Poemas

LUCIÉRNAGA

Radiante,  lapacho amarillo,
sus pétalos al viento
regalan en alfombra su brillo
a la solitaria acera.
De la vereda de enfrente
nace el encantamiento.
Un lapacho rosa, luce y se mece
en hálito de vida.
Una jovial luciérnaga, pasea nocturna
vuela y vuela irisada, galante y celosa
del amarillo y rosa.
Busca otros lares
y queda aletargada
sobre un árbol coposo.
Durmió todo el día
y al despertar sintió el aroma
dulce y delicado
de néctar avenado.
Lapacho espectacular
de flores turquesa
único en su especie
circunspecto y sublime.
Con lenguaje sin palabras
la seduce y enamora
con encanto sin igual.
Cada noche el lampírido
ilumina los  pétalos
custodiando su belleza
con exclusividad.
Pero en la madrugada siempre elige una,
solo una, y la flashea,
a sus ojos  la más bella,
aquella que eligió amar,
la que desde el primer día
elogió su amor, ese amor
que con su luz le propiciaba
un maravilloso ardor
en invernales madrugadas.

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