• Poemas

    ECOS DEL SILENCIO

    El río pasa cantando,
    y llega tranquilo al mar.
    Muchos así van por la vida,
    hasta poder encontrar
    al amor que tanto ansían
    desde un verano caliente
    hasta un frío invernal.
    Viven en silencio un afán
    hasta que un día no lo callan.
    Sus silencios se hacen eco
    resonando por los aires
    llenan de amor corazones
    con albura inigualable
    esfumando los dolores
    en dianas multicolores.

    Imagen: N. V. S.

  • General

    DISTRAÍDA

    DISTRAÍDA
    Ayer, atrapada por la velocidad del tiempo, que a veces apremia y no pide disculpas, así como en un abrir y cerrar de ojos, casi se le fue la vida. Cuando reaccionó, su cabeza le pasó factura. Pensó en todo lo que hubiera dejado, pero lo que más le asustó fue que nadie se hubiese percatado de su desaparición y tal vez recién en días, se enterarían cuando alguna fuerza de seguridad se dignaría a  tomar el teléfono y comunicar a alguien del mismo apellido, lo que había ocurrido.
    – Las personas comunes no somos noticia, dijo.
    Después de lo ocurrido sólo pensó en expresar su deseo:
              “Cuando me muera,
    no quiero flores en mi tumba.
    Destina ese dinero a calmar
    el llanto de un niño hambriento.
    No derrames lágrimas,
    prefiero un vals mal bailado
    de esos que aún sin aprender
    sé que  igual puedes hacerlo.
    Y deja que la lluvia
    lave mis pecados,
    por haberte amado tanto”. 
  • General

    HAIKUS NATURA II

    • Cabeza abajo,
      se bañan los árboles.
      Pleno mediodía.
    • Agitando aguas,
      en postura vertical.
      Se ríen del sol.
    • Pasto amarillo,
      enmudecido observa.
      Solo es testigo.

    Imagen: E. P. L.

  • General

    UN POCO DE HUMOR

    Errores y horrores

    Quizá no es el mejor ejemplo
    el de un lápiz y una regla
    pero quiero hacer notar
    que no es lo mismo tocar
    una música o una negra
    una joven o una vieja
    una prima o una maestra.
    Tampoco es lo mismo gritar ¡Ay!
    que decir hay un ladrón
    que en este mismo momento
    se sube por el balcón.
    ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
    cómo duele cuando te vas.
    Y por si no he sido concreta
    y por si esto fuera poco
    grito ¡Eh! ¡por ahí no!
    no lo hagas a tu antojo,
    es que hay peligro en las huellas
    cuando todo se acabó
    pero no cuando al caballo
    por su cabo se lo amarró.
    Vas y vienes de proa a popa
    con nerviosismo sin igual
    si tus bienes están en sopa
    por no saber calcular.
    Y todo esto lo expreso
    con intención de persuadir
    antes de volcar aquí sus versos
    los errores corregir.

  • Poemas

    FLORES Y CANTOS

    Crespones por doquier,
    sinesias y laurel,
    visten la avenida.
    Malvones y rosas
    perfuman el paso,
    antes del ocaso.
    Lirios y amapolas,
    glicinas colgantes,
    seducen amantes.
    Damas florecidas,
    en noche estrellada
    ocultan miradas.
    Violetas y orquídeas,
    blancas y amarillas,
    felices despiertan.
    El sol atestigua,
    el libre albedrío
    y los dulces trinos.
    Zorzales, gorriones,
    cantan en balcones
    sencillas canciones.
    Juncos, madreselvas,
    al viento se elevan
    y aroman veredas.
    Imagen: E. P. L.
    Sinesia: flor rosa china.

    Malvón: variedad de geranio.

  • Poemas

    OTRO SUEÑO

    Fúlgida luna de enero,
    atravesó las organzas  
    y con ella su mirada
    en la penumbra de plata.
    Sus taciturnos ojos,
    se posaron en mi almohada
    reposando junto a mi
    muy callado en alborada.
    Y con el agua lunar
    de sus sueños derramada
    depositó en mi piel su rocío
    con calidez acicalada.
    Me susurró al oído
    “quise huir de aquel recuerdo
    pero no encontré la puerta
    me adormeció un vahído”.  
    El recuerdo resurgió,
    las calles adoquinadas
    con olor a crisantemos
    y  bayas de tamarindo.
    Fue un día cualquiera
    en el frescor de mayo
    nos vieron salir juntos
    de aquel café peregrino.
    Y el camino nos vio unidos
    hasta la histórica esquina
    donde de pronto nació
    el primer beso en la mejilla.
    Imagen de la red.
                                                   
  • Poemas

    COMO REGALO DE VERANO

     
    Despliega tus alas, amor,
    para que las gaviotas sonrían
    al vernos volar a la par.
    Estás invitado a dibujar en la arena
    tus pies descalzos al andar
    pasear por la playa cuando despunta el sol
    escuchar el canto de las olas
    y al compás del viento verlas bailar;
    a contemplar el horizonte,
    cuando la luna y el sol
    juegan al escondite, sin naufragar,
    mientras en el balcón, al amanecer
    un rico mate o un café, poder saborear,
    a leer bajo una sombrilla desplegada al sol,
    mientras me contemplas
    cuando me sumerjo en el tibio mar.
    Imagen: E. P. L.
  • Cuentos

    A LA ORILLA DE UN ARROYO

    Se había sentido embriagada como si le hubiera hablado el pájaro aquel, sublime alondra, que esperaba volver a oír después de mudarse al campo, luego de que en la gran ciudad sólo escuchaba al zorzal cuando la despertaba.
    Recuerda que antes de mudarse a la gran ciudad todos querían impedirle que se fuera. Le decían que estaba loca. “Aquí estás segura y te vas a un lugar donde todo el mundo trata de alejarse de ahí”. Pero su valentía fue superior a todo aquello que, por una parte, sabía que era así. Su lugar estaba allí en la gran ciudad.
    Tenía que enfrentar la vida como fuera, de la mejor manera. En ese cambio se dio cuenta de la importancia que tienen una ruta, un puente, una altura de calle…pero también la de una mirada, una sonrisa, o simplemente el silencio.
    Esa tarde, siguió las huellas del canto de la alondra por la cuesta de los espinos amarillos. Las hojas y las flores se movían sin cesar. Vio a lo lejos en graduación los glaciares azules que coloreaban el horizonte.
    De pronto ya no había luz en el cielo. Tropezando con cuanto había en los senderos, se equivocó de camino. Llegó hasta la ladera de las cumbres y allí esperó a los primeros rayos del sol. Su sorpresa fue el paisaje y el despertar con el canto de la alondra, a la orilla de un arroyo en un bosque pantanoso.
    Nadie sabe cómo pudo llegar hasta ahí, ni ella recordaba adónde tenía que ir.

    Imagen: R. E. Ch.

  • Poemas

    TARDE MALVA

    Sereno, en el mar de las espumas,
    navega errátil en la tarde malva,
    cual mezcla de guarapo y trementina
    que mana de su delicada vaina,
    exaltando el nítido interior,
    de sus nobles y enternecedores suspiros.
     
                                                                            
  • General

    LLAMA ENCENDIDA

    Junto a la tenue llama
    de una vela naranja,
    quiso encenizar sus recuerdos
    pero no pudo.
    Encendió el fuego,
    llenó una marmita con agua
    y la colocó sobre la red de hierros,
    que pronto se tornó candente.
    Mientras tanto,
    tomó la tralla y espantó a los perros,
    atravesó el patio de tierra
    y llegó al portón,
    allí lo esperaba su amigo.
    Se instalaron frente al chacmol,
    que descansaba
    sobre una repisa de madera,
    iluminado por la fogata.
    Imploraron
    con diversos rezos y cánticos,
    por una humanidad
    más solidaria y bondadosa.
    Con sus ojos lacrimosos,
    rogaron
    por sus hijos desaparecidos,
    en La noche de los lápices.
    Los días pasaron
    y ellos no pudieron ver
    a aquellos jóvenes
    recibidos de profesionales.
    La crueldad en la  ciudad
    les robó la vida
    y a los padres
    la ilusión y la esperanza.
    Ahora ruegan
    por un presente mejor,
    alejados de ilusivas promesas,
    esas que se discurren
    en algunos púlpitos,
    aún estando en democracia,
    descuidando las expectativas
    de un futuro cercano.
    El agua de la marmita hervía a borbotones,
    los choclos,  estaban a punto,
    las humitas sobre las brasas, también
    así como les gustaba a sus hijos,
    con los que  ya nunca  podrán compartir.
    Imagen: M. J. T.