Si pudiera regresar el tiempo y brincar al compás del viento, habitar al borde del mar y del alba aspirar el aire fresco. Si pudiera hoy tomar tus manos acariciar tus suaves dedos, caminar por frescos senderos al ritmo joven de nuestros cuerpos. Hoy todo sería distinto, los susurros del amor serían más claros, el eco de tus palabras resonaría eterno, y en tus ojos vería el reflejo de un “para siempre” compartido. Pero el tiempo, como río, no vuelve, y solo nos queda un hermoso recuerdo.
Malania
Imagen: propia y de la red
Parque Centenario. Fotos Andres Perez Moreno / prensa Ambiente y Espacio Publico