Poesía

TODO AMARILLO

Un camino muy largo,
parecía ser un túnel,
algo así como el túnel del tiempo.

A lo lejos, ya casi al final
se divisaba un inmenso faro.
La luz era tan intensa
que hasta en sus ojos se reflejaba.

Se encendía fuertemente,
y de a ratos, entre nubes titilaba.

Muy despacito se consumía
hasta que en lucecita
muy pequeña, se convertía.

Pero nunca se apagaba.
Su corazón fuertemente latía,
a que la siguiera, la empujaba.

Entonces,
corrió la niña, ligera, en la brisa
por el camino hacia la playa,
los pies descalzos, el alma tranquila,
el sol la abraza, el mundo calla.

A los lados, aromitos –espinillos-,
como guardianes dorados del día,
todo reluce, todo amarillo,
también su vestido, también su alegría.

A lo lejos, se encuentra el destino:
entre espuma salada y reflejos fríos,
el corazón duda entre dos caminos:
se une en un beso el mar y el río.

Y ella corre, danza, no se detiene,
como si un sueño es lo que persigue,
como si supiera que el tiempo viene
a llevarse eso que el alma abriga.

Malania

Imágenes: Gentileza de Antonio M. N. y propia

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