Poesía

COMO OREJAS DE CONEJO

En el hogar se enciende el fuego,
las llamas danzan con un toque etéreo.
En un ambiente crepuscular silencioso
oculta su rostro en un velo misterioso.

Entre sombras y brillos se esconde
enigma ardiente, difícil de entender.
En las llamas vivas surgen figuras
ocultan su rostro, no se dejan ver.

Los reflejos titilan, secretos al oído,
el fuego susurra un enigma encendido.
En la noche, su calor vence al frío
y las orejas de conejo crean un destino.

Malania

Imagen: M. Julián T.

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