• General

    BARDO

    “Cualquier persona que contemple la vida con honestidad, podrá ver que vivimos en un estado constante de suspenso y ambigüedad.
    Nuestra mente alterna de modo permanente la confusión y la claridad, pero lo más misterioso de la vida es que a veces, pese a toda nuestra confusión, también podemos ser verdaderamente sabios. Eso nos demuestra lo que es el bardo.
    Bardo es una continua y desconcertante oscilación entre la claridad y la confusión, la perplejidad y la revelación, la certidumbre y la incertidumbre, la cordura y la locura.
    En nuestra mente, tal como ahora somos, la sabiduría y la confusión surgen de manera simultánea. Esto significa que nos enfrentamos a un constante estado de elección entre las dos y que todo depende de cuál elijamos. Esa incertidumbre permanente puede hacernos parecer todo sombrío y casi desesperado, pero si la contemplamos más a fondo observaremos que por su propia naturaleza crea brechas, espacios en los que continuamente florecen profundas oportunidades de transformación, siempre y cuando seamos capaces de verlas y aprovecharlas”.

    Texto tomado de: El libro tibetano de la vida y de la muerte.  Prólogo de Dalai Lama.

  • General,  Poemas

    LA ESPERA

     
     
    Eres poeta
    artesano en letras
    y surcos de mi cuerpo.
    Te quiero así
    tal cual eres
    con tus miedos, o no
    tus dudas y misterios
    con esa mirada tierna
    y sonrisa fresca.
    Sé que tu río me espera
    a navegar mi interior
    con dulzura y firmeza
    matizado con besos
    que saben tan ricos
    a miel y fruta fresca.
    Hoy me detiene la lluvia
    los fulgores en la estela.
    Ya llegará el gran día
    pido perdón por mi ausencia
    se ha hecho larga la espera.
     
    Malania
    Imagen de la red.  
     
     
  • General

    INTERROGANTES

    ¿Cómo explica la ciencia
    el dulce olor de la tormenta?
    ¿Será el petricor que percibimos
    después de una sequía
    lo que nos llena los sentidos
    de perfume infinito?

    ¿A veces la geosmina
    llega antes de la lluvia?
    ¿Será que la humedad aumenta
    y se humedece el suelo sin que llueva?
    ¿El olor es una combinación de aceites
    que provienen de las plantas
    ante períodos secos
    y de bacterias que viven en el suelo?

    Y por último:
    ¿Por qué a los niños les gusta chapotear
    en un charco de agua de lluvia?
    ¿Y aunque haga frío disfrutamos
    de jugar en la blanca nieve taciturna?
    ¿Por qué no suenan como antes
    las campanas  en todas las iglesias?
    ¿O es que ya a nadie le interesa
    el petricor,  la geosmina, el chapoteo,
    el color de la nieve y el repiqueteo?
    ¿Será que nuestros sentidos han sido
    vapuleados por la pandemia?

    Malania

    Imagen: P. M.


  • Poemas

    CANTO EN SILENCIO Y SOLEDAD

    Se ha posado el canto
    en el silencio de la noche
    los murmullos han enmudecido.
    Los poemas se ocultan
    y mi hoja permanece en blanco.
    Oprimo mi mente
    en la que fue tu almohada
    y brotan las palabras
    con notas alborotadas.
    El mundo agotado
    cada vez más tarde
    con vilo se levanta
    con frío y solitario.

    Malania

    Imagen propia.

  • Poemas

    OBSERVADOR OCASIONAL

    Muy despacito,
    van desapareciendo
    las luces del día.
    Un sábado diferente
    en que la pluma del pintor
    se oscurece
    y los reflejos esbozan una imagen
    dando vida a la silueta
    de un observador ocasional.
    Se encienden los candiles del paseo
    y con ellos su mirada
    frente al espejo del río
    sin saber de qué o de quién
    es el reflejo tímido
    que se mece  en el agua
    del irónico y portentoso río.

    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • Poemas

    LAMENTO LEJANO

    Lejos de las serpentinas
    del laberíntico recorrido urbano
    en noche de luna quieta
    con la ilusión de las estrellas en canto
    al compás de las ramas secas
    lo vio, él estaba allí
    entre los tímidos rayos del sol naciente
    un turbio día de noviembre.
    El zumbido cobrizo de las chicharras
    hacían más densa la penumbra selvática.
    Ella sabía que el horario de su vida
    no estaba subordinado
    a las leyes del tiempo divino
    sino a los ciclos propios
    de sus deseos y de su destino.
    Lo vio, claro que sí
    en una fecha
    la más grande fecha de la desilusión
    bajo un cielo pasmado de frío
    aspirando el aliento taciturno de malos presagios.
    Y con la intensidad de la intemperie
    su intemperie
    solo pudo escuchar un  lamento lejano.
    Malania
    Imagen: S. D. V.
  • General

    SU PRESENCIA

    Observador empedernido
    de la fascinante naturaleza,
    pero sobre todo
    del mar y del atardecer en el río.  

    Sus ojos llenos de bondad
    centelleaban buen humor.
    Su mirada y su porte revelaban
    que era un hombre culto y sabio.
    Su voz era grave y modulada,
    totalmente cautivadora.
    Las palabras fluían de su boca
    en un torrente de elocuencia y poesía.
    Suscitaba admiración y respeto.
    Sumido en abrumador silencio,
    su presencia resplandeciente
    de hombría y amor
    irradiaba una dulzura espontánea.
    Talante y afectuoso.
    Su presencia engalanaba mi habitación
    y expandía su perfume natural
    en una atmósfera mágica
    de paz y serenidad.

    Malania

    Imagen: propia

  • General

    COSTA CHAQUEÑA

     

     

    COSTA CHAQUEÑA

    Hay tertulia entre las nubes
    y las calles lo festejan
    la tempestad desapareció
    cuando la luna llena,
    las aguas del río iluminó.

    Parece día pero es de noche.
    Se tiñen las olas mansas
    de azulino sin derroche,
    guiando a los pescadores
    entre rocas y camalotes.

    Malania

    Imagen: S. D. V.

  • Haikus

    COCOTERO

    Peina la brisa,
    con tímidas caricias
    la noche espera. 

    Las hojas verdes
    ondulan el paisaje
    del cocotero.

    Las nubes danzan
    sobre las aguas mansas
    de un claro río.

    Malania

    Imagen: N. G.

  • Poemas

    ENTRE NEGRO Y RADIANTE

     

    El sol quema en costanera
    y las nubes escapan
    para no morir navegan.
    No son blancas ni celestes
    son de negra polvareda.

     

    Pero al otro lado del río
    las nubes no sienten frío,
    pasean sin disparar
    aunque ven a la noche
    que está por llegar.

    Malania.

    Imágenes: J. A. T. y M. J. T.