Poemas

ATARDECER DORADO

El sol se oculta tras un velo amarillo,
en la vastedad de un cielo anaranjado.
Las sombras se estiran, se hacen lentas,
mientras la brisa acaricia el mundo callado.

El gato negro duerme, tranquilo,
su cuerpo reposa como molde petrificado.
En la cama, su ser se extiende en paz,
donde el tiempo se detiene, suspendido, marcado.

El dorado se derrama en cada rincón,
mientras el sueño del felino se adueña de la habitación,
y el día se apaga en un suave suspiro,
quedando el eco de la luz como un latido tardío.

Malania

Imágenes: Rosana G.B.  y M. Julián T.

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