EL PODER DEL SOL
Buscaba disimularsu temor por perderlono quería pensarque ya lo había perdido.Sus ojos caramelomiraron al cieloobservó, lo contemplólas estrellas cetrinas palidecierony se removieron incómodas.Una oscura nube ensombrecíael amanecer de aquel día.Alguien sobrevive en estas tierraspensó en voz alta al verlos primeros rayos luminososdesafiando a la nieveque cubría el inmenso rioEl sol sin albergar dudalogró brillarhasta el más profundo abismode la barrera grisentre ella y ély quizá logreentibiar sus corazones.Imagen propia.ATARDECER EN SANTA HELENA
Se esconde el sol,no hay nada nuevo,o sí, es que lo hay,cambian los colores del firmamento,se matiza el cielo,según el estado del solsi está triste o contento,con el mecer de las nubeso con caricias del viento.O quizás es mi retina,que hace la diferenciaentre un atardecer y otro,o tal vez son pinceladasque dan los rayos del astro rey,mezclándose entre las nubesla atmósfera y el viento.Y yo tontamentecorro, corro y me detengo,me paro casi en puntas de piesobre la montaña de tierra roja,frente a este espectáculo naturaly lo observo, lo contemplo.Tomo varias fotografíaspara captar el momento,para compartir contigoantes que se escape el tiempo.Sí, contigo. Es para tique me estás leyendo.VIOLETAS DE VIOLETA
Era la tercera hija del matrimonio y primera mujer. Se llamaba Violeta, muy bonita, no tanto como una flor, pero no era fea. La afeaba su forma de ser.
Un día se enojó con su madre y le arrojó una silla de madera dura, esa que su mismo padre había fabricado. Por suerte la mujer mayor pudo esquivarse y no le hizo daño, pero con la silla rompió dos vidrios de la ventana de la cocina que daba a la calle.
En el pueblo no se conseguían y mientras tanto, para impedir que penetre el frío viento de invierno, su padre tapó los grandes agujeros provisoriamente con pedazos de madera.
Esos ataques de nervios solía tener de tanto en tanto cuando su madre la reprendía por algún comportamiento fuera de lugar, o cuando pedía algo que no se le podía conceder.
Había estudiado en una Escuela Profesional de Mujeres. Sabía confeccionar muy bien prendas a medida y con eso aportaba económicamente a su familia. Quizás ese era uno de los motivos de sus ataques.
Violeta se casó, tuvo varios hijos. Pero su enfermedad de estrés incontrolable nunca pudo superar, y lo que hacía antes con su madre, también lo siguió haciendo con su marido e hijos. Fue siempre violenta y compulsiva.
Su hermana menor nunca comprendió el motivo de esa forma de ser.
A Violeta le gustaban las flores silvestres del color de su nombre.Imagen propia.
ILUSIÓN ÓPTICA
Escudriñaba cada matiz,
anonadada
ante el espectáculo inigualable.
Entre las nubes una cara
y un sol que opaco estaba.
Entre las montañas una casa
y los picos con nieve en avalancha.
Un camino con barro, piedras,
nieve y charcos, en señal
de la lluvia de noches pasadas.
En el arroyo un criadero
de carpas doradas.
Y a ambos lados el trigal
que no se intimida
ante el frío de las heladas,
ofreciendo un espectáculo
de colores incomparables.Imagen: C. J. V.
EXCELSO
Los dos se apiñaron en el recodo,el frío arrancaba suspiros,mientras ambosoteaban minuciosamente sus orillaspara encender el fuego más íntimo.Así aguardaron el sol del mediodía.La claridad de una diferente jornadase techaba de blanco y orocon destellos plateados que refulgíandel inigualable fulgor de sus cabellos clarossobre una dulce almohaday ensortijados hilos doradosbajo el manto estampado de las sábanas.El cielo se había encendidocon reflejos de un sol mezquino.Imagen: C. J. V.HELIOTROPO
Callaba para escuchar el silencio de la sala,
mientras tejía maravillosos versos sin artificios.
Su rostro asalmonado soltaba
gestos de pasión, dulzura o sorpresa,
mientras con su mirada recorría
los cuadros de la galería.
De pronto se detuvo ante uno
con predominio del color que más preciaba.
Sintió un olor fino y suave que de allí brotaba,
ramilletes de heliotropo aroma a violetas.
Vaciló si era cierto o estaba soñando.
Al lado había uno con flores de habas
pero no percibía ningún perfume.
Caminó hasta el final de la galería
y el aroma lo perseguía.
Volvió al lugar del cuadro de heliotropos
y envuelto en imaginación de melancólicos paisajes,
hizo nacer su obra poética.
Al otro día regresó para comprar el cuadro
pero este ya no estaba.Imagen de la red.
CONTEMPLATIVA
Posa en vigilia
con susceptible expresión
nada indiferente
aferrada a la ventana
vaya uno a saber con qué pensamiento.
En evidente día ventoso
se disipa el sol
y la lluvia dibuja sobre el cristal
pálidas estrellas y salpicados corazones,
describiendo sentimientos
con matices de fondo ondeado
de una tela pálida
sobre el techo de hojalata.Imagen: M. J. T.
LA ROSA AMARILLA
En el aire flota
un sentimiento
transitando
los bordes aromáticos
de una flor amarilla
con pétalos matizados
por el sol y la tierra.
Con su belleza
decorativa
aterciopelada
más que traviesa
muestra el arte
de la naturaleza.
No existe espejismo
es verdadera vida.
El sol la engalana
la perfuma
la ilumina
y le da color.Imagen: N. V. S.
ATARDECER DE FUEGO
Allí donde la vida levanta muros
la inteligencia abre una salida.
Posa la naturaleza para el poeta
como la dama para el pintor.
Como en un soplo de fuego
el sol se va despidiendo de un día más.
Después la claridad se vuelve un suspiro
vacía de pensamientos.
El espacio busca la noche
para el descanso de laboriosas manos.
En el aire flotan nubes
que de azules se vuelven grises
para convertirse en negras invisibles
mezclándose con la briza fría
de un silencio cristalino y picaresco.Imagen: Propia
RUGE EL VIENTO Y BRAMA EL MAR
En composición íntima y personal
con sorprendentes colores sombríos
aflora detrás de una sonrisa fingida
la frescura estival
después de una agobiante jornada.
Es hermoso contemplar
la calma del mar en el cielo despejado.
Pero cuando el sol brilla y quema
sobre un mar embravecido por las olas
y el viento frío se despliega
congelando hasta los tuétanos,
todos aquellos que todavía
tienen fuerzas de desear y querer estar,
continúan tendidos en la playa
mientras los demás disparan
y se protegen bajo los aleros y las paredes
de los edificios y las casas.Imágenes propias