Poemas

ALUDIDA

Absorta en mis pensamientos
dormitaba.
El eco de tus palabras
golpeó mi ventana
atravesaron mi alma
todo mi ser.
Sensuales, prolijas
cálidas, atrapantes
se desplazaron
a través de tus labios
en clamorosos versos
humedecidos por el alba.
Me di por aludida
por maravilloso discurso
proclamado con dulzura
sonoro, clamoroso
capaz de atrapar
al más ingenuo león.
Desperté del letargo
el eco calló,
palabras suspendidas
en hálito incierto
atrapando destinatarios
que no era yo.
Mi rostro palideció
mis ojos se humedecieron.
La baraja indicó
el rumbo a otros lares.
Compartir:

2 Comentarios

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *