Prosa Poética

RETÓRICAS

¿Cuándo regresaré?
¿Lo haré alguna vez?
¿Volvería?
No tenía motivos para volver.
Tampoco tenía respuestas a esos interrogantes.
Entonces, se despreocupó, porque eso vendrá con el tiempo.
No tenía sentido torturarse tratando de hallarlas hoy.
Esa también era una de las lecciones que había aprendido durante los últimos años.
Una demora, un camino diferente, un encuentro inesperado, una palabra demás, podría modificar la realidad. Las opciones y las posibilidades, de esa forma, se multiplicaban dando pie a múltiples posibilidades futuras muy distintas unas de otras.
Ella comenzó a entender que culparse o culpar a otros de las decisiones tomadas, no la conducía a nada bueno, que debía aprender a aceptar todo lo que había hecho en el recorrido por diferentes lugares y caminos.
Aceptar lo actual y real, constituía la única posibilidad que tenía para poder vivir en paz.
La vida a veces empuja a empezar de nuevo en esta tierra de mortales, donde, más allá de que cada uno delimite su terreno, es de todos.
La rueda gira sin pedir permiso, sin tener en cuenta apellido ni colores de piel. La luz del sol brilla para todos por igual. La vida continúa sin que nadie sepa, a ciencia cierta, hasta cuándo seguirá.

Malania

Imágenes: Javier A. T. , M. Julián T y propias

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