Poesía

JACARANDÁS

En la arboleda donde el viento canta,
el sol se filtra, tímido y dorado,
y entre los árboles, su sombra encanta,
un mundo verde, en paz, abrazado.

Los jacarandás de flores violetas,
pintan de sueños el cielo lejano,
y sus pétalos, cual seda ligera,
alfombran senderos desde muy temprano.

En sus ramas, los pájaros se esconden,
para romper la tristeza de hombres callados,
con sus trinos del alma, al paisaje responden,
al respirar de un jardín un poco olvidado.

Así, entre árboles y flores en calma,
la arboleda cubre de quietud los seres,
y los jacarandás sus flores derraman,
aliviando corazones con males de ayeres.

Malania

Imagen: de la red.

Avenida de Buenos Aires

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