• Poemas

    TODO TIENE SU RAZÓN

    Todo tiene su razón, el canto de un pájaro temprano en mi ventana,
    la luna y el sol, el viento que nos acaricia al pasar.

    Las mariposas, las criaturas del mar, las estrellas y la lluvia que riega la vegetación.

    El agua del río buscando el mar, el tiempo que pasa sin detenerse,
    los momentos hechos recuerdos.


    Los ríos y el mar buscando el océano, el día y la noche para trabajar y descansar.

    Todo tiene su razón así lo creo Dios con todo lo que existe,
    nada es y está en vano,  nuestra voz, con la cual podemos hablar. 

    Nuestros oídos para escuchar, nuestros ojos para ver, el olfato para recibir los aromas
    y nuestras manos como dulces creadoras.

    Aprendimos a amar, a ser feliz aunque no falten reveces que quieran cambiarnos,
    son pruebas que nos tocan vivir.

    Aprendimos a vivir a veces con sacrificio, a enfermarnos y sanarnos,
    a vivir días sinuosos y llanos.

    Todo tiene su razón y siempre lo tendrá, con el tiempo aprendemos lo que nos deja
    cada paso que damos, no nos rendimos jamás.

    Y si caemos, aprendemos a volver a levantarnos para continuar.

    Miguel Márquez

    Malania Nashki

    Imágenes propias y de R. E. Ch.

  • General,  Leyendas

    POZO DE LAS ÁNIMAS

    El Pozo de las Ánimas es una estructura geológica del Departamento Malargüe, en la Provincia de MendozaArgentina, ubicado junto a la Ruta Provincial Nº 222, cerca del arroyo Las Amarillas. Este fenómeno natural ha sido catalogado como una dolina, originada por la disolución de los depósitos subterráneos de rocas como el yeso, por efecto de las filtraciones de las capas freáticas subterráneas, que producen hundimientos y derrumbes del terreno, conformando grandes pozos de forma cónica y circular.

    El Pozo de las Ánimas está conformado por dos depresiones, divididas por una estrecha separación, que se supone que con el paso de los años terminarán por unir los dos pozos en uno solo, debido al proceso de erosión. Se estima que el tamaño de los pozos se aproxima a los 200 metros de diámetro, los 80 metros de profundidad hasta el lago y unos 20 metros de profundidad bajo el agua. Las mediciones fueron realizadas en 1981 por un equipo de científicos dirigido por Rodolfo Rogelio Rocha.

    El nombre deriva de una antigua leyenda aborigen que relata que un grupo de indígenas que era perseguido por otro grupo rival se percató de que sus perseguidores habían desaparecido durante la noche, y alertados sobre ciertos quejidos y lamentos cautelosamente volvieron sobre sus pasos. Allí encontraron al grupo perseguidor atrapado en dos pozos que se hundieron bajo sus pies, y sus cuerpos ahogados. Veneraron el sitio que les salvó de sus enemigos como el “lugar en donde lloran las ánimas”.

    Malania

    Texto de la red.

    Imagen propia

  • Haikus

    ASIENTO VACÍO

    Escalinatas
    frente a un banco vacío.
    Se comunican.

    ¿Están hablando?
    La farola vigila
    ¿O están pensando?

    Hay mucha intriga
    entre pétalos sueltos.
    El aire no habla

    Silencio calmo.
    Coqueteo de árboles
    con cálido sol.

    El banco llora
    consuelan los pétalos.
    Hoy no hay amantes.

    Malania

    Imagen: R. E. Ch.


  • Prosa Poética

    LA NIÑA Y EL SOL

    Ella vivía en el sur y por razones de salud, tuvo que buscar un lugar con clima diferente. La zona subtropical del litoral argentino fue la opción elegida.
    El sol de verano suele ser despiadado y a veces despistado, pero siempre que quiere nos deslumbra con inigualable su claridad.
    En vez de esconderse por detrás de las nubes o caer en el horizonte, a veces prefiere hundirse en las aguas del lago, contrariando las leyes de la naturaleza. O quizás se sumerge para refrescarse después de haber brillado con su luz todo el día, una luz muy cálida que regala y broncea a los humanos, y sofoca a los animales. Las palmeras y otros árboles son los únicos testigos de su desnudez.
    Mañana cuando despierte lo sabremos, si sale resplandeciente y fresco tras las nubes o descubierto.
    Para recibirlo, ella lo sorprenderá con un atuendo diferente, un vestido de encaje de algodón blanco y un chal de lanilla bordado en violeta y naranja, para contrarrestar el aire fresco de la mañana. Se pondrá zuecos de cabritilla suave, con una flor bordada en lentejuelas plateadas para que el sol las bese y se refleje en ellas.

    Malania

    Imagen: N. C. G.

  • General

    UN DÍA MÁS

    El sol se levanta cada vez más tarde.
    En mi caminar tardío
    busco la frescura y el aroma
    de los pétalos floridos
    pero solo hay hojas al pasar.
    Corre un nuevo día 
    colmado de monotonía.
    El mundo entra en la noche
    desaparece el sol
    ya no juega él
    con sus rayos en las vidrieras.
    Sus colores han enmudecido
    en la densa sombra
    ahoga toda la alegría.
    Calla el eco de los murmullos
     y me duermo pensando en ti.
    Malania
    Imagen: M. J. T.

  • Poemas

    CORAZONES EN EL LAGO

    A veces, no hacen falta palabras para describir lo que vemos.
    Hace unos días, el firmamento se pintó de fiesta
    y el viento, de un soplo,  se encargó de desparramar,
    desde el amarillo y el rosa naranja,
    el gris tornasol como globos en el cielo.
    Dos corazones descendieron
    y en el lago junto al mar se fundieron,
    uno junto al otro por siempre permanecieron.
    A lo lejos dos árboles se tornaron negros
    para descansar en la noche que,
    junto al rocío, iban cayendo lento.

    Malania

    Imagen: P. M.

  • Prosa Poética

    VOLVER

    Cerraron los ojos y en la costanera libre de transeúntes,
    escucharon nada más que el mecer del agua envuelto en total silencio.
    No hubo ni aleteo de aves ni tic tac de relojes.
    Todos los ruidos habían enmudecido.
    Por un momento pensaron que el tiempo se había detenido.
    Sus respiraciones se adaptaron al mismo ritmo y sus corazones latían en igual compás.
    Les pareció imposible que pudieran volver a verse.
    El sol los espiaba desde su nacimiento y pronto los envolvió en luminosidad y calor.

    Malania

    Imagen: R. E. S.  

  • General

    NADA PLÁCIDO

    En los abismos de ensueño estaba,
    alguien la zarandeó por los hombros.
    Perplejo el rostro de “Tal” la despertaba
    desde el rincón donde el fogón crepitaba.
    La tensión se espesó en penumbra de sala
    lo ocurrido al pie del umbral no recordaba.
    “Tal” quería que con él ella se casara.
    En un movimiento impulsivo y abrupto
    expresó su descontento,
    la ira la cegaba
    y con pétalos amargos le roció la cara:
    Que por donde vino se fuera
    que su libertad no la cambiaba
    que no lo quería, no lo amaba
    y de casarse jamás, ni lo pensara.
    Solo al que un día atravesó el umbral,
    aquel que con un halo de besos la cubrió
    y con su perfume en el ascensor la inundó
    para nunca más volver atrás,
    sólo a ese hombre
    ella todavía amaba.

    Malania

    Imagen de la red.

  • General

    TU NOMBRE

    La oscuridad en pleno día
    interrumpió
    su arrebato emocional.
    Aterrada solitaria observó.
    Las nubes viajaban irónicas
    como deflectores inocuos
    en medio de la tormenta.
    Las fragantes flores
    fueron cayendo poco a poco
    besando el suelo rojo
    empapado por la intensa lluvia.
    Miró al cielo y rogó,
    su destino estaba en juego,
    rocas ígneas y rugosas
    se agolpaban en cadena.
    Una ráfaga helada
    atravesó
    el umbral de sus pupilas.
    ¿Era ella o era otra?
    Deletreaba el nombre
    escrito en el espejo del gran ventanal.
    De pronto en un giro
    las nubes se volvieron violetas,
    de los tallos erguidos
    resurgieron los húmedos pétalos,
    desaparecieron las rocas,
    y cesó la lluvia.
    Las letras en el ventanal
    versaban tu nombre.
    Ella lo pronunció y pensó:
     ¿Lo digo?…

    Malania

    Imagen de la red

  • Poemas

    RECUERDOS

    Corroía
    el apelotonado tiempo
    con su voz
    mesurada y grave.
    Su discurso
    salpicado de expresiones sabias
    se plasmaba
    en vaporoso encanto.
    La magia
    de su mirada inteligente
    la hacía estremecer
    cuando en danza
    su imaginario
    magnífico caballo salvaje,
    su humedad palpitaba
    por los poros abiertos
    de su tibio cuerpo.
    El apelotonado tiempo
    se disolvió
    en un crudo invierno.
    Su cara de superioridad
    erigió un vacío
    difícil de sortear.
    Se alejó
    con ese modo nato
    de vestir refinado
    dejando una vela hinchada
    al compás del frío viento.
    No me quedo con el aire
    ese que no sirve
    para destruir murallas
    y simplemente
    racheado sopla en el muelle.
    Me quedo con un recuerdo,
    bello recuerdo,
    la lluvia de una tibia ducha
    resbalando por su piel
    y mis manos sumergiéndose
    por los rincones
    más ocultos de su cuerpo.

    Malania

    Imagen de la red.