Prosa Poética

AZABACHE

Como casi a diario, hoy lo esperaba sentado sobre una silla.
Cuando escuchó que el picaporte giró, sus ojos destellaron alegría,
como dos estrellas brillantes entre su pelaje azabache.
La compañía mutua les alegra, les quita soledad, les brinda regocijo.  
Con sus tres patas audaces bajó de su pedestal para pedir caricias con ronroneos. Tendido sobre el piso, sus malabares con gracia asombran.
Se manifiesta con arte fascinante, para hacerse entender de diferentes formas.

Malania

Imagen: M.J.T.

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