MAÑANA SERENA
Voy caminando despacio
contemplando lo que encuentro
y sin perder de vista el suelo
puedo observar el firmamento
Pintadas están las aceras
con camelias y azaleas
y en el azulado cielo
las nubes que navegan.
El sol filtra sus rayos,
lejanos, entre palmeras.
Las nubes entre sí tropiezan
como bloques de escollera.
Con el sol cambian colores
con la brisa, bailotean
y se mecen sin apuro
coqueteando con el viento.
Vuelvo a casa muy contenta
en una mañana serena.Malania
Imagen propia.
ELÍPTICO ECLIPSE
Un eclipse arrepentido se levantó contra el cielocuando la granizada golpeó los vidrios del portezuelo,con ventanas entreabiertas a la hora de la siestadesnivelando los quicios, sembrando el pánico,haciéndolos sentir que estaban vivos,rompiendo el silencio con estrépito truenoy con el impulso de su obtuso aliento.Ni un designio de su voluntad que apareciera impresose veía en letras grandes con la gloria de otros tiemposy sin encontrar sosiegohasta los pájaros en las jaulas, estaban muertos de miedo.Todo era complejo, aunque estaba completoen los espejuelos de la mesa donde el hombre estaba tenso,entre las flores de su propio huertoque en jarrones perfumaban la casa y todo su cuerpo,allí permaneció perplejo.Arengas repetidas tan presentes en su vidaa merced de sus sueños ahogadosen un amanecer solitario y lento,mientras su insomnio pastoreaba madrugadasy en vientos de luna llena sentía el paso del tiempo,dejando huellas descalzas con las palmas de sus manosestampadas en paredes enmohecidas en noches sonámbulas.Preso del tumulto exterior lleno de espanto,por todas partes los vestigios olvidados que el viento se iba llevando,con lluvias de hojas secas que acababan en el último peldañode una escalera de fieltro bajo la cual se guardabanlos únicos platos de antaño.Todo era culpa de aquel eclipse, decía ella para consolarlo,y él tirado como un mújol azul plateadoen una casa de náufragos con puro olor a quemado,se abatía en el remanso de la decrepitudcon alpargatas de desahuciado.MalaniaImagenes de la red.ESA MIRADA
Un viejo trencon los colores del cieloun vuelo a las nubesy un navegar sobre ellaso un asiento individualen un micro larga distanciano importa de cuál empresa sea.Tú lo sabespor eso me miras asícon ojitos melancólicosporque intuyes que estaré ausenteesta vez no sé por cuánto tiempo.Mi mudanza está a punto de partiralgunas cosas he regaladootras he vendido a mal pagopero algo no dejaréy es la bolsitade aquellos alfajoresrecubiertos de chocolateque él me ha regaladoaquella mañana de mayocuando no solo el café compartidofue el culpablede excitantes momentos, testigo.La guardé y la guardaréjunto a una rectangular tarjetaserá la insignia de nuestra pasión.Quizás un nuevo encuentronos depare el destinoo tal vez el grato recuerdo de lo compartidose convierta en la piedra fundamentalpara no desfallecera través del tiempo dolidoen esta vida que continúa difícil sin él.MalaniaImagen propia.COMO EL TIEMPO
Quiero ser como el tiempo, viajar sin detenerme, seguir sin perder el ritmo.
Cruzar las barreras que pretenden detener mí andar,
aprender del ayer tratando que el hoy marque el camino del mañana.Como el tiempo, pueda estar en la lluvia, en día de sol sin importar frío o calor.
Quiero esa libertad de llegar donde nadie ha llegado, descubriendo secretos tan escondidos.
Autor: Miguel Márquez
Imagen: Yoyi Gauto
HAIKUS XVII
Hojas en ramas
ríen bailando al viento.
Brillan con el sol.Aires marinos
perfuman el ambiente.
Hay alegría.Malania
Imagen: G. S. M.
PESADILLA O REALIDAD
Al atardecer, cuando la luz de las coloridas vidrieras se vuelve mate, desaparecen los colores, todo se vuelve gris y negruzco. Se callan las voces.
Las mentes se relajan y deambulan por el mundo sin ton ni son.
Algunas ciudades han quedado reducidas a escombros y cenizas.
Entre los habitantes que han podido huir no existe la euforia solo inquietud de que el mañana sea algo diferente a lo esperado, algo mejor.
Cuando todo parece estar calmo, acompañan al sol en su salida con la esperanza de poder bañarse en el río y secar las ropas aprovechando las bondades del astro rey. Se sumergen entre los camalotes mientras el sol también se cuela entre la abundante vegetación.
De pronto el cielo se encapota sobre los campos, son nubes grises de vapor que dejan los aviones adversarios.
Pero Dios no los abandona y sin esperar, la lluvia aparece entre truenos y rayos, lo que hace abandonar la misión de los homicidas. La espera por otro día de sol resulta pesada y sus pensamientos se desvían y evocan imágenes que prefieren olvidar. Aunque luego piensan que es mejor así antes que morir bajo las manos del enemigo.
La humedad se instala durante días, no deja de llover. El tiempo es nuboso. Se escucha como cae una llovizna desagradable en la calle y percibe cómo las hojas mustias se acumulan en la acera delante del gran galpón.
Pero alguien llamó a la puerta y apareció él.
Ella miró a través de los cristales mojados por la lluvia y comprobó que el cielo estaba despejado. El sol brillaba resplandeciente en las hojas de las plantas, como si fueran restos de fuegos artificiales de colores o restos de un arco iris.
Él fue como un rayo de sol al despertarla y levantar su ánimo decaído.Malania
Imagen: de la red.
BARILOCHE
El aire frío del terreno erizadova masticando los últimos rayos del solpenetrando por las rendijas de las ventanas.Algunos transeúntes vagan por las callesarropándose con el coraje de una caldera.Hasta los perros invernan bajo los tejados grisesmientras la nieve pululasobre las cúpulas montañosasde la cadena irregular del horizonte.Tu calor ayudaría a paliar el intenso frío.MalaniaImagen: G. F. T. y propias.MalaniaSOMBRA SERENA
Hay días en que pienso:
qué sosa sería mi vida
si no llegara cada tanto
uno de esos poemas
que me aguan los ojos.Hay otros días en que siento
que no quiero recordar,
porque no quiero
o porque no puedo soportar
encontrarme conmigo misma ni un ratito.
Como dice el viejo Borges,
cuando sueña con el otro
que lo sueña al mismo tiempo.Encontrarme a mí misma,
jovencita soñando esas cosas
que no he hecho.
Recordarme angustiada por salirme
a buscar esos sueños q no fueron.Que no fueron como sueños
pero fueron verosímiles,
reales de mis hechos y mis dichos.
Solo fueron,
sueños soñados q cayeron
en la sombra serena del olvido.
Lo vivido ha crecido tanto, tanto!
que el soñado ha perdido su asidero.Autora: Silvia Beatriz Carvallo
Imagen: M. J. T.
DESPUÉS DE LA LLUVIA
A algunos, el tiempo lluvioso les abate los ánimos. Pero hoy pueden reír y dejar de quejarse porque el cielo se ha despejado y el sol se cuela entre la vegetación, cubriendo con sus rayos el sendero de tierra roja.
El olor a café se extiende por toda la casa, incluso hasta el portón de entrada, donde se mezcla con el aroma de tierra mojada que ha dejado la reciente lluvia.
El campo es como una isla en el océano, un lugar cálido y seguro en medio del mar tempestuoso.
El café para algunos y el mate para otros les cambia el estado de ánimo, charlan y ríen contando anécdotas, la vida vuelve a parecerles divertida y planifican el trabajo del día felices y contentos.
Los mosquitos, por la humedad acumulada danzan alrededor de mis tobillos desnudos y de mis brazos desprovistos de mangas, pero nadie se percata de ello. Entonces mojo mis manos y los voy atrapando uno a uno. Con las manos húmedas es más fácil.
Hace buen tiempo, brilla el sol y brillan las miradas con ánimo de seguir trabajando.
¿Qué importa los mosquitos? ¡A trabajar se ha dicho!Malania
Imagen: R. A. M.