• Poemas

    JANGADA

    No quería retroceder,
    aunque lo atacara una pertinaz jaqueca
    y sus ideas estuvieran desparramadas
    en una envolvente ensenada vieja.
    Ya no era un zagal,
    había pasado  hacía varias décadas
    desde aquel amor
    al que nunca pudo olvidar.
    Sus lágrimas eran torrente
    cada vez que la recordaba
    en sus paseos por salinas desoladas
    los verdes bosques o los jardines floridos
    en veraniegas alboradas.
    Hoy solo quedan
    cataratas de aguas oscuras
    y con ellas una incipiente idea
    la de dejarse oxidar por la humedad
    y convertir la fe en un rayo de luna.
    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • Haikus

    NOMEOLVIDES SILVESTRES

    El mes de octubre
    diferente occidente
    trajo la lluvia.

    Bajo la luna
    van sin prisa ninguna;
    su aroma esparcen.


    Flores silvestres
    al borde del camino:
    Las Nomeolvides.


    Malania

    Imagen: propia

  • Haikus

    A MEDIA NOCHE

    Haikus

    ¿Alguien ha visto?
    la luna en la tormenta
    me lo han contado.

    Cantan los gallos.
    En fría madrugada
    me desperezo.

    Malania

    Imagen: M.. J. T.

  • Poemas

    FRUTOS MULTICOLORES

    Te embriagaron las lunas,
    las albahacas perfumadas
    y algunas palabras perdidas
    en poemas dedicados a nadie
    que te han llenado de nostalgia.
    Pero quizás más tarde
    podrás cosechar los frutos
    esos que hoy has sembrado.
    Te llenarás de alegría
    con el aire entrecortado
    por el viento vagabundo
    y el agua de lluvia derramada
    desde una nube envidiosa.
    Pero a la vez ríe airosa
    por haber colaborado
    para que surjan bellas frutas
    bajo la luz de la luna
    o del sol a mediodía
    para llevar a la mesa
    multicolores manjares.

    Malania

    Imagen: R. E. Ch.

  • Poemas

    ROSA SOLITARIA

    Como ninguna
    a lo alto floreciste
    como mirando a la luna
    que de día permanece
    en un cielo muy celeste
    viendo como naciste
    bajo el sol resplandeciente.

    Malania.

    Imagen: M. R. T.

  • Poemas

    NIEBLA

    Arrullado
    por los rasguños húmedos
    con aceite de almendras
    sintió una  sensación de alivio
    de ese algo que para él
    se terminaba para siempre.
    Sin embargo para ella
    la esperanza de seguir amándolo
    crecía
    como lirios en las palabras
    pronunciadas a su oído
    y en el escondite de su dorada selva
    donde emergía su báculo cálido
    lleno de vida y canto
    al compás de mimos y besos.
    La realidad se reflejó en la luna
    espejo de un recuerdo pálido.
    Una a una se apagaron
    las luces de las estrellas
    bajo la estela
    de oscuro aserrín del terciopelo
    de un herido corazón.
    Malania
    Imagen de la red.
  • Haikus

    DÍA Y NOCHE

    Come semillas
    de albahaca y girasoles
    el Tico Tico.

    Las amapolas
    en coloridos tonos
    lucen airosas.

    Naturaleza
    bajo la luna posa
    con mil aromas.

    Cantan los grillos
    en noches estrelladas
    despiertan niños.

    Malania

    Imagen: M. R. T.

  • Poemas

    LAMENTO LEJANO

    Lejos de las serpentinas
    del laberíntico recorrido urbano
    en noche de luna quieta
    con la ilusión de las estrellas en canto
    al compás de las ramas secas
    lo vio, él estaba allí
    entre los tímidos rayos del sol naciente
    un turbio día de noviembre.
    El zumbido cobrizo de las chicharras
    hacían más densa la penumbra selvática.
    Ella sabía que el horario de su vida
    no estaba subordinado
    a las leyes del tiempo divino
    sino a los ciclos propios
    de sus deseos y de su destino.
    Lo vio, claro que sí
    en una fecha
    la más grande fecha de la desilusión
    bajo un cielo pasmado de frío
    aspirando el aliento taciturno de malos presagios.
    Y con la intensidad de la intemperie
    su intemperie
    solo pudo escuchar un  lamento lejano.
    Malania
    Imagen: S. D. V.
  • General

    SOLO SUYA

    No todo
    son letras en el mundo,
    tampoco  se sabe
    qué es un acto poético,
    si el escribir un poema
    o trepar por un dintel,
    si es ver crecer un árbol
    o contemplar un amanecer.
    Solo nos damos cuenta que existe
    cuando ha sucedido,
    bajo el sol o luna llena
    o en la penumbra del dosel,
    cuando ella se duerme junto a él,
    cuando una nube tapa la luna
    y en la aldea le susurra  
    que es toda suya,
    solo suya
    y nunca más de otro ser,
    justo en el momento
    en que el sol rompe
    minutos antes de lo habitual
    su hora de llegada
    y los descubre,
    ella envuelta
    solo con el perfume de su mar
    y él con la aureola
    de las huellas que en marea
    ella labró al brincar.  
    Malania
    Imagen propia