General,  Prosa Poética

CAMINOS DE VIDA

El tiempo corre y se desplaza en silencio por los caminos de la vida. Con momentos apacibles, alegres y soñados, y de repente aparecen otros fastidiosos, ingratos, molestos o como quieran llamarlos. O aunque no los llamemos solos aparecen.
Quizás la lluvia sea el llanto de las nubes, y el viento el frescor del peregrino. Ambos irrumpen cuando los necesitamos o cuando no son necesarios. Eso escapa a nuestras manos y decisiones.
A veces caminamos sin darnos cuenta del color de la tierra que hay bajo nuestros pies, o del color de las hojas de los árboles que nos dan la tan necesaria y deseada sombra en cálidos y sofocantes días de verano.
El tiempo corre, no se detiene ni se vuelve atrás.
Es necesario que la gente, todos nosotros, cuidemos el medio ambiente, la tierra, el agua, la vegetación, etc. Tomar conciencia desde pequeños que sin la naturaleza no es posible una buena vida.
Hoy  veía cómo limpiaban las calles y cordones cuneta, los empleados públicos municipales. ¿Cuánto durará esa limpieza? Algunos no valoran el trabajo  de esa gente y es lamentable. No cuesta nada respetar las leyes, sobre todo para vivir en un ambiente limpio, con aspecto agradable a la vista de los que viven en el barrio, pueblo o ciudad y también para dar buena impresión a los visitantes.
Poner la basura en el lugar que corresponde, no tirar en los espacios públicos que pertenecen a todos.  Porque si todos cuidamos de esto, no se multiplicarán los roedores y los insectos que pueden producir enfermedades.

Malania

Imagen: Rosana G. B.

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