• General

    SANTA RITA

    Unos dicen que es Santa Rita,
    otros que es buganvilea menor.
    También la llaman veranera,
    trinitaria, camelina
    o flor de papel de amor.
    Y vaya uno a saber
    cuántos nombres más tiene
    en países diferentes.
    Lo cierto es,
    que sus flores son hermosas.
    Se presentan en racimos
    para el deleite de retinas
    de paseantes y turistas,
    orgullo del que plantó
    tan pintoresca especie.
    Al ver esta hermosa planta
    unos dicen que se descuelga
    en forma de corazón
    desde lo alto del balcón;
    otros, que son como uvas en racimos
    para elaborar ricos vinos;
    y también están los que opinan
    que se trepó por un árbol seco,
    del que solo le quedó el esqueleto
    después de una larga sequía y un envión,
    y le sirve de soporte
    a las ramas de esta preciosa flor.
    Santa Rita o camelina…
    lo cierto es que de ella disfrutan
    mariposas, colibríes,
    y gorriones, y en primavera
    las visitantes golondrinas.

    Imagen: M. J. T.

  • General

    MI POEMA DE AMOR

    Letras de Rubén E. Ch., un hombre que las ha pasado mal en el camino de la vida, pero gracias a Dios (como lo digo yo) y gracias al Universo (como lo dice él) está vivo y con el ferviente deseo de seguir adelante a pesar de todo y de todos los que lo hirieron.

    Esta es: Una mirada de hombre hacia el Amor

    Que no te extrañe si te digo
    Como un niño…
    Y qué cosa es un poeta
    Sino un niño perdido,
    Solitario, entre la muchedumbre
    Inquieto, vulnerable,
    Un pétalo de rosa al aire
    Mecido por el viento.
    Sólo muy dentro de mí
    Me entiendo como que
    Soy aquel hombre enamorado
    Que se miraba en tus ojos
    Y contemplaba su felicidad.
    Así, muy dentro de mí, también
    No puedo
    Entender que aquella ilusión
    Fuese imposible.
    Hoy en silencio me digo
    Que la mujer es
    Un hondo abismo
    Que no puedo entender
    Siendo hombre
    Siempre pensaré que
    Una mujer, si la amamos
    Y si también nos ama
    Es el vértigo mismo
    Irrefrenable, incansable, brutal
    Una diosa en plenitud de vida.
    Yo quiero que me quieras
    Si tú quieres…
    Creo que cuando me doy cuenta
    Que soy únicamente un hombre
    Me parece que lo soy
    Solo por quererte y que sólo
    Por tu amor
    Me doblegaría.
    Y me recuerdo como aquel niño
    Que movió sus labios,
    Que miró con ojos
    llenos de dicha
    Que lloró de felicidad
    Expresando su amor
    Y no fue correspondido.
    Ahí, el hombre
    Que finalmente soy
    Siente el peso de la verdad
    Y guarda silencio, triste.
    Aún así,
    Te doy las gracias, mujer
    Ilusión siempre joven de mi vida
    Por el milagro infinito
    De hacerme ver que puedo
    Amar, y volver a amar
    Así…
    Aunque no me ames.

    Autor: Rubén E. Ch.

  • Poemas

    ECOS DEL SILENCIO

    El río pasa cantando,
    y llega tranquilo al mar.
    Muchos así van por la vida,
    hasta poder encontrar
    al amor que tanto ansían
    desde un verano caliente
    hasta un frío invernal.
    Viven en silencio un afán
    hasta que un día no lo callan.
    Sus silencios se hacen eco
    resonando por los aires
    llenan de amor corazones
    con albura inigualable
    esfumando los dolores
    en dianas multicolores.

    Imagen: N. V. S.

  • General

    VOLCÁN DE LAS PALMAS

    No es la aurora que resplandece,
    es lava pura, es espanto.
    Inmóvil por años, dormida,
    sin dar señales de vida
    y de pronto estalló
    con gran furia y porfía.
    Lo que antes fue un lugar habitable
    hoy lloran las criaturas inconsolables.
    ¿Cómo lograr apaciguar
    a la gente que ha perdido todo?
    La naturaleza es mágica,
    reacciona y estalla.
    Esta vez, misteriosa,
    con magia destructora.
    El tiempo se encargará
    de borrar las heridas.
    Desde mi querida Argentina,
    abrazo a todos los habitantes canarios.
    Que el dolor que invade hoy
    los corazones tristes
    vaya desapareciendo
    y los vientos propicios
    les traigan paz y serenidad,
    con la esperanza
    de continuar la vida con amor
    y con plena de alegría.

  • Poemas

    Manzana

     
    Suena el timbre, 
    en tempranero viernes.
    Una voz inigualable,
    la suavidad de su encanto,
    una mirada intensa
    transmiten calor,
    cual rayos de sol,
    rodean las curvas imperfectas
    atravesando los cristales de un amor
    encarnándose  muy dentro de la piel.
    Gotas de rocío apresurado,
    rezago de  lluvia derramada
    sobre pétalos de rosa,  
    ansiosos por recibir
    la nube blanquecina
    que la cubre entera,
    protegiéndola del curioso aire
    que mana del calefactor.  
    No quiere  levantarse, 
    ella desea que se quede,
    fruto jugoso y exquisito
    el fruto prohibido del amor.
    Imagen de la red.
  • Poemas

    COMO REGALO DE VERANO

     
    Despliega tus alas, amor,
    para que las gaviotas sonrían
    al vernos volar a la par.
    Estás invitado a dibujar en la arena
    tus pies descalzos al andar
    pasear por la playa cuando despunta el sol
    escuchar el canto de las olas
    y al compás del viento verlas bailar;
    a contemplar el horizonte,
    cuando la luna y el sol
    juegan al escondite, sin naufragar,
    mientras en el balcón, al amanecer
    un rico mate o un café, poder saborear,
    a leer bajo una sombrilla desplegada al sol,
    mientras me contemplas
    cuando me sumerjo en el tibio mar.
    Imagen: E. P. L.
  • Poemas

    MUJER TRANQUILA

    Fluctuaba a los cuatro vientos,
    el canto de amor del poeta,
    con todas las letras.
    No ha dejado palabras en el tintero,
    ni colgadas en el estante de la vida.
    Pero a ella, mujer muy tranquila,
    esos vientos la exasperaban.
    Prefería internarse
    en curiosos rincones,
    con el aire placentero
    de la vegetación a pleno.
    Observar como una hoja
    nada bajo la lluvia.
    Escuchar la alegre serenata,
    de trinos al amanecer.
    O cuando el sol va desapareciendo
    en el ocaso de los días de enero,
    con lluvia o con sol,
    reposar en la pradera húmeda,
    gozando del delicado chapoteo
    enamorado de frescor.

    Imagen: R. E. Ch.

  • General

    SÁBADO SIN SOL

    Creció con los obstáculos
    del terreno estéril
    y vientos en contra. 
    Aun así,
    permaneció firme y activa.
    Pero a veces, la angustia
    de las horas infinitas
    de un sábado sin sol,
    la volvía vacilante y débil.
    Con aire misterioso,
    expectante de aquel amor tácito
    pero no imposible,
    a pesar de la aversión
    que sentía por cierta persona,
    se aventuraba a pensar,
    que algún día
    volvería a tener frente a sí
    la complicidad del sabor
    de un café compartido,
    hoy escondido
    detrás de mudas letras.
    Aun así, lo siente
    agradable a todos los sentidos.

    Imagen: M. J. T.

  • General

    ARDIENTE IMAGINACIÓN

    A veces, todavía se veían en torno a ella,
    una flor misteriosa que ya no despierta nada,
    despacio fue apagándose su elegancia
    por los fragmentos de un mundo desconocido.
    Pero no se pudo apagar
    la ardiente imaginación de los amantes
    y con frenética audacia, envueltos
    en la brisa cargada del perfume
    de magnolias blancas, graban
    un gracioso sello de rara distinción
    en la planicie de un campo,
    en un venturoso acto de amor.

    Imagen: R. E. Ch.

  • General

    HASTA EL FIN

     
     
    Nunca se sabe
    adónde se esconde lo peor,
    si en las barbas rojas del atardecer
    o en las lágrimas grises de un día sin sol.
    Se clavan aguijones en todo el cuerpo
    y amanece en esa casa oscura
    con olor a triste,
    coleccionando un caudal de música:
    el chirriar  de las desvencijadas puertas,  
    los crujidos del piso de madera de antaño
    y el borboteo de una olla,
    donde hierve manzanilla y canela,
    nadie sabe qué otros yuyos 
    para su mal de amor.
    Cuando lo vio flaco como hojitas de tomillo,
    sintió el  ritmo seco y profundo
    que galopaba en  su corazón.  
    Él no quiso que se fuera  
    y ambos contemplaron
    cómo las hojas, el polvo y las nubes
    se desplazaban con el viento.
    No miraron hacia atrás
    y pensaron en el futuro.
    Ella preparó manjares
    y los más deliciosos postres frutales,  
    iluminada por  las estrellas.
    Él cambió su aspecto y se volvió
    cariñoso, elegante y varonil.
    Era la más fea de la ciudad, ella,
    pero su corazón demostró su belleza interior.
    Ambos disfrutaron en compañía
    hasta el fin de sus días.