ANÉCDOTAS

CAMPANILLA SILVESTRE

RECUERDOS DE LA INFANCIA

Muchos son los hechos ocurridos en la infancia y que son recordados con amor, con nostalgia. Algunos con alegría y otros con tristeza. Hechos que a lo largo de nuestras vidas han marcado huellas, profundas o superficiales, pero huellas al fin.
En una de esas charlas cotidianas, al intercambiar opiniones entre amigos/as, uno de ellos, Ricardo, me relató:
En aquel tiempo (refiriéndose a cuando era niño), no todas las casas tenían pared medianera y muchas usaban como divisorias un tendido de alambre tejido formando una malla de cuadrados o rombos, que llamábamos  “cerco”.
Y en la casa donde viví mi niñez, había tramos de pared medianera de ladrillos y parte, de ese tejido divisorio con los vecinos de los laterales.
Con uno de esos vecinos, en la parte donde existía ese tejido de alambre, había un cierto espacio ocupado por una planta que, hermanada con el tejido, pasaba ida y vuelta de un lado al otro, tal como una enredadera, que no sé si tan así lo era. Y tenía bonitas flores, de pétalos color naranja y con forma perfectamente acampanado… y que siempre la conocí y así la llamábamos: “campanita”. Y tan dentro mí quedó el recuerdo de ella, porque (también lo hacíamos con las flores de algunas otras plantas) separábamos con un tironcito los pétalos en conjunto, de la copilla verde que los contenía y livábamos el néctar, compitiendo con las abejas que hacían lo propio, con la diferencia que las abejas no destruían la flor como nosotros lo hacíamos (ellas clavaban el aguijón a través de los pétalos)…
Quizás las hay de varios colores en otros lugares y ojalá no se repita con ellas la ignorante depredación que inocentemente cometíamos sin que nuestros padres nos vieran.

Malania
Relato gentileza de R. G.

Imagen propia.

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