• General

    LA LECHUZA Y EL VIENTO

    La lechuza está asustada,
    a su hijo se lo llevó el viento en picada
    y cayó a un balcón desde la rama.

    ¿Cómo saber si el viento está enojado y con su furia barre todo lo que encuentra a su paso?
    ¿O será que quiere despertar el temor en nosotros, manifestando su poder, incontrolable a nuestro alcance?
    ¿O quizás es su forma de sentirse feliz viéndonos aterrorizados, corriendo, cerrando puertas y ventanas, y a los niños escondiéndose bajo la cama?
    ¿Por qué estará enojado? ¿Se peleó con las estrellas o con las nubes o con alguna sirena? ¿O tal vez no pudo dormir por los sonidos de los parlantes molestos y atrevidos?

    Hoy el viento está calmo y nos regala una suave brisa, que es como una caricia fresca con aroma a moras y fresas.
    Ojalá pudiéramos sentir siempre al viento, suave y bondadoso.

    Y es así como queremos que la humanidad se manifieste, siempre con suavidad y bondad, respetando a los demás. Que se termine la agresión, el acoso, la burla, las peleas y todas aquellas actitudes que indignan al ser humano, a aquellos que son correctos y quieren el bienestar de todos.  

    Imagen: R. M. T.

  • Poemas

    PROYECCIÓN LUMINOSA

    Las siluetas de los árboles,
    se reflejaban sobre la nieve,
    bajo la cara poco iluminada
    de la luna llena.
    Una alfombra tejida
    con pétalos de lapacho blanco
    hace una aparición sin consistencia.
    Surge entre tinieblas impalpables
    como de proyección luminosa,
    una liana con hojas rojas.
    No hay penumbra dorada
    como en otros días.
    El sol se ha recluido
    con encanto misterioso y velado,
    mientras las estrellas en silencio
    dan un monótono paseo rústico
    acariciando las nubes.  

    Imagen: R. E. Ch.

  • General

    HASTA EL FIN

     
     
    Nunca se sabe
    adónde se esconde lo peor,
    si en las barbas rojas del atardecer
    o en las lágrimas grises de un día sin sol.
    Se clavan aguijones en todo el cuerpo
    y amanece en esa casa oscura
    con olor a triste,
    coleccionando un caudal de música:
    el chirriar  de las desvencijadas puertas,  
    los crujidos del piso de madera de antaño
    y el borboteo de una olla,
    donde hierve manzanilla y canela,
    nadie sabe qué otros yuyos 
    para su mal de amor.
    Cuando lo vio flaco como hojitas de tomillo,
    sintió el  ritmo seco y profundo
    que galopaba en  su corazón.  
    Él no quiso que se fuera  
    y ambos contemplaron
    cómo las hojas, el polvo y las nubes
    se desplazaban con el viento.
    No miraron hacia atrás
    y pensaron en el futuro.
    Ella preparó manjares
    y los más deliciosos postres frutales,  
    iluminada por  las estrellas.
    Él cambió su aspecto y se volvió
    cariñoso, elegante y varonil.
    Era la más fea de la ciudad, ella,
    pero su corazón demostró su belleza interior.
    Ambos disfrutaron en compañía
    hasta el fin de sus días. 
  • General

    CIELO SIN LUNA

     
    Y mientras dormitaba,
    recitó esta estrofa de:
    ENTRE PROA Y POPA
    Las velas se mecen
    al compás del viento
    y entre proa y popa
    te pienso a lo lejos.
    De repente se volvió una niña, la niña mora, en una casa vacía donde flotaba inseguro el aire húmedo, entre el calor y el frío de un suelo sin piso, descubierta y sin techo bajo el cielo sin luna iluminado solo por algunas estrellas.
    De pronto irrumpió en la Bahía desierta, una pequeña nave y después otra un poco mayor, ubicándose sigilosamente proa contra proa, como amantes que hubieran aprendido juntos todos los trucos de la nocturnidad
    La niña aguzó sus sentidos para distinguir aquella voz áspera que se entremezclaba con el vaivén de las olas.
    ¬ Dejaremos el elemento inventado en aquella casona abandonada ¬escuchó detrás de una montaña de escombros para no ser vista¬
    Prefirió no moverse en esa noche desapacible, hasta quedarse dormida.
    Cuando despertó no pudo más que llorar de alegría, él estaba allí con la voz cambiada por el mal tiempo, y consigo, el
    elemento inventado, esta vez descubierto bajo una gran manta.
    Era su regalo de cumpleaños.

    Imagen: E. P. L.
                                                                                                          
  • Poemas

    ENTROMETIDA Y SALVAJE

     

    El reflejo de tu cuerpo,
    con la luz de la luna,
    se hace presente bajo mis párpados.
    También te veo
    en el peregrinar de estrellas
    y de las nubes que con el sol sucumben.
    Voy fisgoneando,
    buscándote hasta en el infinito,
    donde las gotas caen salvajemente,
    en saltos que no pueden detenerlas,
    porque corren en lecho latente,
    y escapan vertiginosamente
    en un imposible regresar.

    Imagen: E. P. L.

  • General

    ¿IMPORTA?

    ¿Importa?…
    si ella se llama
    Elsa o Malania,
    Rocío o Paulina,
    Carlota o Stefania,
    Jimena o Paula?
    ¿Importa?…
    Si es gallina o bostera
    si le gusta el rock,
    la salsa o la cumbia villera?
    ¿Importa? …
    Si nació en el hemisferio norte
    o en el cono sur,
    donde se esconden las estrellas?
    Si nació en cuna de oro
    o sobre un colchón de paja muy pobre?
    ¿Importa?…
    Si lo que la inspiró
    fue un perro o un gato,
    un puerro o un zapato?
    Ella es lo que es.
    Le gusta
    levantarse muy temprano
    al amanecer,
    salir a caminar
    antes de que salga el sol,
    contemplar las nubes de vapor
    grises o blancas,
    con matices rosas y naranjas,
    celestes o amarillos,
    cada una con su reflejo y brillo.
    Le gusta
    escuchar a los pájaros en concierto,
    en melodías que alegran todo el día.
    Le gusta
    leer y escribir.
    Describe vivencias,
    relata recuerdos,
    exalta sentimientos.  
    Ella disfruta de sus poesías
    no importa si son libres o con rimas,
    si se basa en fuentes fidedignas,
    en cuentos imaginarios
    o en ideas sin marcadas consignas.  
    ¿Importa?

  • General

    INSPIRACIÓN DUAL EN PORTAL FLORIDO

    Bajo las galaxias y estrellas,
    que contempla desde un rincón,
    sueña volar por las noches hasta ellas.
    Se viste de blanco cuando sale el sol.
    Abre el ventanal,
    dejando penetrar el aroma
    de más de una flor.
    Le tira besos ancestrales,
    y el color de su mirada
    cambia de color.
    Corre hasta la orilla del arroyo
    y moja sus labios y sus ojos,
    con el agua cristalina
    para sentir frescor.
    Un árbol ofrece a mediodía,
    siestas en la refrescante sombra,
    sobre verde grama mirando al cielo.
    Le invita a caminar descalza,
    por la orilla del estrecho cauce,
    sintiendo el viento,
    con el perfume de jardines
    cubiertos de azahares.
    Perfuman suspiros
    al tropezar con leños
    que le cantan versos
    de encantados bosques,
    y mariposas en primavera.
    Escucha el cabalgar
    de duendes y elfos
    sobre unicornios transparentes.
    A la lumbre de un farol,
    revolotean ilusiones
    dentro de su corazón.

    Imagen: R. E. Ch.

  • Cuentos

    EL PARAGUAS

    Las seis y media de la mañana de un día cualquiera, mientras caminaba frente a una escuela muy grande, pensé en cuánto me enseñaron, cuánto pude aprender y cuánto no. Pero sí, lo necesario como para darme suficientes armas y poder desenvolverme en la vida: me enseñaron a leer y a escribir. Esa es la base fundamental para abrir caminos y trazarlos de la mejor manera. Con los recursos de la lectoescritura, quien no avanza en sus propósitos de mejorar su calidad de vida, es porque le falta algo muy importante: la voluntad -pensé.
    Seguí caminando y miré al cielo para comprobar el color de las nubes. Llevaba un pequeño paraguas por si le daba al tiempo mandarnos más agua. Había llovido toda la semana en horas de la tarde, lo que evitó el riego con agua de red, y eso significa ahorro tanto del elemento esencial como el del tiempo. Pero las nubes se mostraban grises, muy claras. Entre ellas estaba la luna perezosa que no se quería retirar, y pícara pensaba en ver al sol. También, una estrella adornando el horizonte. ¡Una estrella al amanecer!  Y se me ocurrió pensar bajo qué estrella había nacido. Eso, no lo investigué nunca. Tampoco en la escuela me enseñaron sus nombres.
    Volví a pensar, ¿bajo qué estrella nací? ¿Habrá sido SIRIO, la que me vio nacer? Es la estrella más brillante de la constelación Canis Major o Perro Mayor. ¿Por qué se llamará SIRIO si la estrella es femenina y le habían dado un nombre masculino? O bajo la estrella Canopus, de Carina (La quilla). O de Rigil Kentaurus de la constelación Centauro. O habrá sido Arturo de la constelación Bootes o El Boyero. Y otra vez la misma pregunta ¿Arturo? Es nombre masculino ¿por qué se llama así? Y siguen en la lista Vega, de Lyra, Capella de Auriga o El Cochero y tantas otras, miles de estrellas no conocidas por sus nombres. Para estudiar los de todas, seguramente me llevaría mucho tiempo, quizás una vida. Mis neuronas ya no dan para eso.  
    Continué caminando por la vereda de una calle, que semejaba una galería larga de una escuela pública, la que albergaba a casi mil niños en dos turnos, mañana y tarde. Bajo algunos árboles frutales podría haber juntado bolsas de frutas: mangos, guayabas, pindó y cocos. Pero el objetivo no era ese sino caminar, solamente caminar. Algunas frutas caían picoteadas por los pájaros. Eso me alegraba, al menos no morirían de hambre. Próximamente, en otoño, comerán paltas o aguacates y mburucuyá o maracuyá, mamones o papayas, (según la zona, un nombre u otro), naranjas y mandarinas. Y quizás muchas otras frutas que esta prodigiosa tierra produce.
    Mi caminata casi llegaba a su fin, cuando finas gotas de agua me obligaron a abrir hasta ese momento mi pasivo acompañante, el paraguas.

    Imagen de adamtepl en Pixabay 

  • Poemas

    BUSCAR UN SUEÑO

    Las estrellas peregrinas
    silenciosas
    no luchan para mostrar su luz
    solo alumbran.
    Los ríos embravecidos
    no luchan por moverse entre las rocas
    solo buscan
    el suave ritmo del mar.
    Te invito a que brillemos juntos.
    A sumergirnos en la brisa del mar
    bajo el jeroglífico de las estrellas.
    A buscar un sueño
    y aferrarnos a ello.
    O la vida enmudecerá
    se nos pasará callada
    en soledad
    sin cumplir nuestros anhelos.  

    Fotografía: Elsa

  • Poemas

    AL DESPERTAR

    Al despertar, las preguntas
    surcan todo el universo
    los colores centellean
    en aquel caleidoscopio
    que alguna vez contemplamos
    felices y sorprendidos
    por la creación inmensa
    del universo fundido
    gigantes, duendes y niños.
    Hoy al despertar me intriga
    ¿Quién vela tus noches frías
    desvelado por la gripe?
    ¿Quién te cubre con la manta
    y te acerca el té a la cama?
    Tal vez nunca podré hacerlo
    quizás será una  mañana
    entre estrellas y azulejos
    entre abrazos y aparejos.