UN ÁRBOL BAJO LAS NUBES
¿Qué le pedirá el árbol a las nubes?
Quizás un poco de agua fresca
o una repentina y copiosa lluvia.
¿Qué le dirán las nubes al coposo árbol?
– Con tus flores nos teñiste de bellos colores
en un amanecer celeste
entre violetas y turquesas.
Entre nubes y árbol
se pasea flotando la brisa cálida
de un invierno diferente
con algunos rayos fulgentes
que nacen con la aurora
y se esconden con el eco
de un concierto de pájaros
antes que el ocaso
se apodere del árbol y de las nubes.Malania
Imagen propia.
SUEÑO
Extasiadaen tu dulce miraday en el vapor fragantede las aristasde tu dorado trigal,no pude percibirque la puerta se abriócon un resuello de extramurosentremezclándose el acónitode esas flores azulesmás que amarillas,asediándome,sin que pudiera evitarconvertirmeen una niña decrépita.Por suertetu valiente actitudentre rosas y violetaspermitió salvarmede tan horrible pócima.MalaniaImagen de la red.AYER Y HOY
Precisaba caminar para purificar el aire de mis pulmones y los pensamientos de mi mente.
Quería recuperar la sonrisa para maquillar con ella mi rostro palidecido por el tiempo.
Recordé aquellas flores que me regaló y que con el pasar de los días se fueron marchitando. No las quería tirar pero tampoco quería guardarlas mustias y ya sin perfume. Entonces me regaló una planta y cuando se fue de este mundo ella también se murió.
El aire del amanecer y los primeros rayos del sol son mágicos e inigualables para recuperar la energía y devolver la sonrisa hasta al más triste ser humano.
Hoy gracias a Dios, al Universo y a toda la gente que me rodea, olvidé la tristeza de las flores secas y la planta muerta. Pero de él me quedan los más bellos recuerdos, con nostalgia pero con una sonrisa de los hermosos momentos que nos hemos regalado.
Hoy lo puedo ver en aquella palmera parada en medio del sendero que recorro, y sentirlo en el perfume de las flores, en las hojas verdes de los árboles o en la tierra mojada después de una fresca lluvia.Malania
Imagen: propia.
CAMINOS Y ENCRUCIJADAS
Vamos andando por la vida donde nos encontramos con días que fluyen como agua de río calmo. Pero de pronto es posible que nos encontremos con encrucijadas donde sí o sí hay que optar por un camino o por otro. Con seguridad escogemos el que creemos que es el mejor pero no siempre resulta serlo.
Nos gusta escuchar que nos digan que nos aman pero muchas veces nos cuesta expresarlo con palabras.
Con agrado y hasta con una sonrisa contemplamos los nuevos brotes de las plantas y las flores del jardín. Pero nos cuesta mantenerlas. A veces nos lamentamos cuando se nos seca una planta sin saber el motivo, o cuando se nos muere una mascota por más que le hemos dado todos los cuidados necesarios.
Aunque nos cueste siempre tratamos de hacer lo mejor que podemos y como mejor sabemos hacerlo. Pero muchas veces eso no es suficiente y entonces nos preguntamos: ¿habré hecho lo correcto?Malania
Imagen: R. E. Ch.
MARIPOSA SENCILLA
Sin esfuerzo aletea,
sobre el follaje florecido
de lantanas, zinnias,
claveles, lavandas
y campanillas amarillas,
una mariposa resplandeciente
de alas transparentes.
La brisa perfumada
contrasta en la tarde
con las nubes neblinosas
de polen pigmentado
que las abejas han dejado
como queriendo arrasar
con todo lo más rico y provechoso
de las flores, a pleno sol
en horas de mediodía..Imagen: R. E. Ch.
TRIGAL DE AMOR
En el plancton de altamar
nada una saeta,
justo detrás
de un frondoso trigal.
Dichosa saeta
que puede flotar
con libre albedrío
detrás del trigal.
Su destino era otro
un sitio infranqueable
de amor imposible.
Él y ella separados
por un eco desvanecido
de palabras sin sonido
con sentimiento de misterio
en el que estaban inmersos.
Aun así, nunca sintieron
que habían perdido las noches,
algunas con lágrimas
separados por lo imposible.
El trigal era el refugio
con senderos interiores
con espigas como flores
de aromas incomparables.Imagen: Mila G.
NUBES DE HUMO
Sintió cómo el orgullo humano,
se proclamaba
entre las nubes de la envidia,
provocando sentimientos encontrados,
como si fueran imanes de un mismo polo.
Desaparecieron con el viento
las notas musicales
y la tristeza se expandió
sobre las olas
de un océano de aguas turbulentas.
Ya no percibió el perfume de flores
solamente vio un grimorio
molesto y lastimero.
No importa la apariencia
sino la profundidad del hecho,
para suscitar sentimientos encontrados
como vectores opuestos.Imagen propia
TRAS EL VENDAVAL
Los tulipanes renacieronentre los cilicios de la duday la llovizna de las primeras luces.Se miró al espejoy detestó su propia imagen.La vida se volvió ásperamientras en el jardínla copiosa lluvia y vendavalsecuestraron pétalos y hojas nuevas.La rosa y otras flores asustadasvolvieron a cerrarse en pimpollo.Pero el sol no tardó en brillary las nubes gozaron airosasdel aroma de las caléndulas.Su mirada se volvió diáfanaante la rosa florecidacon sus pétalos abiertos.Imagen: R. E. Ch.MalaniaCOLIBRÍ MÁGICO
En una adormilada biblioteca,
un joven estudiante,
enfrascado
en las páginas de un libro,
se estremeció,
cuando de pronto, rompió
con estrépito,
el silencio,
un colibrí
en aparente delirio.
Era un colibrí mágico,
que vagaba
día y noche por el aire,
visitando casas
y otros lugares
donde hubiera luz
y flores en un jarrón.
El joven sintió gran asombro
y pensó que estaba
en presencia de ciertas intrusiones
y ciertas ignorancias.
Pero luego se dio cuenta
que era algo excepcional.
Un fenómeno natural.Imagen: R. E. Ch.
VIOLETAS DE VIOLETA
Era la tercera hija del matrimonio y primera mujer. Se llamaba Violeta, muy bonita, no tanto como una flor, pero no era fea. La afeaba su forma de ser.
Un día se enojó con su madre y le arrojó una silla de madera dura, esa que su mismo padre había fabricado. Por suerte la mujer mayor pudo esquivarse y no le hizo daño, pero con la silla rompió dos vidrios de la ventana de la cocina que daba a la calle.
En el pueblo no se conseguían y mientras tanto, para impedir que penetre el frío viento de invierno, su padre tapó los grandes agujeros provisoriamente con pedazos de madera.
Esos ataques de nervios solía tener de tanto en tanto cuando su madre la reprendía por algún comportamiento fuera de lugar, o cuando pedía algo que no se le podía conceder.
Había estudiado en una Escuela Profesional de Mujeres. Sabía confeccionar muy bien prendas a medida y con eso aportaba económicamente a su familia. Quizás ese era uno de los motivos de sus ataques.
Violeta se casó, tuvo varios hijos. Pero su enfermedad de estrés incontrolable nunca pudo superar, y lo que hacía antes con su madre, también lo siguió haciendo con su marido e hijos. Fue siempre violenta y compulsiva.
Su hermana menor nunca comprendió el motivo de esa forma de ser.
A Violeta le gustaban las flores silvestres del color de su nombre.Imagen propia.