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VOLCÁN DE LAS PALMAS

No es la aurora que resplandece,
es lava pura, es espanto.
Inmóvil por años, dormida,
sin dar señales de vida
y de pronto estalló
con gran furia y porfía.
Lo que antes fue un lugar habitable
hoy lloran las criaturas inconsolables.
¿Cómo lograr apaciguar
a la gente que ha perdido todo?
La naturaleza es mágica,
reacciona y estalla.
Esta vez, misteriosa,
con magia destructora.
El tiempo se encargará
de borrar las heridas.
Desde mi querida Argentina,
abrazo a todos los habitantes canarios.
Que el dolor que invade hoy
los corazones tristes
vaya desapareciendo
y los vientos propicios
les traigan paz y serenidad,
con la esperanza
de continuar la vida con amor
y con plena de alegría.

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