LAS NUBES DE MI NIÑEZ
Las nubes de mi niñez no eran rosas ni naranjas. Siempre que miraba hacia el cielo lo veía pintado de celeste con nubes blancas. O simplemente de celeste casi azul como el agua de mar. Aunque no conocía el mar, solo el agua de arroyo, (había uno a pocos metros de mi casa donde las principales habitantes eran las ranas que por las noches daban serenata con su canto). Ni siquiera conocía el río.
En la escuela primaria estudié los límites de mi provincia, entre los que figuran cuatro ríos: Paraná, Iguazú, San Antonio y Uruguay. Pero nunca los había visto hasta los 15 años.
No sé cómo ni desde cuándo ha cambiado el espectáculo del cielo. Nadie me enseñó a contemplarlo, lo comencé a hacer por mi misma, buscando figuras en las nubes mientras viajaba o cuando me sentaba en el patio de mi casa, buscando quizás algún mensaje en las nubes o detrás de ellas.
Hoy disfruto de los atardeceres matizados de rosa, violeta, naranja y amarillo. Los atardeceres rojizos como si estuvieran pintados con la sangre misma de nuestros seres queridos que ya han partido. Y sigo buscando figuras y mensajes que puedan aparecer en ellas o detrás de ellas.Malania
Imagen propia
Imagen de N. C. G.
LA INTRUSA
Era una gata triste que caminaba por los tejados y dormía bajo la luz de la luna con un gato vestido de azabache y sol. Él la llamaba con maullidos alegres y ella se sentía feliz. Una de esas noches blancas sin luna él no asistió a la cita. Ella deambuló sola por las calles del barrio hasta que encontró un lugar para dar a luz a dos hermosos gatitos.
Las dos gatas de la vivienda la recibieron sin mimos, indiferentes, como si fuera algo natural permitir la entrada a una intrusa, que llegó para tener a sus crías en el altillo de la casa.
Un día de lluvia apareció el gato azabache ojos de sol y se la llevó junto a los gatitos. A los pocos días, un ruiseñor anunció la visita con su canto. Ella volvió como si esa fuera la casa que tuvo siempre, pero no como visita, vino a quedarse. Temerosa, se acerca a comer y a tomar agua. No pide mimos ni ronronea como las otras dos. Pero se la ve bien, al menos tiene techo y comida. De sus hijos no se supo nada más.Malania
Imagen: M. J. T.
MI VOZ INTERIOR
Anoche quise escribirtepara decirte lo que siento,pero las sílabas y las palabrasse detuvieron en el tiempo,prefirieron volar con el vientoo tal vez navegar solitariasen un raudo velero.Sin dejar dormir ni al marnada se conjugaba.Tú te creías condenado,como un hombre pintadoen un mural desierto,con tus músculos y tus huesosentumecidos por los sucesos,mientras el mar bullíacontra la roca grissin brindar ningún aliento.De pronto nació tu sonrisacomo de un meteorito holísticocaído de un horizonte píricocon tintes de poeta impetuosocon la frescura del amanecer embellecido.Mi voz interior no cesapero la sorna te envuelveen el pragmatismo de vida.MalaniaImagen propiaLAS ROSAS DEL INGENIERO
Blancas, fucsias y violetas
rojas, matizadas y perlas
las rosas del ingeniero
a veces llamado jardinero.De dos plantas abandonadas
en una casa prestada
eligió cuidadosamente
los apropiados esquejes
en luna cuarto creciente.Multiplicó las raíces
y se extendieron las ramas
ofreciendo ramilletes
confundidas con retamas.Desde lejos se percibían
los aromas del ambiente,
las calles atomizadas
con el rocío amanecido
recibían al sol naciente.El ingeniero orgulloso
de su ingeniosa obra
al hermosear aquella casa
en el tiempo abandonada
ahora sus rosas alberga
con su corazón de jardinero.Malania
Imagen: R. M. T.
DÍAS FRÍOS DE JULIO O DICIEMBRE
Los días horizontales de julio
o de diciembre
(según sea Oriente u Occidente)se convierten en turbias jornadascon rumores de limo volcánico.Un reguero de polvo radianteindica que todo ha cambiado.Los amaneceres se ven demoradospor lunas de cenizas y lluvias heladas.Hasta las papas se muestran nevadasy los caracoles adormilanbajo el colchón de hojasque el otoño les ha regalado.Muchedumbre embrutecidapor la ventisca del mediodíabuscan la acera del sol ausente.Nadie reconoce los ojos del desencantolos labios ansiosos, la mano agitadaque va diciendo adioses sin destino concretodesde una puerta entreabiertatan fría como la misma nieve.Los gorriones más atrevidosse congelan en un último aleteocon sus picos abiertos, implorandoque volviera el buen tiempo.Los pelícanos amontonadosa la vuelta de la esquinase transmiten el calor del cuerpoenmarañando su plumaje entre ellos.Desde una ventana de cristales mustiosél observa su cruel destino de auto presidiario.Pero no temas…aquí estoy…una voz de luz repite“no temas…aquí estoyy aunque el mundo congele tus huesosy en silencio opaque tus besosYo seré por siempre tu celda ardiente”Tu voz en mí. En mí, vos, por siempre vos.MalaniaImagen de la red.TIMORATA
Distraída y timorata, veo el desfile de estrellas
en el infinito mar azul, mientras mi vida
se desplaza silenciosa.En contraste con el gélido invierno espacialgozo del aroma de las flores del veranoen este mundo en que el dragón naranjanos conecta en hilo de unión y armonía.En esta hermosa y cálida nochequisiera poder gustarde la delicadeza de tus gestos,de los ardientes juegos de tus dedos.Te esperaré hoy, mañana yen los postreros días de enero,para que bajo este infinito mar azulme regales ondulantes olas de placersuaves como solo tú sabes hacerlo,para nadar juntos en tibia venturaconvertida en sublime entrega y redención.MalaniaImagen: de la red.EN LA DISTANCIA
Se disipa el rocío entre las sombras, humedeciendo la tierra.
Se estremece el polvo rojo del camino, repleto de huellas anónimas que dormitan bañadas por el sol.
Quizás bajo las flores amarillas se resguarda algún beso, o muchos, abandonado por el cansancio, en la distancia que ha recorrido en alas del viento una tarde cualquiera.
Después de una larga espera, otros quizás moran en el túnel, labrado por hormigas u otros insectos con el riesgo que el lugar implica.
Iban rumbo a los labios de su amor.
Allí escondidos sueñan y son muchos.
Esperan que el azar los rescate y los deposite en los colores tibios de su piel.
Una leve ola mece las flores amarillas con la intención de encontrar esos besos perdidos.
Y mientras él dormía los dejó esparcidos en el ambiente.
Quizá cuando despierte callado y nostálgico, los descubra que están allí sobre su espalda, su cintura, su boca y bajo las sábanas.
La dulce y sutil ola desapareció en la madrugada entre el aroma de azucenas y canolas.
MalaniaDESDE EL MEDIO DE LA NADA
Sueña,
se despierta.
Sueña,
vuelve a despertar.
Vuelve a soñar,
se despierta,
y se levanta.
– ¡Es que ya he dormido tanto! –dice alguien al otro lado del Océano Atlántico.
– Deduzco que duermo bien.
¡Con tanto soñar!
No sería para menos.
A menudo, cuenta mi amigo Amonad, se pasa todo el sueño esperando en una cola para cargar gasolina.
Se despierta levemente y, lejos de abandonar la situación, vuelve a soñar de nuevo y aterriza en la misma cola, solo que ahora es más larga y más lenta que antes. Ve cómo se cuela un montón de gente sin que él sea capaz ni siquiera de protestar.Otras tantas veces, está intentando quitar la tapa de un portátil. Los tornillos no se aflojan.
Se despierta, va al lavabo, vuelve a la cama y cierra los ojos. El portátil sigue herméticamente cerrado, sin que se le ocurra la manera de poder desmontarlo para repararlo.
– ¡Amanece, por fin! –comenta luego de dar un largo bostezo. He pasado la santa noche sumido en un sueño completamente estúpido, sumido en una ansiedad más estúpida e innecesaria aún –dice con humor. Otras veces, los sueños son tan agradables que el despertar se convierte en una contrariedad. En fin…seguiré soñando. Al menos así me doy cuenta de que duermo.
Hace una pausa y continúa:
-Prefiero soñar. Aunque, por variar, hoy lo he soñado y se hizo realidad: estoy en medio de la nada y mi coche no arranca de ninguna manera. Te estoy escribiendo desde aquí. Pero como no todo es malo, al menos hay señal de internet.Malania
Imagen propia
AROMA A BOSQUE
Se le enrojeció la piel
por la resolana cálida.
Sentado sobre una roca
se quedó contemplando
el agua transparente de la cascada,
en contraste con la laguna calma,
por el escaso caudal a falta de lluvia
que se ha puesto amarronada.
El espectáculo vibrante
de las hojas de los árboles
que bailoteaban con el viento,
lucía diferentes tonos verdes
con algunas incandescentes.
La luz del pasado mediodía
invadía el límpido cielo.
Las nubes desaparecieron.
El característico olor a bosque
inundaba las horas de la siesta
junto al canto de las cigarras.
Y el hombre pensativo
seguía disfrutando
del repiqueteo de la cascada.Malania
Imagen: N. R.
MISTERIO GATUNO
Muchas veces cuando son pequeños los llevan de regalo. Las personas, casi siempre niños, los reciben con entusiasmo, pero no se dan cuenta que necesitan no solo agua y comida sino también cuidados especiales como ser desparasitados y vacunados. Una visita para tener atención veterinaria es importante. Muchos no lo hacen, no los cuidan o los dejan abandonados. Los gatos y cualquier otra mascota, no son juguetes, son seres vivientes. También necesitan mimos y mucho cariño.
Majute tiene dos gatas (castradas para evitar reproducción sin límites). Hace unos meses apareció en el patio de su casa una gata gris, con la panza enorme. Se dio cuenta que estaba a punto de tener hijos entonces le preparó una caja con trapos sobre una mesada bajo techo, pero ella se las ingenió y por un pequeño hueco se subió al cielo raso. Allí tuvo dos gatitos. A los pocos días, se los pudo bajar y acomodar en la caja. Pero ellos buscaron otro lugar bajo una chapas que están recostadas sobre el miro esperando a ser colocadas en la parte trasera de la casa. Cuando ya podían comer solos, apareció un gato negro y estuvo con la madre hasta la noche. Al día siguiente, luego de una torrencial lluvia, no estaban más ni los gatitos ni la madre, tampoco el gato negro. Hasta ahora no se sabe si alguien entró por los muros y se los llevó o ellos salieron por un hueco pequeño que hay cerca del portón de entrada al garaje. Misterio de gatos.Malania
Imagen M. J. T.
Gata negra Michona: gentileza de V. D. S.