SIN UNA BRECHA
¿Me ayudas?
Sin que exista una brecha.A escribir en el agua
con una pluma estrecha.A pintar en el cielo
con el ala de un pájaro en vuelo.Tú en una nube azul
vestida con brocado y tul.Yo en una blanca
con burbujas matizadas.O bien en una sola
unidas por una estola.O con algodón y juncos
los dos en uno, los dos juntos.
Malania.Imagen: de la red.
FIESTA DE COLORES
En borracho amanecer,
cantan los grillos.
Refinados, en armonía
con mariposas en vuelo
pintan el cielo de amarillo.
Amarillo acaramelado
naranja amarronado.
Y matizan el horizonte
con celeste azulado
y un rojo apasionado.
Y por si fuera poco
el vuelo de golondrinas
vibra en V de Violeta
entre turquesa y dorado.
Sin quedar atrás,
los horneros juntan barro
mientras el carpintero
coquetea con el viento
desde la copa de un árbol.Malania Imagen: N. G.
BORDADO ESPEJO
El silencio se resbala lento,sin intentar desenredarlos hilos del tiempo.La pereza se instalacon el gris de la mañanabajo las sábanas floreadas.Hasta las piedras se encarnanpara soñaren penumbra de alborada.Lejos del esmogde la gran ciudadsalgo a caminar.Lleno mis bolsillos de colores,me identifico con el naranja-es mi preferido-con el espejo del agua,con el celeste del cieloy su reflejo en el río.Con las plantas silvestresrecién amanecidascon el sol en despuntecuando no arrecia el frío.MalaniaImagen propiaROSA SOLITARIA
Como ninguna
a lo alto floreciste
como mirando a la luna
que de día permanece
en un cielo muy celeste
viendo como naciste
bajo el sol resplandeciente.Malania.
Imagen: M. R. T.
¿BAILAMOS?
Un pájaro se deslizó en el cielo.
Al seguirlo con su vista, no consideró el sol, que lo cegó momentáneamente.
Justo después de eso, aquel rayo de luz plantó una imagen en su mente:
Un patio de ladrillos, o de tierra. Había mucha gente, y entre la multitud, una hermosa mujer, sentada en una silla junto a la pared.
-¿Bailamos? Le dijo sonriendo.
– Encantada, pero no sé bailar folklore.
– Bueno, no importa. Siempre hay una oportunidad para aprender. -Dijo él sin dejar de sonreír.
– Entonces enséñame.
Al ritmo de una zamba danzaron riéndose de los pasos que -en falso- daba ella. En cambio él, bailaba muy bien con pasos seguros.
Terminado el tema musical, se sentaron uno al lado del otro y él le dijo:
– Yo, en realidad, hablaba de la vida, no de un ritmo. Simplemente pensé en el folklore, donde los bailarines, cualquiera fuese la zamba, empiezan de frente, con buena intención, mirándose a los ojos, con una sonrisa en los labios, y cada uno con un pañuelo en las manos, que mueven reflejando sus sentimientos al bailar.
Y prosiguió: – Ese vuelo del pañuelo simboliza “el esperado vuelo del alma”. No se tocan casi nunca, pero entre sus pañuelos, habla la vida…
– Ella sonriente y sonrojada por no haber comprendido la intención inicial, se quedó muda. Luego, tomando su pañuelo de una punta y haciéndolo volar en el aire, le dijo:
– Disculpa, pero suelo ser de reacción tardía. Ambos rieron.
Lo escuchó atentamente mientras él siguió hablando.
– Traduciendo: Era una simple invitación a tomar un café juntos y conocernos, como dos personas que andan solas en la vida, buscando un compañero de camino, en la multitud indiferente…. ahora que estuvo más claro… ¿Bailamos?.
Antes de despedirse, ella muy tímidamente le dijo: -Bailemos.
Y en la noche quedó sellada una esperanza, con un gran abrazo y un beso en la mejilla.Malania. (Inspirada en el texto de R. E. Ch.)
Imagen propia
EMPEZAR DE NUEVO
Paladeó una idea con sabor desconocido,trazando una curva inverosímil con letrasbajadas de un cielo entre nubes perdido.Saboreó el placer de navegar o transitary de vivir en el borde del mundoataviado en una campaña nuevacontra lo nunca antes visto y menos vivido.Empezar algo nuevo cuesta –pensó-como quien camina por una picada empinadacon las piedras toscas en puntadonde es posible doblarse el tobilloo caer y lastimarse con las piedras en vilo.Es necesario recorrer despacio el lugar elegidomirando hacia abajo y también su laberinto.Y de tanto transitar por el mismo lugarse irán emparejando y aplanando las piedrasy en un camino llano y liso, convertirlo.El asunto está en seguirel mismo camino con facilidadhasta más allá de la saciedado cambiar tomando otro sendero, otra picadadesconocida y quizásmás difícil, o no.Puedes ir solo o llevar a una mula de reatavestir una camisa de miedoo cubrirte de renovado vigor.Una violenta sacudidaascendió por la madera rasale aguijoneó las manosy se dio cuenta que dormíabajo las sombras de la nocheque a sus espaldas caía.Sumado al largo sueñodespués de un cansado díaamaneció con una sensación de bienestar.MalaniaImagen propia.LOGRO DE UN OBJETIVO
Su origen lo obligó a tomar la vida con seriedad, lo que a veces debía explicar a sus amigos, sobre todo cuando lo invitaban a salir de juerga.
Sentía como pinchazo de aguijón o como golpe de cincel cuando insistían en que no debía estudiar tanto y salir a “renovar el aire”.
Pero se quedaba, conocía sus obligaciones y las tenía claras: estaba allí para estudiar, dar los exámenes en tiempo y forma y terminar la carrera lo antes posible. Sabía que su madre hacía un sacrificio tremendo para que pudiera graduarse. Muchas veces sacaba fuerzas invisibles para continuar, de un mundo que era rutilante para muchos y opaco para otros. Él seguía sin detenerse a pensar en eso. Por momentos percibía las cosas situadas a gran distancia, inalcanzables. Pero nada lo detenía y nadie lo detuvo.
Y llegó el día tan esperado de dar el último examen. Con ansias y mucha expectativa lo esperaban frente a la Facultad su madre, su hermano mayor y varias amigas y compañeros de estudio. Cuando salió por la puerta principal, con los brazos extendidos al cielo como dando gracias, todos lo aplaudieron. Lo dejaron casi desnudo en la vereda de la plaza de enfrente, lo bañaron con huevos, harina y agua. Gran festejo merecido por haber hecho un gran sacrificio para lograr lo que había comenzado en la gran urbe, lejos de sus familiares. Sucio, pegajoso y mojado, viajó en tren hasta su hogar alquilado hasta ese año. Los demás pasajeros lo miraban. Con seguridad no sabían lo que sentía su corazón y el de su familia.Malania
Imagen propia.
¿INFLUENCIA CÓSMICA O MILAGRO?
Sus magnas posibilidades de hombre,
fueron envueltas por un vertiginoso hado
y se confundieron con el plumaje
de un océano verde y azul,
como la cola de un pavo real.
Como plumas desvanecidas por el viento
y estrellas relegadas
hasta caer en mullida alfombra,
quedó tumbado en la arena
bajo los rayos calcinantes de verano.
Su ritmo cardíaco no era armónico.
Un hecho axiomático: su arritmia.
Parecía de a ratos un ser inanimado.
La gente comenzó a aplaudir
para llamar la atención de los guardavidas.
Los paramédicos acudieron de inmediato.
De entre la multitud,
una voz particular
lo hizo reaccionar.
Se incorporó como por arte de magia
y al verla, su semblante se transformó.
La alegría del saber que ella estaba allí,
que no se había ahogado,
le devolvió el ritmo normal del corazón
tanto como para tomarla entre sus brazos
y elevarla hacia el cielo
dando gracias infinitas
por haberla encontrado viva.Malania
Imagen propia
CAMINO AL CERRO
Tomó una refrescante ducha y se revistió de miedo,no era lo suyo eso de conocer gente nueva,se sentía como si fuera a limar una telaraña sin hilosy los pasos que daba eran tan insegurospor aquel blanco e inmaculado caminosembrado de frágiles y secas hojas al vuelo.Su aliento flotaba como en mar adentro,su caminar por el sendero empinadohacía elevar en silencio su mirada al cielo,mientras las finas ramas de los árbolescon sus hojas aventadas por la racha del vientointentaban darle ánimo, fuerza y aliento.Y llegó a la cima,consiguió escalar el cerro.MalaniaFotografía tomada de internetSENDERO OTOÑAL
Haykus
Frías lloviznas
Deslustrado atardecer
Tiempo inestable.Cielo estrellado
Efectos centelleantes
Cambia el paisaje.Huellas mojadas
Amanecer temprano
Sendero otoñal.Imagen: R. E. Ch.