• Poesía

    LAGUNA “EL POTRERO DE LOS FUNES”

    En una laguna de agua transparente,
    donde los peces danzan con gracia y encanto,
    se erige un hotel cercano, un enclave,
    para turistas, pasajeros, visitantes, tanto.

    El sol acaricia suavemente la ribera,
    mientras las olas besan la orilla con ternura,
    y en este paraíso, la vida se despliega entera,
    con risas, susurros y momentos de dulzura.

    Los turistas llegan, sedientos de aventura,
    explorando la belleza que la naturaleza brinda,
    mientras los peces juegan en su danza pura,
    y el hotel acoge sus sueños que cada habitación anida.

    En esta laguna de agua cristalina y clara,
    los corazones se llenan de paz y armonía,
    y los recuerdos perduran como joyas raras,
    en el lienzo etéreo de esta tierra tan bonita.

    En la laguna, un hotel flota en calma,
    sus cabañas se mecen con suavidad,
    sobre el espejo que el cielo abraza,
    donde el agua transparente es su verdad.

    Las cabañas, como nubes, se deslizan,
    sobre el lienzo azul que el sol acaricia,
    en esta escena donde el tiempo se iza,
    y el alma encuentra su paz y delicia.

    El hotel flotante, oasis en el agua,
    refleja la belleza de la naturaleza,
    donde el silencio canta en cada altura,
    y el viento acaricia con su suave promesa.

    En esta laguna, refugio de ensueño,
    en su lecho risueño, se anidan los sueños.

    Malania

    Imagen propia

  • General

    MI TIERRA NATAL

    En las profundidades del valle, donde el sol besa la tierra y las montañas parecen tocar el cielo, se encuentra mi tierra natal, -comentó el joven a un grupo de amigos- un lugar impregnado de magia y misterio, entre arbustos y palmeras. Desde mi más tierna infancia, he sido testigo del encanto que emana de cada rincón de este lugar.
    Las mañanas comienzan con el canto de los pájaros que dan la bienvenida al nuevo día, mientras el aroma a tierra mojada se mezcla con el dulce perfume de las flores silvestres. El río serpentea entre los campos verdes, como una vena vital que alimenta la tierra y el alma de quienes la habitan.
    En los días cálidos de verano, el sol brilla con intensidad, pintando de dorado los limonares y los campos de trigo y maíz que se mecen suavemente con la brisa. Las tardes se vuelven cómplices de secretos compartidos entre amigos, bajo la sombra de los viejos árboles que guardan historias de generaciones pasadas.
    Pero es en el otoño cuando la tierra se viste de colores vibrantes, como si fuera un lienzo que el mismísimo pintor celestial ha decidido adornar. Los tonos rojizos, dorados y ocres pintan un paisaje digno de admiración, mientras el aroma a tierra húmeda y hojas secas llena el aire.
    El invierno llega con su manto blanco, cubriendo todo a su paso con una capa de nieve que transforma la tierra en un paisaje de ensueño. Las noches se vuelven más largas y frías, pero el calor de los hogares y el espíritu solidario de la comunidad mantienen viva la llama de la esperanza y la alegría.
    Y así, en este lugar donde el tiempo parece detenerse para permitirnos saborear cada momento, se encuentra mi tierra natal. Un refugio para el alma, donde los recuerdos se entrelazan con los sueños y el amor, por esta tierra perdura más allá de las palabras.

    Malania

    Imagen propia y de la red.

  • Cuentos

    EN LA TIERRA ROJA

    Había una vez, en un lugar lejano y misterioso, un pequeño pueblo rodeado de campos de tierra fértil, donde los arroyos serpenteaban entre las sierras. En este lugar, la naturaleza parecía bailar al ritmo del viento, y cada amanecer pintaba el cielo con colores que parecían sacados de un lienzo.
    En este lugar nació una criatura especial, un niño que vino al mundo en medio de la magia que envolvía aquel paisaje. Desde su nacimiento, se notaba algo diferente en él. Sus ojos reflejaban la profundidad de los arroyos, y su risa resonaba como el murmullo del viento.
    Este niño creció entre la tierra roja y la frescura de los arroyos, aprendiendo los secretos de la naturaleza que lo rodeaba. Cada día, exploraba los senderos que serpentean entre los árboles del bosque, maravillándose con la diversidad de vida que habitaba aquel lugar.
    Con el paso del tiempo, el niño se convirtió en un joven lleno de sabiduría y curiosidad. Sus pensamientos volaban tan alto como las aves que surcaban el cielo, y su corazón estaba lleno de amor por el lugar que lo vio crecer.
    Un día, mientras caminaba por los senderos que conocía tan bien, encontró una antigua cueva escondida entre las sierras. Con valentía, decidió adentrarse en ella, sin saber qué encontraría en su interior.
    Para su sorpresa, dentro de la cueva descubrió un antiguo libro, cubierto de polvo y lleno de misteriosas inscripciones. Con manos temblorosas, comenzó a hojear sus páginas, dejándose llevar por las historias que relataba.
    El libro hablaba de antiguos guardianes de la tierra, seres mágicos que protegían el equilibrio de la naturaleza. Y en cada página, el joven encontraba la clave para despertar su propia conexión con esa historia y convertirse en uno de esos guardianes.
    Decidido a seguir su destino, el joven se sumergió en el estudio de las enseñanzas del libro, aprendiendo los secretos de la magia que fluía a través de la tierra roja y los arroyos. Con cada día que pasaba, su conexión con la naturaleza se hacía más fuerte, hasta que finalmente se convirtió en un verdadero guardián de la tierra.
    Desde entonces, el joven recorría los campos y los arroyos, protegiendo a los seres que habitaban aquel lugar y velando por el equilibrio de la naturaleza. Su amor por la tierra roja y las sierras nunca menguaba, y su espíritu seguía siendo tan libre como el viento que acariciaba aquel paisaje.
    Y así, la historia de aquel joven se convirtió en una leyenda que perduraría para siempre, recordando a todos la importancia de cuidar y respetar los maravillosos regalos de la naturaleza.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Poesía

    LAS DOS GATAS

    En el tejado, la gata reposa,
    bajo nubes grises, su sueño asoma,
    mientras otra gata su paso arrastra,
    en la quietud del techo, ella duerme.

    Almohadón rojo en la esquina calma,
    mimosa es la brisa que suavemente
    acaricia las sombras de la noche,
    mientras la gata, en sueños, se mece.

    Malania

    Imágenes: M. J. T.

  • Prosa Poética

    HÁBLALE

    Por la noche háblale a la luna, también a las estrellas.

    Al amanecer háblale al sol, también a la brisa mañanera.

    La luna te regala su magia, las estrellas su compañía.

    El sol te dará su energía, la brisa su frescura.

    Tendrás fuerzas para seguir andando encontrando la felicidad.

     
    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: propia (Malania)

  • Poesía

    EL NIDO

    Por qué el pájaro 
    construyó su nido
    en la punta de una rama
    inmerso en silencio tibio
    y la brisa en calma
    lejos del bullicio
    de niños en las plazas.
    Quizás aprovechó una liana
    en una otoñal acacia
    sin sus flores extrañas 
    o una pacana en vilo
    esperando paciente
    por sus frutos ser adornada.
    El nido espera a su huésped
    mientras el atardecer naranja
    a sus pies se desmaya.
    Malania
    Imagen: M. J. T.
                                                                                                                                  
  • Poemas

    MAR Y OCÉANO

    Se han convocado a pintar un momento,
    el zafiro, la esmeralda y el topacio.
    Azul, verde y grisáceo,
    con pinceles, hisopos y muchas ganas
    actuaron en armonía,
    sin pausa, muy despacio.
    Plasmaron la brisa suave y estimulante
    en mar, montaña y cielo,
    ayudados por el viento
    dando bienestar en un solo respiro,
    ni que fuera todo un templo.

    Malania

    Imagen: A. M. N.

  • Poesía

    A LA MUJER EN SU DÍA

    Mujer, con perfume de estrellas
    Y cabellos de perlas
    ¡Desafías el magnetismo de la tierra!
    Tu sonrisa, descubre fronteras.
    Agua purificadora, en donde llegas.

    Estás en el mundo, para hacerlo más bello
    Para colocar luceros
    Donde antes, estaba negro
    Iluminas, sólo con tu presencia
    Rosal en capullos…es tu esencia.

    Admirada, respetada por obrar maravillas:
    Acunar en tu vientre… una criatura
    Traerla a la vida
    Ese rol, te transforma en heroína,
    De luchas y batallas… que nunca terminan.
    ¡Galaxia convertida en creación divina!
    Madre o mujer… no importa el papel.
    Tu misión, va más allá de un cliché
    Estás aquí, para emprender el vuelo
    Como pájaro de fuego

    Volcán, en erupción
    ¡Montaña, para la contemplación!
    Mil veces prisionera
    Y un millón de veces, libre pasajera
    Dios, te hizo como a las hadas
    Para poblar de árboles, los desiertos
    Y convertirte en oasis para los sedientos.


    En esta hora menguada
    Donde muchas… perecen en manos
    malvadas
    Por defender ideales
    o para mostrar sus talentos
    Por su libertad, y la de sus pueblos
    Dejando a sus hijos en completa orfandad,
    Llamo a la reflexión: su aceptación es…
    ¡equidad!
    No podrá lograr la paz,
    Un país que no vea en esta polaridad
    ¡Un pilar fundamental para la sociedad!

    Autora: Sira Vargas De Biheller

    Imagen de la red.

  • General

    UN AMIGO

    Un amigo no es el que comparte un momento y después se va.
    Es el que siempre está con un “cuenta conmigo” diario.
    El que dice “tú puedes” empujándote para que no te detengas.
    Tiende la mano y pide te afirmes, seguro no se perderán.
    Un amigo de sonrisas, borrando lágrimas, entendiendo tu tristeza.
    Perdona errores sabiendo que la imperfección es de humanos, tus éxitos los hace suyos también. 
    Un amigo es el que anida en tu corazón, alejando olvidos mientras se vuelve recuerdos.

    Autor: poeta uruguayo Miguel Márquez


    Imagen: propia (Malania)

  • General

    EXTRAÑA SOLEDAD

    Te alejas, pareces marchar pero, regresas sin avisar, trato olvidarte, ¡ay! si pudiera.
    Voy solitario, solo las estrellas son compañía, miro el tiempo sin detenerse dejando el pasado.
    Sos un poco de ayer, un poco de hoy, nostalgia de lo que no está.
    Extraña soledad vas sin regreso, te encuentro mañana esperando por mí.
    Lágrimas borran la risa, sonrisa tan viva engañando tristeza, tu voz escuchando cual eco a los cuatro vientos.
    Me llevas, me traes, sigo sin entender lo que no comprendí ni comprenderé,
    seguiré esperando que decidas irte.

    Autor: Miguel Márquez


    Imagen: Propia (Malania)