• General

    DÍAS FRÍOS DE JULIO O DICIEMBRE

    Los días horizontales de julio
    o de diciembre
    (según sea Oriente u Occidente)
    se convierten  en turbias jornadas
    con rumores de limo volcánico.
    Un reguero de polvo radiante
    indica que todo ha cambiado.
    Los amaneceres se ven demorados
    por lunas de cenizas y lluvias heladas.
    Hasta las papas se muestran nevadas
    y los caracoles adormilan
    bajo el colchón de hojas
    que el otoño les ha regalado.
    Muchedumbre embrutecida
    por la ventisca del mediodía
    buscan la acera del sol ausente.
    Nadie reconoce los ojos del desencanto
    los labios ansiosos, la mano agitada
    que va diciendo adioses sin destino concreto
    desde una puerta entreabierta
    tan fría como la misma nieve.
    Los gorriones más atrevidos
    se congelan en un último aleteo
    con sus picos abiertos,  implorando
    que volviera el buen tiempo.
    Los pelícanos amontonados
    a la vuelta de la esquina
    se transmiten el calor del cuerpo
    enmarañando su plumaje entre ellos.
    Desde una ventana de cristales mustios
    él observa su cruel destino de auto presidiario.
    Pero no temas…aquí estoy…una voz de luz repite
    “no temas…aquí estoy
    y aunque el mundo congele tus  huesos
    y en silencio  opaque  tus besos
    Yo seré por siempre tu celda ardiente”
    Tu voz en mí. En mí, vos, por siempre vos.
    Malania
    Imagen de la red.
  • General

    TIMORATA

    Distraída y timorata, veo el desfile de estrellas
    en el infinito mar azul,
    mientras mi vida
    se desplaza silenciosa.
    En contraste con el gélido invierno espacial
     gozo del aroma de las flores del verano
    en este mundo en que el dragón naranja
    nos conecta en hilo de unión y armonía.
    En esta hermosa y cálida noche
    quisiera poder gustar
    de la delicadeza de tus gestos,
    de los ardientes juegos de tus dedos.
    Te esperaré hoy, mañana y
    en los postreros días de enero,
    para que bajo este infinito mar azul
    me regales ondulantes olas de placer
    suaves como solo tú sabes hacerlo,
    para nadar juntos en tibia ventura
    convertida en sublime entrega y redención.
    Malania
    Imagen:  de la red.
  • General

    EN LA DISTANCIA

     

    Se disipa el rocío entre las sombras, humedeciendo la tierra.
    Se estremece el polvo rojo del camino, repleto de huellas anónimas que dormitan bañadas  por el sol.
    Quizás bajo las flores amarillas se resguarda algún beso, o muchos, abandonado por el cansancio, en la distancia que ha recorrido en alas del viento una tarde cualquiera.
    Después de una larga espera, otros quizás moran en el túnel, labrado por hormigas  u otros insectos con el riesgo que el lugar implica.
    Iban rumbo a los labios de su amor.
    Allí escondidos  sueñan y son muchos.
    Esperan que el azar los rescate y los deposite en los colores tibios de su piel.
    Una leve ola mece las flores amarillas con la intención de encontrar esos besos perdidos.
    Y mientras él dormía los dejó esparcidos en el ambiente.
    Quizá cuando despierte callado y nostálgico, los descubra que están allí sobre su espalda,  su cintura, su boca y bajo las sábanas.
    La dulce y sutil ola  desapareció en la madrugada entre el aroma de azucenas y canolas.
                                                                                                                                                      Malania

     
  • Sueños

    DESDE EL MEDIO DE LA NADA

    Sueña,
    se despierta.
    Sueña,
    vuelve  a despertar.
    Vuelve a soñar,
    se despierta,
    y se levanta.
    – ¡Es que ya he dormido tanto! –dice alguien al otro lado del Océano Atlántico.
    – Deduzco que duermo bien.
    ¡Con tanto soñar!
    No sería para menos.
    A menudo, cuenta mi amigo Amonad, se pasa todo el sueño esperando en una cola para cargar gasolina.
    Se despierta levemente y, lejos de abandonar la situación, vuelve a soñar de nuevo y aterriza en la misma cola, solo que ahora es más larga y más lenta que antes. Ve cómo se cuela un montón de gente sin que él sea capaz ni siquiera de protestar.

    Otras tantas veces, está intentando quitar la tapa de un portátil. Los tornillos no se aflojan.               
    Se despierta, va al lavabo, vuelve a la cama y cierra los ojos. El portátil sigue herméticamente cerrado, sin que se le ocurra la manera de poder desmontarlo para repararlo.
    – ¡Amanece, por fin! –comenta luego de dar un largo bostezo. He pasado la santa noche sumido en un sueño completamente estúpido, sumido en una ansiedad más estúpida e innecesaria aún –dice con humor. Otras veces, los sueños son tan agradables que el despertar se convierte en una contrariedad. En fin…seguiré soñando. Al menos así me doy cuenta de que duermo.
    Hace una pausa y continúa:
    -Prefiero soñar. Aunque, por variar, hoy lo he soñado y se hizo realidad: estoy en medio de la nada y mi coche no arranca de ninguna manera. Te estoy escribiendo desde aquí. Pero como no todo es malo, al menos hay señal de internet.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    AROMA A BOSQUE

    Se le enrojeció la piel
    por la resolana cálida.
    Sentado sobre una roca
    se quedó contemplando
    el agua transparente de la cascada,
    en contraste con la laguna calma,
    por el escaso caudal a falta de lluvia
    que se ha puesto amarronada.
    El espectáculo vibrante
    de las hojas de los árboles
    que bailoteaban con el viento,
    lucía diferentes tonos verdes
    con algunas incandescentes.
    La luz del pasado mediodía
    invadía el límpido cielo.
    Las nubes desaparecieron.  
    El característico olor a bosque
    inundaba las horas de la siesta
    junto al canto de las cigarras.
    Y el hombre pensativo
    seguía disfrutando
    del repiqueteo de la cascada.

    Malania

    Imagen: N. R.

  • Relatos

    MISTERIO GATUNO

    Muchas veces cuando son pequeños los llevan de regalo. Las personas, casi siempre niños, los reciben con entusiasmo, pero no se dan cuenta que necesitan no solo agua y comida sino también cuidados especiales como ser desparasitados y vacunados. Una visita para tener atención veterinaria es importante. Muchos no lo hacen,  no los cuidan o los dejan abandonados. Los gatos y cualquier otra mascota, no son juguetes, son seres vivientes. También necesitan mimos y mucho cariño.
    Majute tiene dos gatas (castradas para evitar reproducción sin límites). Hace unos meses apareció en el patio de su casa una gata gris, con la panza enorme. Se dio cuenta que estaba a punto de tener hijos entonces le preparó una caja con trapos sobre una mesada bajo techo, pero ella se las ingenió y por un pequeño hueco se subió al cielo raso. Allí tuvo dos gatitos. A los pocos días, se los pudo bajar y acomodar en la caja. Pero ellos buscaron otro lugar bajo una chapas que están recostadas sobre el miro esperando a ser colocadas en la parte trasera de la casa. Cuando ya podían comer solos, apareció un gato negro y estuvo con la madre hasta la noche. Al día siguiente, luego de una torrencial lluvia,  no estaban más ni los gatitos ni la madre, tampoco el gato negro. Hasta ahora no se sabe si alguien entró por los muros y se los llevó o ellos salieron por un hueco pequeño que hay cerca del portón de entrada al garaje. Misterio de gatos.

    Malania

    Imagen M. J. T.

    Gata negra Michona: gentileza de V. D. S.

  • General

    EN EL MEDIO DE LA CHINA

    Tendida y somnolienta
    en la orilla de mi cama
    despiertan mis pensamientos
    con una melodía suave
    sin esperar que nadie
    sople una flauta o una quena
    ni rasgue de un violín las cuerdas
    ni tampoco una guitarra.
    Una bella excursión melancólica
    apareció enseguida
    como si hubiese estado
    en medio de la República China
    sin saber si era popular
    o era un infierno la misma.
    Escuché una música
    solitaria y silenciosa
    muda y encantadora
    yo cantaba y él me escuchaba.
    Muy atento  percibió
    la excitación en mi voz
    su rostro se volvió delicioso
    cuando un halo de extrañeza
    se apoderó de mis huesos
    de mi carne y de mi piel.
    De una manera extraña surgió
    todo  lo antiguo y lo nuevo
    el placer y el dolor viajero
    la alegría encantadora
    y el temor con un temblor.
    En un ambiente tranquilo
    de paz y de lucha guerrera
    algo así como el estar
    en el cielo y a la vez en la tierra
    todo al mismo tiempo.
    Fue una mezcla de frío
    y de calor intenso.
    Malania
    Imagen de la red
                                                                                                            
  • General

    ERMITAÑA

    Luce su hermoso color
    de doce pétalos la flor
    hojas verdes la respaldan
    la cuidan del ardiente sol.
    Prefirió vestir de amarillo
    mientras otras lucen de rojo,
    entre nardos y junquillos
    caléndulas y culantrillos.
    No temas pequeña flor
    no estás sola en el camino
    si me saludas al paso
    siempre estarás conmigo.
    Malania
    Imagen propia
                                
  • Relatos

    NUNCA SOLA

    Las gotas de lluvia resbalan por las calles, las hojas de los árboles y también por los cristales. A Má Eulalia le resbala la soledad, llegó pero no está.

    Él, ella, ellos y ellas, le dicen que está sola pero ella siente que no es así.
    Sus plantas, que son muchas, la rodean y hacen acogedor el ambiente. Les habla y cuando no florecen les reprende. A veces comenta y se ríe por estas ocurrencias que tiene. Aunque mucha gente opina que a las plantas hay que hablarles porque crecen más lindas.  
    Sus mascotas, tres guardianas la cuidan y también demandan tiempo para ser atendidas.
    Los pajaritos (que no están en jaulas) la despiertan temprano. Jamás pondría a ningún pájaro en jaula, porque dice que ellos nacieron para ser libres y volar. No les hace faltar semillas y migas de pan tostado y galletitas. Cambia cada día el agua bajo el canelo que está en la vereda, y no solo toman los pajaritos sino también los sedientos perros de la calle.

    Todos los días o casi todos, la visita una de las perras de la vecina, llamada Lupita, pero ella le dice Luna porque es enorme. Hasta que no le sirva un poco de comida no se retira. Duerme en su vereda y cuida la casa. Tiene locura por correr a las motos de desconocidos.
    Por si esto fuera poco, las lagartijas recorren muros y paredes a lo alto, y en su travesía comen cuanto insecto encuentran.
    Y por último, un sapito se instaló en el baño por unos días. A Má Eulalia le asustan los sapos, pero este era simpático, color celeste grisáceo. Comía cuanto mosquito veía. Pero un día no apareció más. Quizás salió por el ventiluz o por algún otro lado, pasando desapercibido por la dueña de casa y por la perra más chica que duerme adentro. Lo llamó, lo buscó, pero no dio señal de su existencia hasta el día de hoy.
    Tampoco olvida a su familia y la cantidad de amigas y amigos con los que se comunica a diario. Es como si los tuviera a mi lado, afirma.
    ¿Puede sentirse sola una persona que está tan bien acompañada? Opino que no.

    Malania

    Imagen propia

  • General

    A ALZAR LAS VOCES

    Lloran las nubes
    en un otoño frío
    y el sol oculto.

    Descansa el día.
    En la noche y el ocaso
    la luna brilla.

    Pero ella no se anima.
    Tirada en su cama
    la encontré llorando.
    Afuera,
    cesó la lluvia;
    adentro,
    la inundan sus lágrimas
    mojando su almohada.
    No es rosa, pero es gris.
    No es blanco, pero es negro.
    Así es el temperamento
    del hombre que la acompaña.
    Pero ¿realmente la acompaña?
    La zarandea, la lastima.
    Propina insultos,
    golpea puertas,
    y también a ella.
    Eso no es vida
    eso es violencia.
    ¿Por qué no lo deja?
    Porque ella lo ama.
    Porque hay factores
    que a él la atan.
    Nunca trabajó fuera de la casa
    siempre la tuvo como esclava.
    No tiene familia directa.
    No se anima a dejarlo
    porque la amenaza.
    Necesitan ayuda, ella y él,
    pero nadie se anima
    a intervenir en esta historia cruel.

    ¿Qué hacer en estos casos?
    Apelar a la conciencia,
    para que se guarden
    las manos en los bolsillos
    de los pantalones y los sacos,
    que se muerdan la lengua
    antes de emitir palabras
    que insultan y destratan,
    y podría seguir enumerando
    muchas acciones más.

    Pero, ¿Esto sirve para frenar la violencia de género?
    Recordemos: no solo la sufren las mujeres,
    no hay diferencia de sexo ni de edad.
    La violencia se instaló en la sociedad
    y si no ponemos de nuestra parte
    aunque sea algo de nosotros,
    nunca se la podrá erradicar.
    Hay que alzar voces aquí y allá.

    Malania

    25 de Noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra las Mujeres.