REAL Y FABULAR
La vida estaba allía punto de brotartopándose con el sol.Aspiró el airecomo si necesitara revivir.Se detuvo el tiempoy la distancia desapareciófrente a un horizonte en llamas.Susurró tu nombreque nació de prontoen la todavía tibia memoriaanunciando una primaveraen pleno inviernodescubriendo tonos rosasdesde el blanco de tus manos y piestransformando el paisajeen dorado oleajede la luna sobre el río.Bebió en el espejo mojadoel eco del vientobajo el perfumede las nubesy de las estrellas escondidas.Ella se estremeciócuando vio brotarentre la hierba frescalas flores silvestresasomando sus primeros capullos.Apoyó su cabezasobre una piedrapulida por el aguay se sintió feliz viéndotea través de sus pupilasaún hundidas bajo sus párpadosconscientede que esta historia fuera una fábula.MalaniaImagen propiaVOY A CAMINAR
Voy a caminar donde el silencio se esconde,
donde duerme la risa y la magia se apronta queriendo salir.Voy a caminar donde los sueños
esperan para acompañarme cargando felicidad.Voy a caminar donde nos cante el viento
haciendo danzar las hojas de cada árbol del lugar.Voy a caminar donde brille el sol aunque no lo veamos,
donde las noches regalen su luna y toditas sus estrellas
pintando sonrisas.Autor: poeta uruguayo Miguel Márquez
Imagen: MalaniaSIEMPRE TÚ
HAIKUS XIX
En tus ausencias
se opacan las estrellas.
Llora la aurora.Cuando apareces,
juegan las mariposas
por las mañanas.Las aguas turbias
se vuelven azuladas.
Desaparecen.Malania
Imagen propia.
¿MÁGICO?
Como gotas de estrellas y luna llenacon perfume a rocío la brisa plenami amanecer se iluminócon la alegría de tus palabrasesas que una noche arrebatóel viento en luna nuevaescondiéndolas en sus bolsillosarrancándome suspiroscolor nostalgia de Nochebuena.MalaniaImagen: J. A. T.NI ROSA NI NEGRO
Duele el almaal ver la sangreen tus venas hinchadaspor el cansancio de la tardeque en vez de rojase ha vuelto azulpor tu plegariaesa que haces diariapara extinguirtus gruesas lágrimaspor un amor que estápero que ya no lo quieres.De pronto el paisajese contagia de tus penasy se vuelvebellamente azulpara acompañar tus letrasal compás de tus deseosde no tener ningún desveloen noches sin estrellasun deseo de serni rosa ni negrosimplemente vertidoen un paisaje de cielosiempre azul.MalaniaImagen: G. F. T.TIMORATA
Distraída y timorata, veo el desfile de estrellas
en el infinito mar azul, mientras mi vida
se desplaza silenciosa.En contraste con el gélido invierno espacialgozo del aroma de las flores del veranoen este mundo en que el dragón naranjanos conecta en hilo de unión y armonía.En esta hermosa y cálida nochequisiera poder gustarde la delicadeza de tus gestos,de los ardientes juegos de tus dedos.Te esperaré hoy, mañana yen los postreros días de enero,para que bajo este infinito mar azulme regales ondulantes olas de placersuaves como solo tú sabes hacerlo,para nadar juntos en tibia venturaconvertida en sublime entrega y redención.MalaniaImagen: de la red.MELLA
Aguardaba que saliera la luna,
pero el viento la había tapado con las nubes.El objeto de su vida se marchitaba en una tuna,
y no adornaba el aire el sonido de su bucle.El fuego de su cuerpo ya no adornaba piel alguna,
pero su pasión florecía detrás de una cortina de tules.La oscuridad relucía por una ventana de vidrios fume,
rasgada por puñales de oro viejo sin fortuna.El escaso resplandor de estrellas lúgubres,
ahondaban la mella de su ánimo en pugna.La monserga había llegado a la cumbre.
Malania
Imagen: G. F. T.
NIEBLA
Arrulladopor los rasguños húmedos
con aceite de almendrassintió una sensación de aliviode ese algo que para él
se terminaba para siempre.Sin embargo para ellala esperanza de seguir amándolocrecíacomo lirios en las palabraspronunciadas a su oídoy en el escondite de su dorada selvadonde emergía su báculo cálidolleno de vida y cantoal compás de mimos y besos.La realidad se reflejó en la lunaespejo de un recuerdo pálido.Una a una se apagaronlas luces de las estrellasbajo la estelade oscuro aserrín del terciopelode un herido corazón.MalaniaImagen de la red.LAMENTO LEJANO
Lejos de las serpentinasdel laberíntico recorrido urbanoen noche de luna quietacon la ilusión de las estrellas en cantoal compás de las ramas secaslo vio, él estaba allíentre los tímidos rayos del sol nacienteun turbio día de noviembre.El zumbido cobrizo de las chicharrashacían más densa la penumbra selvática.Ella sabía que el horario de su vidano estaba subordinadoa las leyes del tiempo divinosino a los ciclos propiosde sus deseos y de su destino.Lo vio, claro que síen una fechala más grande fecha de la desilusiónbajo un cielo pasmado de fríoaspirando el aliento taciturno de malos presagios.Y con la intensidad de la intemperiesu intemperiesolo pudo escuchar un lamento lejano.MalaniaImagen: S. D. V.