• Poemas

    COPOS DE AMOR

    Ella seleccionaba los copos de algodón más suaves,
    para acariciar su piel en días de invierno.
    Él tejía misterios amurallados en el horizonte,
    apedreados en vicisitudes  de blanco y negro.
    Mientras tanto la flor  bregaba en el desierto,
    por un poco de amor y de cuidado verdadero.  
    Imagen de la red.
  • General

    LOS DÍAS DE SERAPIO

    Lejos de ser campo desolado sin cultivos,
    Serapio se encargó de plantar
    a su antojo y libre albedrío.
    Con su azada y su pala abrió surcos
    y sembró semillas, plantó esquejes y bulbos,
    nada para vender, todo para su consumo
    y el de sus mascotas.
    Para él su familia son los animales,
    un gallo cantor, un gato maullón, varios perros,
    y unas cuantas gallinas que ponen huevos,
    los suficientes para su consumo.
    Las encierra por las noches
    por las comadrejas intrusas
    y así evitar escaramuzas
    con sus amigos los perros.
    El gallo es su despertador
    con su canto mañanero,
    y el ladrido de los perros
    ahuyenta a los malevos.
    El gato con su destreza
    limpia la casa con fortaleza,  
    de insectos y roedores
    para evitar que se contaminen
    los escasos alimentos
    manteniendo limpio el ambiente.
    Los perros acompañan a Serapio
    a buscar agua de la vertiente
    y la leña seca que busca del campo.
    El gallo queda de jefe
    con su ayudante el gato.
    Las gallinas cacarean
    orgullosas por el buen trato.
    Serapio plantó batatas,
    mandioca y mucho zapallo,
    es lo que más le gusta
    porque cosecha todo el año.
    Sembró maíz,  verduras y otras legumbres,
    por necesidad y por costumbre,
    y a veces la incertidumbre
    lo pone de mal humor
    cuando hay heladas sin lluvias
    o está muy caliente el sol.
    Y así transcurren los días
    de Serapio y sus mascotas
    en total monotonía,
    pero aún así es feliz en su choza.
    Paredes de madera y bosque
    chapas de cartón y estrellas
    de cubierta para el sol de día
    y la misteriosa noche.

    Imagen: M.J.T.

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    ENTUMECIDA

                
    Literalmente comprendió el mensaje.
    Qué más daba si era virtual o real.
    Amaneció con la almohada sobre su cara,
    en señal de negación a un nuevo amanecer
    ¿Todo para qué si él no la quería?
    Quien no quiere amar,
    ni siquiera siembra en el desierto,
    por temor a que misteriosamente la semilla
    acabe germinando, pensó.
    En cambio el que ama,
    busca sembrar en tierra fértil,
    la cuida, la riega y la protege
    con besos, mimos, caricias y abrazos,
    para así verla crecer.
    Por resistencia a la vida,
    la semilla de a poco desaparece,
    o entumecida
    por el frío y el cansancio del andar,
    en algún lugar perece. 
    Imagen de la red.
  • Poemas

    NUBES DE ACERO

    Esplendorosa la luna,
    misteriosamente serena,
    vuelca la inútil belleza
    de su luz, atascada
    por las nubes negras.
    No hay estrellas fugaces
    ni vigilantes luciérnagas,
    solo fugitivas manchas grises
    en un anochecido horizonte,
    con extinción parcial
    de las farolas encendidas.
    Los transeúntes desaparecen,
    ni los fantasmas se animan
    a salir de paseo, cuando
    la tormenta se avecina.

    Imagen: M. J. T.

  • Poemas

    POR EL SENDERO

    Cantaba sin oírse y sin que nadie lo oyera,
    llenando las horas vacías de la calma;
    regaba el lecho de misteriosas piedras,
    un arroyo profundo de aguas pálidas.
    Se despojaba de los rumores de almas
    esperando la lluvia para limpiar estrellas,
    que reflejadas en el  crepúsculo cálido
    gozaban en laberinto agudo de sus breñas.
    El sol improvisaba una sonrisa fresca,
    besando con sus rayos lianas y rosaledas,
    crespones oscuros y hojas pintorescas,
    en un amanecer fragante de la naturaleza.
    Mientras camino por orillados senderos,
    pienso en ti y en tu sonrisa bella.
  • General

    ESPEJO DE AGUA

    Cuando te miras al espejo,
    tu oreja izquierda
    parece ser la derecha,
    lo mismo con los ojos,
    los brazos y las piernas.
    Cuando los árboles se reflejan
    en el agua cristalina del lago
    aparecen como invertidos
    con la copa hacia abajo,
    al igual que las montañas
    aparecen con sus picos
    en posición invertida.
    Todo esto tiene una explicación,
    pero para mí,
    es un misterio de vida.

    Imagen del Lago Espejo de E. P. L.

  • Poemas

    NADA FUGAZ

    En el holográfico universo,
    múltiples planos
    en grises y naranja,
    entremezclados
    con colores sin nombre.
    Planos misteriosos y mágicos,
    que se desplazan
    entre la fresca y divertida
    brisa del horizonte,
    cuando el sol
    se va despidiendo
    sin rigor del tiempo,
    desmontado
    de los hombros gigantes
    de una nube.
    Imagen: E. P. L.
  • General

    SÁBADO SIN SOL

    Creció con los obstáculos
    del terreno estéril
    y vientos en contra. 
    Aun así,
    permaneció firme y activa.
    Pero a veces, la angustia
    de las horas infinitas
    de un sábado sin sol,
    la volvía vacilante y débil.
    Con aire misterioso,
    expectante de aquel amor tácito
    pero no imposible,
    a pesar de la aversión
    que sentía por cierta persona,
    se aventuraba a pensar,
    que algún día
    volvería a tener frente a sí
    la complicidad del sabor
    de un café compartido,
    hoy escondido
    detrás de mudas letras.
    Aun así, lo siente
    agradable a todos los sentidos.

    Imagen: M. J. T.

  • Poemas

    PROYECCIÓN LUMINOSA

    Las siluetas de los árboles,
    se reflejaban sobre la nieve,
    bajo la cara poco iluminada
    de la luna llena.
    Una alfombra tejida
    con pétalos de lapacho blanco
    hace una aparición sin consistencia.
    Surge entre tinieblas impalpables
    como de proyección luminosa,
    una liana con hojas rojas.
    No hay penumbra dorada
    como en otros días.
    El sol se ha recluido
    con encanto misterioso y velado,
    mientras las estrellas en silencio
    dan un monótono paseo rústico
    acariciando las nubes.  

    Imagen: R. E. Ch.

  • General

    ARDIENTE IMAGINACIÓN

    A veces, todavía se veían en torno a ella,
    una flor misteriosa que ya no despierta nada,
    despacio fue apagándose su elegancia
    por los fragmentos de un mundo desconocido.
    Pero no se pudo apagar
    la ardiente imaginación de los amantes
    y con frenética audacia, envueltos
    en la brisa cargada del perfume
    de magnolias blancas, graban
    un gracioso sello de rara distinción
    en la planicie de un campo,
    en un venturoso acto de amor.

    Imagen: R. E. Ch.