• Prosa Poética

    YO TE LLEVO

    Yo te llevo con el paso del tiempo, entre los días tan eternos, las noches que se van.

    Yo te llevo en mis recuerdos, en todo aquello inolvidable, en la luz de mí oscuridad, en la magia de la vida.

    Yo te llevo en la palabra que te nombra, en el verso que te busca, en esa lágrima cuál te extraña.

    Yo te llevo dormida en mi corazón, en la risa que te abraza aunque no estés.

    Yo te llevo en el cariño, el respeto, la ternura que nos une a pesar de la distancia.

    Yo te llevo en el recuerdo, en el silencio cuando pienso, es la voz callada y única que no deja de decir: nunca te perderé porque me vales.

    Autor: Escritor y Poeta Uruguayo Miguel Márquez.

    Imagen: M. J. T.

  • General

    EVANESCENCIA

     
     
    Cuando el amor parece esfumarse por la rendija de una ventana o se escapa por entre nuestros  propios
    dedos, se presentan momentos diferentes, unos donde afloran las ganas de gritar al viento la torpeza de la imagen íntima, y después en otro momento, cuando  reacciona, la quietud  abraza, como si fuera a quedar totalmente  inerte. Sería algo así como depositar nuestras palabras sobre las cumbres plateadas o dejarlas libres al vuelo en un atardecer multicolor.
    A veces la poesía viaja a otros lares y se roba la imaginación. No hay lugar para inspiración alguna.
    Entonces el recorrido por este sitio virtual se hace interesante, mientras se intercalan los interminables
    estornudos,  ante la sola idea de que el amor es cruel y que puede jugar mal con nuestro destino,
    congelando nuestros sentimientos en esas cimas plateadas o resguardarnos en la tibieza de los colores
    del atardecer. La decisión es propia de cada ser humano.

    Comparto un artículo que puede resultar interesante, del cual pondré solo unas líneas, y es el siguiente:

    WABI SABI

    El wabi sabi 侘寂 es una apreciación estética de la evanescencia de la vida. Las imágenes wabi sabi nos
    obligan a contemplar nuestra propia mortalidad y evocan una soledad existencial y una delicada tristeza. También provocan un alivio agridulce, ya que sabemos que toda existencia comparte el mismo destino. ¿O no?

    Imagen de la red 

    Imagen de P. M. Imagen de M. J. T.

  • Poesía

    ELÍPTICO ECLIPSE

     
     
    Un eclipse arrepentido se levantó contra el cielo 
    cuando la granizada golpeó los vidrios del portezuelo, 
    con ventanas entreabiertas a la hora de la siesta 
    desnivelando los quicios, sembrando el pánico, 
    haciéndolos sentir que estaban vivos, 
    rompiendo el silencio con estrépito trueno 
    y con  el impulso de su obtuso aliento.
     
    Ni un designio de su voluntad que apareciera impreso 
    se veía en letras grandes con la gloria de otros tiempos 
    y sin encontrar sosiego 
    hasta los pájaros en las jaulas, estaban muertos de miedo. 
     
    Todo era complejo, aunque estaba completo 
    en los espejuelos de la mesa donde el hombre estaba tenso, 
    entre las flores de su propio huerto 
    que en jarrones perfumaban la casa y todo su cuerpo, 
    allí permaneció perplejo. 
     
    Arengas  repetidas tan presentes en su vida 
    a merced de sus sueños ahogados 
    en un amanecer  solitario  y lento,
    mientras su insomnio pastoreaba madrugadas 
    y en vientos de luna llena sentía el paso del tiempo, 
    dejando huellas descalzas con las palmas de sus manos 
    estampadas en paredes enmohecidas en noches sonámbulas. 
     
    Preso del tumulto exterior lleno de espanto, 
    por todas partes los vestigios olvidados que el viento se iba llevando, 
    con  lluvias de hojas secas que acababan en el último peldaño 
    de una escalera de fieltro bajo la cual se guardaban 
    los únicos platos de antaño.
     
    Todo era culpa de aquel eclipse, decía ella para consolarlo, 
    y él tirado como un mújol azul plateado 
    en una casa de náufragos con puro olor a quemado, 
    se abatía en el remanso de la decrepitud 
    con alpargatas de desahuciado. 
     
    Malania
     
    Imagenes de la red.
     
                                                                               
  • Prosa Poética

    YA NO TEMO

    Ya no temo a la oscura noche, me abrigo con el frío, el viento seca mis lágrimas, la suave caricia del viento dibuja sonrisas sobre mi rostro.

    Ya no temo a todo lo malo, las tormentas de la vida son pasajeras y traen enseñanzas.

    Ya no temo en decir mi verdad, si en ella van las ganas de ser, sin pensar en caer.

    Ya no temo al ayer, cuando el hoy me hace fuerte y valiente en mi camino de paz.

    Ya no temo si aprendí a ganar, o a perder enfrentando la adversidad, puedo decir por nada dejo mi camino, no me bajaré lo difícil jamás.

    Autor del poema: Miguel Márquez

    Imagen: Escribiendo con testigo de M. J. T.

  • General

    ESA MIRADA

    Un viejo tren
    con los colores del cielo
    un vuelo a las nubes
    y un navegar sobre ellas
    o un asiento individual
    en un micro larga distancia
    no importa de cuál empresa sea.
    Tú lo sabes
    por eso me miras así
    con ojitos melancólicos
    porque intuyes que estaré ausente
    esta vez no sé por cuánto tiempo.
    Mi mudanza está a punto de partir
    algunas cosas he regalado
    otras he vendido a mal pago
    pero algo no dejaré
    y es la bolsita
    de aquellos alfajores
    recubiertos de chocolate
    que él me ha regalado  
    aquella mañana de mayo
    cuando no solo el café compartido
    fue el culpable
    de excitantes momentos, testigo.
    La guardé y la guardaré
    junto a una rectangular tarjeta
    será la insignia de nuestra pasión.
    Quizás un nuevo encuentro
    nos depare el destino
    o tal vez el grato recuerdo de lo compartido
    se convierta en la piedra fundamental  
    para no desfallecer
    a través del tiempo dolido
    en esta vida que continúa difícil sin él.
    Malania
    Imagen propia.
                                                                                  
  • Poemas

    GOZO AL NATURAL

    Pasan los años
    y la vida se presenta
    como un proceso de demolición.
    De nada sirve
    ser demasiado formal
    y horriblemente previsible.
    Queda un desafío
    salir de lo trillado
    dejando de lado
    la agenda del tiempo.
    Hoy mi ciudad y el campo
    amanecieron de buen humor
    contagiando los corazones
    de los que madrugan
    y gozan con ver salir el sol.
    Acaece una fiesta
    la de la primavera
    en la que bailan
    las hojas verdes  
    al compás del viento
    mezcla de perfume
    y de bellos colores
    de las diferentes flores
    que nos regala
    la incomparable naturaleza.

    Malania

    Imagen propia

  • General

    FAMÉLICA

    Como un percebe
    inicua crece,
    en los espejos poéticos
    donde da lugar al estropicio
    jactándose de su obra.
    Deshonesta y lívida,
    como ave avorazada de amores ajenos,
    se desplaza en un sartal laberíntico
    como pájaro  a pleno vuelo.
    Malania
    Imagen: R. E. Ch.
                                                           
  • Poemas

    ACORDES

    Busca entre lo imposible,
    en la música del alba,
    en los colores del arco iris,
    en la lluvia perezosa y calma,
    en el canto del grillo,
    en las calles batanadas.
    Busca el cómo,
    la forma dibujada,
    el método
    y la estrategia escapada.
    Quiere encontrar
    esa voz que acuna la vida,
    esa voz oculta
    que no dice nada
    y lo dice todo.
    Malania
    Imagen de la red.
            
  • Prosa Poética

    QUIERO SABER

    Quiero saber
    ¿Quién se lleva el canto del ave?
    Apaga su voz que viene a despertarme todas las mañanas.

    Quiero saber
    ¿Dónde están los que pintan sonrisas?
    Busco ver sus pinturas y no las encuentro.

    Quiero saber
    ¿Adónde viaja el tiempo?
    Sigo a la vida que suele llevarme donde viven las ganas de no rendirse jamás.

    Sé que ahí quedaré sin mirar atrás, trataré de regar la alegría muy dentro de mí, floreciendo felicidad.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: Yoyi Gauto.

  • General

    TIMORATOS

    Tanto esperó aquello que quería,
    que cuando al fin lo encontró
    ya no le servía…
    ese tiempo perdió
    y nada quedó en sus manos.

    Muy pocos toman decisiones y se hacen cargo.
    El resto se pasa la vida
    buscando lo que no sabe
    y quejándose de su suerte.

    Malania

    Autor: Patricio Massa

    Blog: http://patriciomassa.blogspot.com/

    Imagen: https://www.elcorreo.com