SU PRESENCIA
Siempre me sorprende cuando lo veo
y la sorpresa se convierte en alegría,
entre palabras y de la nada se aparece…
y del modo sublime que la luz pinta colores
en lo tenue de un amanecer en calma,
como el de ayer, como el de hoy…
cuando mi existencia busca un sentido
para seguir viviendo entre frases
y versos que nacen del alma.
Pasa el día…
y la agonía de la tarde imprime
en el celeste cielo, diminutos agujeros,
entre nubes blancas aparece
y una pizca de él
da presencia a mis vacíos de ausencia
y enciende luceros que guían mi alma.
Habrá miles que se le asemejan…
pero cuando lo veo ahí,
plasmado en un escrito, entre palabras
que no me dicen nada y me dicen todo,
toda la gente me resulta indiferente.
Pero si él un día, por razones ajenas
a mis deseos fervorosos, no apareciera,
los amaneceres perderían sus colores,
si ya no pudiera despertar pensando en él,
las mañanas se volverían insulsas y monótonas
y las tardes dejarían que las noches
se convirtieran tenebrosas, sin estrellas.
Malania
Imagen: Propia