• Poesía

    LOA ANIMALES

    MASCOTA ABANDONADA

    Nosotros los animales
    les queremos recordar:
    si nos toman por mascotas
    que nos quieran de verdad.

    Si triste y enfermo me ves,
    deseo que atención me des.
    Sin mirar día ni horario
    llama al veterinario.

    Acércate cachorro.
    Yo sé que tienes dudas
    y miras temeroso,
    cómo confiar del hombre
    si fue quien te dejó.

    Olvídate del miedo,
    cobíjate en mis brazos,
    no apures más tus pasos
    yo te daré mi amor.

    Tus gritos se perdieron
    en la calle vacía,
    no sirvió tu alegría
    ni tu fidelidad.

    Igual te abandonaron
    ignorando tu suerte,
    lo mismo era la muerte,
    no volvieron atrás.

    Acércate cachorro,
    deja que te acaricie,
    no habrá mas días grises
    si te vienes conmigo.

    Has movido la cola
    señal que me entendiste,
    no quiero que estés triste
    desde hoy, ¡yo soy tu amigo!

    Autora: Profesora María Leticia Méndez

    De la red.

    Imagen: propia

  • Poemas

    RENACER DE MÍ

    RENASCER DE MIM

    Ouço o silêncio que fala
    envolto na penumbra das palavras
    Acordo o som que me atormenta
    e me castra os sentidos.
    Vejo nascer o Sol 
    por entre a bruma.
    Rasgo horizontes ofuscados
    pelo tédio e melancolia.
    Liberto-me da lama
    e das areias movediças
    Grito no deserto da multidão
    que me envolve 
    e me asfixia.
    Renasço do silêncio
    do barulho do nada
    que se imobiliza
    que não se vê 
    que não se ouve
    que não sente…
    Desnudo-me
    do marasmo em que existo
    renasço por fim…
    das cinzas da minha morte.

    Mário Margaride

    TRADUCCIÓN:

    RENACER DE MÍ

    Oigo el silencio que habla
    envuelto en la sombra de las palabras.
    Me despierto con el sonido que me atormenta
    y castra mis sentidos.
    Veo salir el sol
    a través de la niebla.
    Rompo horizontes ofuscados
    por el aburrimiento y la melancolía.
    Liberarme del barro
    y las arenas movedizas.
    Grito en el desierto de la multitud
    que me rodea
    y me asfixia.
    Renazco del silencio
    del ruido, de la nada
    que inmoviliza
    eso que no se ve
    no se escucha
    y no se siente…
    Me desnudo
    del estancamiento en el que existo.
    Finalmente renazco…
    de las cenizas de mi muerte.

    Malania

    Imagen: M. M. y otra de R. E. S.

  • General

    LOS AÑOS SE VAN LLEVANDO LA VIDA

    El amor a cierta edad no se deshoja, se enternece.
    No se apasiona, se entibia.
    No reluce, da paz.
    Nunca pierde su calor, ni su esencia, ni su dulzura, ni su luz.
    Se va traspasando hasta el final de la mano de la fiel compañía.

    Aunque ya con los años todo desaparece,
    yo en pie, mirando como mi tronco florece.
    Aunque ya con los años sienta el final cercano,
    que la muerte me encuentre con rosas en la mano.

    Como el alma no muere para quien tanto ama,
    dejaré que mi canto se quede en cada rama.
    Y cuando llegue la muerte, furioso vendaval,
    aunque se tronche el tallo, ¡se quedará el rosal!

    A. M. N.

    Imagen J. C. V.

  • FRASES

    FRASES CÉLEBRES IV

    – El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice (Aristóteles)

    Hay dos cosas que son infinitas: el universo y la estupidez humana; de la primera no estoy muy seguro (Albert Einstein)

    Una irónica frase del gran pensador.

    – El nacimiento y la muerte no son dos estados distintos, sino dos aspectos del mismo estado (Mahatma Gandhi)

    Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlo (Peter Bamm)

    La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla (Benjamin Franklin)

    – Pienso, luego existo (René Descartes)

    De la red

  • General

    ÁRBOLES CAÍDOS

    Catalina, cansada del ruido de la gran ciudad, decidió un destino diferente para pasar los días de sus vacaciones.  Preparó su maleta con pocas ropas, y los elementos personales, solo lo necesario como para no tener que cargar peso. Su artrosis no le permitía abuzar de sus fuerzas, que por suerte, gracias a Dios y al universo, se encontraba muy bien.
    Mientras caminaba, pensaba en todo lo que podría realizar en esos días, aunque era consciente de que mucho no podía planificar porque las veces que lo hacía a largo plazo, nunca lo lograba tal como quería. Prefirió entonces concentrarse en ese día, ya que pronto llegaría a destino.
    Ya en el lugar, acomodó sus cosas, comió el sándwich, bebió jugo de naranja y salió a pasear por el sendero que la llevaba hacia el arroyo.
    A pocos pasos de la morada, se encontró con un árbol derribado por la tormenta, que hacía pocos días había hecho estragos en varios lugares de la zona.
    No sé bien por qué, pero tengo una especial atención y un sentimiento nostálgico hacia los árboles caídos –pensó. Cada vez que veo uno derrumbado por el hombre, pienso en lo que habrá sido en vida. Por suerte, ahora existe una ley que exige solicitar permiso para talar bosques, sobre todo si son nativos. Y cuando veo un árbol seco que se ha caído a causa de algún efecto climático, opino,  que si no obstruye el paso de la gente, se lo debería dejar ahí mismo donde cayó.
    ¿Quedaría algo así como parte de un jardín que expone el ayer y el hoy, la vida y la muerte?
    Hay jardines en el mundo que exponen este tipo de ejemplares, árboles de pié y otros caídos en forma natural.
    Hay árboles que crecen derechos y otros que crecen torcidos. Pero todos ellos tienen su belleza propia. Además son útiles, los que crecen erguidos muchas veces se los utiliza en la industria maderera para fabricar casas, puentes, muebles, etc. En cambio los que crecen torcidos se pueden utilizar como ornamentales o según el lugar donde han crecido, son talados para hacer leña para cocinar, hornear pan y calentar el hogar.

    Malania

    Imagen: M. J. T.  

  • Relatos

    PASCUAS

    Cuál es el significado de la Pascua,  cómo la vivíamos antes y cómo se la vive ahora en los diferentes lugares.
    Pascua, según lo que relata el Nuevo testamento de La Biblia es la resurrección de Cristo tres días después de haber sido crucificado.
    Para los cristianos es una época de recogimiento, reflexión y meditación.
    La palabra Pascua deriva del latín eclesiástico pascha y se pronuncia pasca. 
    Esa palabra “pasca” me hace recordar a mi madre porque en esos días, ella hacía unos panes diferentes a los que elaboraba durante todo el año. Preparaba la masa, armaba el pan y antes de poner al horno  le hacía rosetas, hojas y distintas formas de flores de la misma masa para adornarlo en la parte superior. Luego lo pintaba con huevo apenas batido y un chorrito de leche. Un horno a leña al fondo del gran patio de tierra, esperaba caliente por las brasas encendidas por mi padre, para asar el pan.
    Ese pan se llevaba a bendecir la noche del Sábado de Gloria junto con otros alimentos, que según ella, tenían que ser de las diferentes especies: animal, vegetal y mineral, es decir de los tres reinos de la naturaleza.
    Preparaba una canasta de mimbre, bastante grande, adornada con flores de siempre viva. Esa canasta no se usaba para otra cosa el resto del año. En ella colocaba el pan que había preparado con sus manos, una pequeña rosca de pan dulce y otros alimentos  en porciones pequeñas, menos el pan (que llamábamos “la pasca”) iba entero. Recuerdo que esos alimentos eran: carne asada de vaca y de cerdo, chorizos,  queso o ricota que adornaba con clavos de olor, crema de leche, manteca, huevos hervidos a los que se le pintaba la cáscara. Otros huevos se vaciaban y se los rellenaba con maní tostado y azúcar que sería algo así como la que hoy día se la conoce como garrapiñada.
    También no podían faltar las manzanas, bananas y toda fruta de estación, además sal y azúcar y algunas otras especias que consideraban que podía cubrir algún huequito que quedaba en la canasta. También iba una botellita con agua y una vela pequeña para encenderla en el momento que lo indicara el sacerdote.
    Esa noche, la del Sábado de Gloria, no se comía carne, solamente se cenaba varénikes hervidos, rellenos con ricota y bañados con crema de leche.
    Toda la comida que se llevaba a bendecir a la iglesia (parroquia o capilla más cercana) se comía recién en el desayuno del día Domingo de Pascua. Se nos prohibía comer la noche del sábado, a pesar de que los aromas a carne asada y demás alimentos nos tentaba a no cumplir con el precepto.
    Mis hermanos y yo nos levantábamos temprano junto con mis padres. Se servía la mesa de desayuno con todo ese manjar que para mí es inolvidable.
    No existían ni el conejo ni los huevos de chocolate, al menos para nosotros, para mi familia y todas las familias del pueblo en el que vivía. Nadie hablaba de eso.
    A mediodía mi padre preparaba un asado al horno y comíamos con ensalada y el pan bendecido. Si sobraba algo en el canasto se guardaba y se comía durante la semana.  No se podía tirar ni una miga de lo que había sido bendecido.
    Hoy día las costumbres son distintas cada uno podrá decir y contar su experiencia en la red social Facebook de Escritores y Letras, si lo desea.  Cómo se celebra en su hogar por ejemplo.
    Recuerdo algo que me llamó la atención y fue cuando años atrás, visitamos con una amiga un colegio de sacerdotes,  que el sábado sirvieron en el almuerzo asado de cordero (Cordero Pascual). Entonces me di cuenta de las diferentes costumbres porque en casa, mi madre no nos dejaba comer carne desde la cena del jueves de noche hasta la del sábado. Recién comíamos carne el domingo. Nos pasábamos con vegetales, porque tampoco podíamos comer derivados de animales.
    Hoy día el tema del no comer carne es tomado de forma distinta, tanto por la gente como por la iglesia misma. 
    La Pascua, que significa paso de la muerte a la vida, (de la esclavitud de pecado a la libertad), era lo que yo no entendía cuando era niña. En una de las homilías de una iglesia católica el sacerdote dijo: Pascua significa el paso de la muerte a la vida y yo no entendía por qué lo decía así, que se moría al pecado y se pasaba a una vida nueva.  ¿Cómo moríamos si estábamos todos vivos? Hoy entiendo lo de esa muerte a la que se refería el sacerdote,  que hay que arrepentirse de las cosas malas que uno pudo haber hecho durante el año y comenzar una vida nueva, es decir morir o dejar morir dentro de uno mismo lo que pudo haber sido malo, arrepintiéndose de ello y abocarse a cambiar por una mejor forma de vivir, en armonía y en paz.

    Malania

  • General

    COMO SAUCE

    Silencio eterno, sepulcral. ¿Él la hacía culpable de la muerte de un ángel?  ¿Tendrá algo que ver? Ella desconocía los motivos de su ausencia. Él colocó duras barreras como para no verla desde su cima, aunque no se daba cuenta que ya no era sino un profundo pozo en el que se había sumergido para no verla, para no sentir de cerca la verdad del amor que los envolvía. Porque él  también la quería, pero a pesar de eso la había hecho culpable; a alguien había que echarle la culpa, ¿no?  
    La frecuentaba…  y ¿era pecado?. Prefirió dejar de sentir su aroma, sus manos untadas en aceite de almendras vagando suavemente por los surcos de su espalda, viajando hasta los más recónditos poros de su cuerpo. Porque también él se sentía culpable por no haber dicho no desde un principio, a ese amor que era imposible que perdurara. Ella se iría algún día, otros amaneceres  la esperaban. Él no podía ofrecerle techo porque el que tenía ya estaba ocupado, habitado por aromas de alguien que a él no lo llenaba. 
    Prefirió establecer barreras, esas que tienden a congelar el amor para mantenerlo intacto, y lo logró. Ella se fue y no lo olvida, ¿Cómo olvidar? Y aún así, ¿él la hace culpable? es que lo delata su eterno silencio. 
    Estela todavía siente que lo ama, extraña sus saludos madrugados, sus mensajes cotidianos. Es que no hay ni habrá otro igual, es único. ¿Ella será culpable de ese amor imposible? Lo cierto es que nada tuvo que ver con la muerte de un ángel, ese que él tanto quiso ver y no pudo. 
    El sauce llora ¿Estela también? – Ya no. Todo pasó, así tuvo que ser. Ella lo sabe. 
     

    Malania                                                                                                                                            

    Imagen Propia

  • Leyendas

    LEYENDA DEL COYUYO

    Según cuenta la leyenda, en medio del campo vivían dos hermanos que trabajaban con el fruto dulce de la algarroba.
    Estas vainas maduran para el mes de febrero, cuando se las machaca en esta época y con la ayuda del viento se la limpia de elementos que no sirven.
    Luego con la harina se prepara un quesito dulce llamado “patay”, además se pueden preparar bebidas. De hecho, si la algarroba es blanca se puede obtener “añapa” una bebida fresca pero turbia. Ahora si la algarroba es negra, se puede preparar la “aloja”, una bebida fuerte de color amarilla y transparente.

    Un día estos dos hermanos de nombre Antenor y Francisco fueron a una “alojada”, quienes después de bailar un rato se pusieron a beber. Pero quien se excedió un poco fue Antenor, quien decidió irse del lugar. Sin embargo, comenzó una discusión muy fuerte provocada por Antenor dejándose llevar por su estado de embriaguez. Lamentablemente  llegó hasta el grado de asesinar a su hermano Francisco.
    Cuando finalmente recupera la razón y comprende la gravedad de su acto, pero reacciona huyendo al monte. Aunque se escapó para no responder por su pecado, poco a poco se fue hundiendo en la tierra hasta convertirse en Coyuyo.
    De hecho, sintió tanto el peso de su culpa que la pena nunca lo abandonó y lo hizo bajar la cabeza. Por eso, canta para disimular su tristeza y cuando la algarroba madura para el mes de febrero, se da una tregua y salta a la superficie de la tierra para llorar la muerte de su hermano.

    Imagen y texto, de la red.

  • General

    EMOCIONES NEGATIVAS

    CÓMO LIBERARLAS

    Para leer y reflexionar:

    “Dos personas han vivido en ti durante toda tu vida, una es el ego parlanchín, exigente, histérico, calculador y la otra es tu ser espiritual oculto cuya queda voz de sabiduría rara vez has oído o atendido. A medida que vayas escuchando cada vez más las enseñanzas, las contemples y las integres en tu propia vida, tu voz interior, tu sabiduría innata de discernimiento, que en budismo denominamos “percepción selectiva” despertará y se fortalecerá y empezarás a distinguir entre su guía y las diversas, glamorosas y cautivadoras voces del ego. Volverá a ti el recuerdo de tu verdadera naturaleza, en todo su esplendor y confianza.

    Comprobarás, en realidad, que has puesto al descubierto en ti mismo tu propio guía sabio. Puesto que este o esta guía te conoce a fondo, ya que él o ella eres tú mismo, está en condiciones de ayudarte a salvar, con creciente claridad y humor, todas las dificultades de tus pensamientos y emociones. Tu guía puede ser también una presencia continua, alegre, tierna, provocativa a veces, que siempre sabe qué es lo que más te conviene, y te ayuda a encontrar cada vez más salidas a  tu obsesión por tus confusas emociones y reacciones habituales. Conforme la voz de tu percepción selectiva se haga más y más fuerte y clara, empezarás a distinguir entre la verdad de esa voz y los variados engaños del ego, y podrás escucharla con discernimiento y confianza.

    Cuando más a menudo escuches a ese guía sabio, más fácil te resultará cambiar tus estados de ánimo negativos, ver más allá de ellos, e incluso reírte de ellos como los dramas absurdos e ilusiones ridículas que en realidad son. Poco a poco te irás viendo capaz de liberarte cada vez más deprisa de las emociones oscuras que han gobernado tu vida, y esta capacidad es el milagro más grande de todos”.

    ESTA VIDA. EL BARDO NATURAL

    Texto: de “El libro tibetano de la vida y de la muerte”. Dalai Lama

    Imagen: R. E. Ch.

  • Sueños

    SOÑAR CON MUERTE

    Un hombre, poeta, ha contado su sueño:
    “Iba por la calle y en una esquina me esperaba la muerte, sabía que era ella porque llevaba capucha y blandía su guadaña, entonces corrí hacia otra calle y allí en la esquina nuevamente estaba la nefasta figura, volví a  correr por otra calle y en una esquina me espera la bicha esa, cansado me paré y la miré, ella me miró desde lo profundo de sus ojos vacíos y con una voz que no es de este mundo me dijo: ¿por qué te afanas tanto en huir de mí, si sabes que algún día te alcanzaré? Desperté y me quedé pensando… desde entonces ya no le temo tanto”.

    ¿Qué significa soñar con la muerte?

    Soñar que ve la figura de La Parca o La Muerte, significa las cosas negativas, aspectos rechazados de su personalidad. Representa reprimidos por Vd. que le están amargando la vida.
    Por otro lado, simboliza la muerte. El sueño puede ser un paralelismo con el fin de una situación o el final de una etapa de su vida o de una mala costumbre o de una relación (ya sea de amistad o sentimental).

    La muerte, desde tiempos lejanos, se ha interpretado y entendido sólo como un cambio de vida; tal vez de una vida difícil, de prueba e intenso trabajo a otra de paz y tranquilidad.
    Sea cierto o no, ese es precisamente uno de los símbolos de la muerte en los sueños: el cambio de vida. Por ejemplo, la desaparición de ambiciones y egoísmos terrenales para encausarse hacia lo espiritual.
    Soñar de alguna manera la muerte, insinúa que se anhela un cambio de vida.

    Sueño de Ender de Machiques Venezuela.


    Información tomada de la red por Malania