EMOCIONADO POETA
Extraviadas las letras
de un viejo y triste poema,
esparcidas por el viento
entre las hierbas secas,
por laberínticas huellas
en un grisáceo sendero
de un bosque espeso.
Las buscó el poeta
atravesando el prado,
escondiéndose del sol
debajo de las alas
de un modesto sombrero.
Perseguido por abejas
se cubrió con muchas hojas,
y llegó hasta un arroyo
atraído por mariposas.
Así vio pasar los días,
aferrado a aquellas letras
las buscó por las mañanas
y hasta el ocaso tardío,
en la montaña y la estepa.
De pronto desde una nube
lágrimas transparentes
se lanzaron en raudal;
eran sus melancólicas letras
que encadenadas caían,
hasta formar poesía
con gracia y mucha alegría.
Y una ola de cálido amor
hizo jirones su tristeza
y con acordes en rima
una suave melodía
acarició el corazón
del emocionado poeta.Malania
Imagen M. J. T.
RECOMENZAR
Cansado de la monotonía diaria, la tristeza corrosiva, la ácida nostalgia, de la esclavitud de las manecillas del antiguo reloj, que por más que lo quisiese callar, cada minuto sonaba con mayor intensidad, decidió colocar los recuerdos bajo la lluvia para que la erosión se apoderara de todo aquello que existió pero que ya no quería más. Entonces decidió que era momento propicio para:
RECOMENZAR.
Y así fue que escribió, para sí mismo y para el mundo:
“Estaba necesitando hacer una limpieza en su mí…
Tirar algunos pensamientos indeseados.
Lavar algunos tesoros que estaban medio oxidados.
Entonces saqué, del fondo de las gavetas, recuerdos que no uso y no quiero más:
Tiré algunos sueños, algunas ilusiones…
Sonrisas que nunca di.
Tiré la rabia y el rencor de las flores marchitas que estaban dentro de un libro que nunca leí.
Miré qué necesitaba para mis sonrisas futuras y las alegrías pretendidas, y lo que me pareció encontrar lo coloqué en un cantito, bien ordenado (con la música nunca se sabe).
Saqué todo del armario y lo fui tirando al suelo.
Pasiones escondidas, deseos reprimidos. Heridas de un amigo, recuerdos de un día triste. Muchas traiciones de mujeres (supongo que es mi estigma: si no estás dispuesto a traicionar a nadie, hay que estar listo para recibir traiciones de todo tipo). Nunca lo entendí.
Pero también encontré otras cosas y muy bellas, como: Un pajarito cantando en mi ventana, aquella luna color plata, el momento de una puesta del sol, o una mariposa posada en una flor.
Me fui asombrando, encantando y distrayendo, mirando cada uno de aquellos recuerdos.
Arrojé en el cesto, los restos del último amor, el que más me hirió, porque sentía que había hecho más que todas las otras veces para llegar a algo, y se desarmó violentamente (cuando yo soy cero en violencia).
Tomé las palabras de rabia y de dolor que estaban en un estante, las tiré en el mismo instante.
Hay otras cosas que aún me hieren… veré que hago con ellas. No es fácil definir todo de una sola vez.
Fue en aquella gaveta en la que uno guarda lo que es más importante, el amor, la alegría, las sonrisas, un dedito de Fe, para los momentos en que se necesite.
Recogí con cariño el amor encontrado, doblé ordenaditos los deseos, coloqué perfume en la esperanza, pasé un pañito en el estante de mis metas, y las dejé a la vista, para no olvidarlas.
Coloqué en los estantes de abajo, algunos recuerdos de infancia.
En la gaveta más alta, las de mi juventud y colgado bien frente a mí, coloqué las de mi capacidad de amar y principalmente las de RECOMENZAR…”Autor: R. E. Ch.
Imagen: R. E. Ch.
EL ESCRITORIO AZUL
Con aire pesado y entrecortado por el abrir y cerrar de la puerta, el viejo escritorio pintado de azul
descansaba en una habitación casi sin uso.
No entendía mucho su función, pasaban los días y nadie lo ocupaba.
Ella entraba y lo miraba, aunque el color azul no le gustaba y eso se notaba. A él tampoco le importaba que esté allí o en cualquier otro lugar, junto a muchas otras cajas y muebles que con suerte, por el clima apropiado no despedían vaho.
En la noche oscura lo visitaban algunos mosquitos y pequeñas lagartijas hambrientas. Al verlo inactivo y triste, no lo molestaban.
Su color intacto pero, por el polvo que filtraba por alguna hendija, se lo veía apagado a pesar de la claridad del día.
El ruido de uno que otro automóvil de su letargo infinito lo despertaba.
Y así fue pasando el tiempo hasta que un día, cómo su dueño no quería venderlo, se lo regaló a una niña que necesitaba tenerlo.
Viajó el escritorio con miedo, sin saber a dónde iba, pero al llegar vio a la niña y se alegró pensando que allí sí tendría compañía.
Ahora vive feliz entre osos de peluche y muñecas de gran sonrisa; la niña le cambió la vida a ese escritorio que lleno de polvo pasaba sus días.
Se siente dichoso entre juguetes, acunando niñas acompañado de libros, y hasta puede escuchar voces por el teléfono, al que le sirve de lecho.
Ahora no tiene sentido el llanto ni tiene que morder el silencio. Se siente acompañado y se perfuma con los aromas de las flores de rosas, jazmines e incienso.
La tristeza ya no derriba sus bordes engomados y aquella sorda habitación quedó en el pasado.Malania
Imagen: M. R. T.
LUCHAR POR VIVIR
Proyectó su vida
desde una raíz
que parecía dormida.
Luchó y se rescató
de la profundidad
donde ni brisa había.
Abrumada permanecía
en un misterio nocturno.
Creía que estaba perdida
pero supo desentrañar
la tan deseada vida.
Y surgió de entre ladrillos
cemento y arenilla
cual milagro de sueño y dicha.
Creció de entre la nostalgia
el silencio y picardía
sin pedir permiso a la aurora
ni al calor de mediodía.
Cuestionó a quien quiso un día
proyectar su muerte pronta
con malicia y desvalía.
Braceó y salió a flote
desde adentro con fuerza
la vida fluyó
develando el misterio
del deseo verde y natural.
La lluvia y el aire fresco
borraron su tristeza
y lo que creía lejano
surgió en tallo erguido
con verdes hojas
y mucha alegría.
Sentirá su intensidad
en los sucesivos días
y ojalá nunca le quiten la vida.Malania
Imagen: M.J.T.
AYER Y HOY
Precisaba caminar para purificar el aire de mis pulmones y los pensamientos de mi mente.
Quería recuperar la sonrisa para maquillar con ella mi rostro palidecido por el tiempo.
Recordé aquellas flores que me regaló y que con el pasar de los días se fueron marchitando. No las quería tirar pero tampoco quería guardarlas mustias y ya sin perfume. Entonces me regaló una planta y cuando se fue de este mundo ella también se murió.
El aire del amanecer y los primeros rayos del sol son mágicos e inigualables para recuperar la energía y devolver la sonrisa hasta al más triste ser humano.
Hoy gracias a Dios, al Universo y a toda la gente que me rodea, olvidé la tristeza de las flores secas y la planta muerta. Pero de él me quedan los más bellos recuerdos, con nostalgia pero con una sonrisa de los hermosos momentos que nos hemos regalado.
Hoy lo puedo ver en aquella palmera parada en medio del sendero que recorro, y sentirlo en el perfume de las flores, en las hojas verdes de los árboles o en la tierra mojada después de una fresca lluvia.Malania
Imagen: propia.
17 DE MAYO
Un día como cualquiera, en vaivén de tristeza y rutina, sin rumbo fijo comencé a recorrer las páginas de internet; cualquiera era válida, hasta llegar a una en la que, por algo que no sé por qué, me detuve. Muchas fotos, algunas nítidas y reales, otras mentirosas y robadas de actores, otras sexis y sugerentes, algunas ridículas y sin sentido, otras de animales o de flores. Cada cual representaba la identidad de alguien que estaba detrás de la pantalla. Tras el recorrido de mi mirada, y tal vez por intuición, el índice pulsó sobre una imagen de perfil poco común. Un cuerpo emplumado, en el que no podía distinguir si era hembra o macho y si lo que reflejaba, era el momento preciso en que una cámara captó un acto previo a la reproducción o de qué otra cosa se trataba. Mi curiosidad fue en aumento, recorrí cada renglón del perfil que no decía demasiado pero lo suficiente como para creer que era una persona no del todo libre y que deseaba encontrar una salida hacia un hilo de dulzura y libertad. Virtualmente nos saludamos y de a poco fueron sucediéndose palabras en telegramas tan breves que a veces me causaba enojo el por qué no eran más extensos. Desencuentros fatales entremezclados con mínimas coincidencias se presentaron en el camino desde aquel diecisiete de mayo. Podría catalogarse como la inexistente película en blanco y negro titulada “Acepciones y eludidos”.
Una noche ventosa, como en relámpago irisado, me invadió la duda. Pensaba en él (me gustaba pensar en él), si era un trivial internauta, un solitario aranero, o quizá miembro de alguna secta religiosa o de algún foro judicial. Quién sabe qué misterio se ocultaba en ese hombre que, vestido elegantemente, esperaba mi llegada detrás de una mesa de bar. Su mirada fija y tranquila desvió mi intento por saber algo más de él, mientras tropezaba con su sonrisa que derretía mi corazón y mis dedos con los suyos en el intento de mostrar una identificación, que hasta el momento había sido un simple seudónimo. Salimos del bar luego de más de una hora de charla, caminamos cierta distancia y nos despedimos con un beso en la mejilla y apenas un roce de manos, lo que bastó para darme cuenta que en aquél hombre había algo que me atraía. Se sucedieron esporádicos encuentros de café y charla, casi siempre en el mismo sitio mientras la química iba sorteando dificultades para luego florecer al máximo. Y así fue.
Va pasando el tiempo cada vez con más alegrías que tristezas, más coincidencias que desencuentros, y el amor tomando curso. Días pasados, mientras viajaba por cuestiones de trabajo, su imagen se apoderaba de los interlineados del libro que es mi compañero de ruta. Vislumbraba las líneas de una nueva página y su imagen estaba allí con nuestras manos entrelazadas, abrazos tiernos y profundos de esos en que la fusión de cuerpo y alma va al unísono, y el deseo de tenerlo nuevamente junto a mí, intensificándose día a día, por lo que en ese momento, la lectura quedó algo postergada. La iluminación del transporte público era escasa y preferí reposar observando cómo las últimas luces horizontales del día brillaban cansadas, casi con desmayo, en el ambiente gris. Con acalorada alegría en mi rostro que era evidente y algún que otro pasajero la detectara, bajé y caminé hasta mi casa más ufana que nunca.Imagen propia.NUBES DE HUMO
Sintió cómo el orgullo humano,
se proclamaba
entre las nubes de la envidia,
provocando sentimientos encontrados,
como si fueran imanes de un mismo polo.
Desaparecieron con el viento
las notas musicales
y la tristeza se expandió
sobre las olas
de un océano de aguas turbulentas.
Ya no percibió el perfume de flores
solamente vio un grimorio
molesto y lastimero.
No importa la apariencia
sino la profundidad del hecho,
para suscitar sentimientos encontrados
como vectores opuestos.Imagen propia
MUTISMO
El silencio se adueñó de la temprana noche y en pacto con la luna llena de mantener el secreto, sin vacilar, comenzó a contar sus historias.
La luna abría cada vez más grandes sus ojos, sorprendida con lo que escuchaba. Sintió una sensación nueva y un pensamiento doloroso y sombrío, cuando el silencio confesó que, por culpa de la vanidad de algunos y la mentira de otros, se vio obligado a recluirse detrás de los muros, de ventanas cerradas y a veces, en lo alto de la montaña. Hoy prefiere estar callado, a pesar de que le gustaría cantar junto al viento, rugir con las olas del mar y chapotear con la lluvia. Pero a veces, todavía, acompaña al viento, al mar y a la lluvia, aunque nadie lo puede escuchar, porque su mutismo está latente.
Mientras tanto la luna, pintó el horizonte de rosa para alegrar al sol, que también emerge detrás de las aguas sin hacer ruidos.
En silencio se piensa, se medita, se recuerda y en paseos cotidianos se reconoce a la tristeza y a la alegría, solo viendo lo que hay alrededor, pero siempre en silencio.Imagen: J.G.T.
Algo mas que palabras…
Prosa escrita en la página “Algo más que palabras” cuyo autor es Patricio M.
Saber ser
Las caídas enseñan que aprender es el camino; que el saber es la herramienta, el saber hacer el modo y el saber ser es la esencia.
Es el agua en su naciente que calma al sediento su sed. El recipiente por mucho que quepa en su cavidad vacío no sirve de nada.
La humildad no tiene prensa y la ostentación proclama su pobreza delante del espejo.
Que los miedos son inculcados y enfrentarlos es propio.
La valentía nace del temor y los aciertos del error.
Que son buenas las noticias si el corazón palpita discontinuo (Cuando su traza es recta dejó de funcionar)
La rebeldía es una bendición y la negación es el peor enemigo.
Como represa las lágrimas están contenidas y de tanto en tanto, la alegría o la tristeza dejan fluir.
La misma lluvia que anega, es la que trae alivio, la que no para, la que se espera, la que riega los cultivos, la que cae y se levanta distinta, iniciando un nuevo ciclo
Que así somos las personas y de una vez por todas debiéramos saber ser…
LÁGRIMAS DEL MUNDO
No molestan las gotas azules,
a las hojas negras,
no abruman con su perfume
a los grillos de la selva.
El olor a tierra mojada
envuelve a la alborada.
Hay un tesoro escondido
en la soñadora tristeza de una mirada,
mirada de ojos azules
que de vez en cuando,
derraman algunas lágrimas.Y surge la pregunta:
¿Los poetas donde están
que hace rato no los hallo?Y surge un deseo:
“Quiero que otra vez deslicen
por aquí su gran talento
porque las musas me dicen,
se mueren de aburrimiento”.Y piensa…:
Sus silencios…
se han hecho eco,
en las almas quimeristas.
Las musas no son poetas,
tal vez, son crisálidas
que volarán por los aires
para llenar sus corazones
con inigualable albura,
para quitar la amargura
de pechos adoloridos
por lágrimas sin sentido.
Es que todo fue tan rápido
y ya no tiene remedio.Y vuelve a preguntar:
¿Los poetas donde están
que hace rato no los hallo?Y ella misma se responde:
Se han enclaustrado
tras el silencio invernal
con lágrimas en vendaval
por haber sido estafados
por la lava del volcán
que les ha quitado todo
hasta las ganas de pensar.
Son lágrimas interminables
que el mundo no ha de olvidar.Imagen: R. E. Ch.