• Poemas

    EMPEZAR DE NUEVO

    Paladeó una  idea con sabor desconocido,
    trazando una curva inverosímil con letras
    bajadas de un cielo entre nubes perdido.
    Saboreó el placer de navegar o transitar
    y de vivir en el borde del mundo
    ataviado en una campaña nueva
    contra lo nunca antes visto y menos vivido.
    Empezar algo nuevo cuesta –pensó-
    como quien camina por una picada empinada
    con las piedras toscas en punta
    donde es posible  doblarse el tobillo
    o caer y lastimarse con las piedras en vilo.
    Es necesario recorrer despacio el lugar elegido
    mirando hacia  abajo y también su laberinto.
    Y de tanto transitar  por el mismo lugar
    se irán emparejando y aplanando las piedras
    y  en un camino llano y liso, convertirlo.
    El asunto está en seguir
    el mismo camino con facilidad
    hasta más allá de la saciedad
    o cambiar tomando otro sendero, otra picada
    desconocida y quizás
    más difícil, o no.
    Puedes ir solo o llevar a una mula de reata
    vestir una camisa de miedo
    o cubrirte de renovado vigor.
    Una violenta sacudida
    ascendió por la madera rasa
    le aguijoneó las manos
    y se dio cuenta que dormía
    bajo las sombras de la noche
    que a sus espaldas caía.
    Sumado al largo sueño
    después de un cansado día
    amaneció con una sensación de bienestar.
     Malania
    Imagen propia.
  • General

    BLANCA ESTELA

    Mientras los azules se recalientan
    en el mar del enrojecido infierno
    la estela en blanco
    el firmamento atraviesa
    para nutrirse con naranjas del sol.
    Malania
    Imagen propia
  • General

    SOLO SUYA

    No todo
    son letras en el mundo,
    tampoco  se sabe
    qué es un acto poético,
    si el escribir un poema
    o trepar por un dintel,
    si es ver crecer un árbol
    o contemplar un amanecer.
    Solo nos damos cuenta que existe
    cuando ha sucedido,
    bajo el sol o luna llena
    o en la penumbra del dosel,
    cuando ella se duerme junto a él,
    cuando una nube tapa la luna
    y en la aldea le susurra  
    que es toda suya,
    solo suya
    y nunca más de otro ser,
    justo en el momento
    en que el sol rompe
    minutos antes de lo habitual
    su hora de llegada
    y los descubre,
    ella envuelta
    solo con el perfume de su mar
    y él con la aureola
    de las huellas que en marea
    ella labró al brincar.  
    Malania
    Imagen propia
  • General

    HONGO PARÁSITO

    Solazaba en el nogal
    un pequeño agarical.
    Se desprendió de una rosa
    que creció junto a un lastre,
    perdida en el pastizal
    con color humo vaporoso,
    en un corazón erosionado.
    Y despacio las sirenas
    de las chicharras lloronas
    le fueron cambiando el tono,
    en grises y marrones herrumbrados.
     Malania
  • Poemas

    SIN DESPEDIDAS

    Sin despedidas,
    envejece  la noche,
    dando paso a un nuevo día.
    El viento se pasea
    por entre las hojas
    del florido matorral
    y sobre las olas
    del tranquilo mar.
    Mis pasos me guían
    hacia este lugar
    que tal vez algún día
    feliz, te veré llegar.
    Malania
    Imagen propia.
  • General

    SU PRESENCIA

    Observador empedernido
    de la fascinante naturaleza,
    pero sobre todo
    del mar y del atardecer en el río.  

    Sus ojos llenos de bondad
    centelleaban buen humor.
    Su mirada y su porte revelaban
    que era un hombre culto y sabio.
    Su voz era grave y modulada,
    totalmente cautivadora.
    Las palabras fluían de su boca
    en un torrente de elocuencia y poesía.
    Suscitaba admiración y respeto.
    Sumido en abrumador silencio,
    su presencia resplandeciente
    de hombría y amor
    irradiaba una dulzura espontánea.
    Talante y afectuoso.
    Su presencia engalanaba mi habitación
    y expandía su perfume natural
    en una atmósfera mágica
    de paz y serenidad.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    LATE CORAZÓN, LATE

    Agoniza  el cauce de melancolía
    y el silencio en diagonales de la nada.
    Se desvanecen las brumas
    de sueños amargos  
    y entumecidas ansias,
    cuando en las dulces riberas
    el espectro ilumina nuevamente
    y en el haz de luz, tu presencia
    mi idolatría sacia,
    estremece mi alma
    y mi existencia toma ritmo  
    en romance de primavera
    en cúmulo de colores.  
    Un canto de dulzura versa:
    valió la pena la espera.
    Malania
    Imagen: Propia
  • Relatos

    AYER Y HOY

    Precisaba caminar para purificar el aire de mis pulmones y los pensamientos de mi mente.
    Quería recuperar la sonrisa para maquillar con ella mi rostro palidecido por el tiempo.
    Recordé aquellas flores que me regaló y que con el pasar de los días se fueron marchitando. No las quería tirar pero tampoco quería guardarlas mustias y ya sin perfume. Entonces me regaló una planta y cuando se fue de este mundo ella también se murió.
    El aire del amanecer y los primeros rayos del sol son mágicos e inigualables para recuperar la energía y devolver la sonrisa hasta al más triste ser humano.
    Hoy gracias a Dios, al Universo y a toda la gente que me rodea, olvidé la tristeza de las flores secas y la planta muerta. Pero de él me quedan los más bellos recuerdos, con nostalgia pero con una sonrisa de los hermosos momentos que nos hemos regalado.
    Hoy lo puedo ver en aquella palmera parada en medio del sendero que recorro, y sentirlo en el perfume de las flores, en las hojas verdes de los árboles o en la tierra mojada después de una fresca lluvia.

    Malania

    Imagen: propia.

  • General

    ELLA

    Allá,
    donde termina el muelle
    se agolpa el cardumen de lisas
    cuando su figura se refleja
    en las cristalinas aguas del golfo.
    Trae en la bolsa
    un sinnúmero de migas
    de algún pan que ha sobrado
    y un puñado de semillas
    que arroja a la gaviota
    amanecida en la orilla
    para evitar la pelea
    con las lisas en familia.
    Su perro ladra
    quiere continuar el paseo
    que tuvo su inicio
    a las siete de la mañana
    posterior al habitual aseo.
    Ella sigue andando
    y él mueve la cola
    en señal de triunfo tempranero.
    De pronto Ella se detiene
    mete su mano en la bolsa
    hay más migas y semillas.
    Los comensales son
    un par de patos
    y varios mújoles
    que se disputan
    el manjar diario
    esta vez sin gatos.
    Ella y su perro
    continúan la marcha
    mientras yo me entretengo
    con cada nube diferente
    con cada rayo de sol naciente.
    Y al terminar el recorrido
    Ella, allí sentada
    sobre una base prismática
    con cabeza gacha
    llora una ausencia.
    Los peces y los patos
    vendrán por la noche
    a brindarle compañía
    para esfumar su dolor?
    Yo continúo mi camino
    vuelvo a estar contigo
    para no ser serenita.
    Prefiero tus palabras
    que a la distancia
    son mi abrazo
    y amorosamente
    son mi abrigo.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    ÉL

    En marmoteo
    de guillotina
    rondó el silencio;
    colgó su abrazo
    en el perchero
    de triste olvido
    y en marmoleo
    filtró caricias
    en guantes fríos
    de blanco y negro;
    muy desdeñado
    perfiló  besos
    sin regadío.
    Malania
    Ilustración: autor : Alvaro Cabrera Jiménez