. Mi hermano mayor lo llevó a la terminal de ómnibus en su Fiat 600 color azul marino. Ninguno de los dos se dio cuenta que Cholita, la perra, se subió y se escondió detrás del asiento entre las cosas que llevaba mi padre para regalar a su hermana. Cuando comenzaron a bajar los productos de campo –zapallo, mandioca, batatas, choclos- la perra se las ingenió y bajó sin que se dieran cuenta. Cuando paró el colectivo, Cholita se mezcló entre los pasajeros sigilosamente, ascendió al transporte y se acostó debajo de un asiento y nadie la delató. Al llegar a la ciudad, Cholita detrás de papá Miguel llegó a la casa de mi tía Julia. Pero como la mujer no soportaba tener animales en su casa, le dio un día de plazo para que la devolviera a su hogar del pueblo. Mi hermano mayor tuvo que hacer ese viaje de cincuenta kilómetros de ida y lo mismo de vuelta, para buscar a la perra.
    Mi padre estuvo ausente de su casa durante dos semanas y la perra no quería comer solo tomaba agua y leche, a pesar de la insistencia de parte de mi madre.
    Cuando papá Miguel regresó, la perra bailaba de contenta. Recuperó su peso y siguió viviendo feliz junto a su amo.

    Basada en una historia real.

    Autora: Malania

    Imagen de la red

  • General,  Poemas

    EL HOMBRE Y LA MUJER EN COLORES

    Existen diferentes conceptos
    sobre el hombre y la mujer
    aun así, en esencia
    es un mismísimo ser.
    Diferentes opiniones
    hacen de ella una diosa
    y de él un rey de varones.
    Pero él opina igual a muchos, que:

    “La mujer es toda luz

    un arco iris completo,

    en millones de colores.

    Algunas -inclusive- tienen

    la capacidad de hacer crecer

    con su fulgor, al color preferido

    del hombre con quien convive.

    Aún siendo así, un cuadro

    de fulgurantes colores y único

    si no tiene un marco que lo contenga.

    No se puede apreciar suficiente bien

    sus colores, sus brillos, su intensidad

    como para admirar todo lo que es.

    Y el hombre es bicromático

    todo es blanco o todo es negro,

    un simple color

    quizás alguno pueda tener

    alguna gama de grises disponible.

    El hombre solo no es nada

    porque no tiene cómo resaltar.

    Pero la mujer, vuelvo a decir,

    tampoco puede brillar

    si desarrolla una difusión de sus colores

    sin un marco que la contenga.

    El hombre es quien pone ese marco

    blanco o negro

    o de un color simple

    en la belleza multicolor de una mujer

    para que ésta se destaque.

    La naturaleza es sabia,

    cada cual tiene un destino y un porqué”

    Autor: R. E. Ch.